El inicio de temporada de los Bulls resultó un camino demasiado sencillo para lo que la realidad les deparaba. Sin embargo, con el paso de las jornadas y las distintas lesiones sufridas por jugadores importantes, el equipo se fue amoldando. Comenzaron la liga regular con la mejor noticia posible para la franquicia, el retorno de Derrick Rose, aunque esto no duró mucho ya que se lesionó (esta vez de menor gravedad) y tuvo que estar apartado de las canchas durante otro corto periodo de tiempo. A esta noticia se le sumaron los grandes fichajes del verano, Pau Gasol (Los Angeles Lakers) y Nikola Mirotic (Real Madrid).

Con la lesión de Rose, fue Jimmy Butler quien asumió todas las responsabilidades del equipo y, ante otra pequeña lesión de Pau, fue Mirotic quien cumplió con su parte. A estos cuatro jugadores hay que añadir la presencia del incansable Mejor Defensor de la temporada pasada, Joakim Noah. A estos cinco jugadores les acompañan en pista Doug McDermott, Cameron Baristow, Aaron Brooks, Mike Dunleavy, Taj Gibson, Kirk Hinrich, Nazr Mohamed, E’twaun Moore y Tony Snell. Todos ellos dirigidos por uno de los más valorados entrenadores de toda la liga, Tom Thibodeau.

Actualmente, los de Chicago están clasificados en cuarta posición en la Conferencia Este, con un parcial de 30-17. En esas 30 victorias han pasado por encima de Houston Rockets (105-114), Milwaukee Bucks (87-95), San Antonio Spurs (81-104), Dallas Mavericks (102-98) y Golden State Warriors (113-111).Pero sin embargo, en esas 17 derrotas franquicias más perjudicadas les han ganado. Tales como Utah Jazz (97-77), Orlando Magic (121-114) y la más reciente, Los ​Angeles Lakers (118-123).

En una fase en la cual se están decidiendo los clasificados para los Playoffs los Bulls han llegado a ser primeros de conferencia y a raíz de eso han ido bajando hasta volverse cuartos de conferencia. Se ha criticado bastante la falta de concentración en los partidos y la inexistente defensa en los partidos más

intensos. Uno de los más perjudicados en este caso ha sido Tom Thibodeau. Es cierto que un entrenador dirige a un equipo, pero no puede tener todas las responsabilidades de lo que pase en cancha. Sin embargo, si debería motivar más a sus jugadores y demostrarles todo su potencial. En ocasiones esto se ha visto claramente reflejado en el marcador y en algunos jugadores especialmente.

Pau Gasol ha conseguido su career-high, con 46 puntos y 18 rebotes, ante los Bucks. Es esa garra la que necesita el equipo para salir adelante y mostrarse como una franquicia que tiene opciones a llevarse el anillo. Con un poco más de concentración pueden llegar muy lejos. Si consiguen ser más sólidos en defensa, podrían llegar a playoffs como primeros de conferencia.