Victoria de los Houston Rockets con exhibición anotadora desde el triple. Hasta aquí, no hay nada que llame la atención en lo respectivo a un partido del Toyota Center. Sin embargo, en esta ocasión el factor decisivo no fue el máximo anotador de la presente temporada sino un Josh Smith que ofreció su mejor versión olvidando ya las aciagas noches en Detroit que parecía que nunca dejarían de perseguirle. Por su parte, los Dallas Mavericks siguen atravesando una mala racha de juego y resultados, personificada especialmente en la figura de un Rajon Rondo que sigue sin ser capaz de encontrar buenas sensaciones ofensivas. En otro orden de cosas, cabe destacar el continuo abucheo que recibió Chandler Parsons, que firmó una gran actuación (21 puntos, 5/8 en triples) en el regreso a la que hasta el año pasado fue su casa.

Máxima igualdad inicial con continuo intercambio de canastas

Como viene siendo habitual en los últimos partidos, comenzó mucho mejor el encuentro el equipo de Rick Carlisle. Los Dallas Mavericks con una rápida, precisa y eficaz circulación del balón, conseguían una gran cantidad de tiros liberados arrancando el partido con un parcial de 7-0. Este hecho obligó a Kevin McHale a ajustar su quinteto (modificado de inicio con la entrada de Dorsey en detrimento de un ausente Howard), pasando a jugar con Terrence Jones como única referencia interior y con Josh Smith como ala-pívot. Este cambio en el esquema le funcionó a la perfección, pues los Rockets reaccionaron firmando un parcial de 4-13 llegando al final del primer cuarto con un resultado de 25-24.

En el segundo cuarto, ambos equipos mantuvieron un nivel muy parejo, con una continua sucesión de canastas en ambos lados de la pista y un gran acierto desde el triple. Por parte local destacaba el papel como asistente y facilitador de James Harden, mientras que en los Mavericks era, una vez más, Monta Ellis quien llevaba todo el peso ofensivo del equipo.

Amplio dominio local con susto final

El tercer cuarto sería una prologanción, por el desarrollo y la igualdad en anotación, del segundo aunque ya llegaban los primeros destellos de la superioridad del equipo local, sólo maquillada en el marcador por un estratosférico Ellis que con 31 puntos en 30 minutos permitía seguir soñando a Dallas con llevarse la victoria del Toyota Center. Sin embargo, en el último cuarto aparecía la figura de Josh Smith para terminar de decidir el partido. Con una sucesión de triples abiertos y de magníficas acciones defensivas, el ala-pívot de Georgia daba a su equipo una ventaja de cinco puntos con apenas un minuto por disputarse. Sin embargo, cuando todo parecía decidido, apareció el factor sorpresa para regalar un final lleno de incertidumbre. Gracias a una gran defensa de Rondo sobre Harden y a una falta flagrante del propio Harden sobre Chandler, los Dallas Mavericks se colocaban dos abajo y con dos tiros libres y posesión para ganar el partido. El Toyota Center veía peligrar la victoria pero el pívot de titular de los Mavericks falló los dos tiros libres y a continuación el equipo visitante perdía el balón tras saque de banda, dejando, ahora sí, la victoria en bandeja para los Houston Rockets.

Con esta victoria, los Houston Rockets se afianzan en la cuarta posición del Oeste, manteniendo el factor cancha a favor para la primera ronda de la postemporada, mientras que los Dallas Mavericks siguen en caída libre (cuatro derrotas consecutivas) viendo más cerca a sus perseguidores que a los equipos que le preceden.

A destacar...

Josh Smith: saliendo desde el banquillo se convirtió en el hombre decisivo del partido. Sus 18 puntos, con 4/5 en triples, seis rebotes y tres tapones terminaron de decantar el partido a favor de los Houston Rockets.

Monta Ellis: viendo el mal momento que atraviesan Nowitzki y Rondo, tuvo que ser el escolta de Misisipi el encargado de llevar todo el peso anotador. Sin embargo, sus 33 puntos no fueron suficientes para rescatar la victoria y sacar a su equipo de la crisis que está atravesando.