Después de perder su último partido frente a Indiana Pacers, los Knicks se presentaban en el Madison Square Garden con ganas de cosechar otro triunfo. Enfrente tendrían a Los Angeles Lakers, equipo que a pesar de llevar cuatro derrotas en cinco partidos, ganaba ante Chicago Bulls su último encuentro.

Para este partido, Derek Fisher contaba con las bajas de Cole Aldrich y Amare Stoudemire, formando de inicio con Langston Galloway, José Manuel Calderón, Carmelo Anthony, Lou Amundson y Jason Smith. Por su parte, Byron Scott alineaba en el quinteto titular a Jordan Clarkson, Ryan Kelly, Robert Sacre, Jordan Hill y Wayne Ellington.

Los Knicks comandan

Demostrando que las situaciones deportivas de ambos equipos no eran las mejores, tras siete minutos el resultado reflejaba un escueto 13-6 a favor de los Knicks, momento en que Byron Scott pedía tiempo muerto.

Al volver del pequeño parón, Jordan Hill sufría un golpe en la pierna que le hacía retirarse a vestuarios. La ventaja de New York iría creciendo de manera rápida hasta que al final del primer cuarto estaba establecida en 32-19 al fallar Jordan Clarkson un lanzamiento bombeado sobre la bocina.

Los Angeles lo intenta pero los neoyorquinos contemporizan

Tras el primer cuarto, los Lakers daban a conocer que Jordan Hill no podría volver al partido tras sufrir una distensión en su cuádriceps derecho. La franquicia angelina ni mucho menos se daría por vencida, y a poco menos de cinco minutos para el final tenía tan sólo cinco puntos de desventaja.

A pesar de la buena reacción por parte visitante, los Knicks reaccionaron y por medio de buenas transiciones defensa-ataque lograban mantener su ventaja. Al final, el encuentro llegaría al final de los primeros 24 minutos con un marcador favorable a New York, que mandaba en el luminoso por 47-39, teniendo a Carmelo Anthony con trece puntos y cinco rebotes como el mejor del partido.

Paseo triunfal

A pesar de anotar fácilmente en los primeros compases del tercer cuarto, los Knicks veían como los angelinos se mantenían en el partido a duras penas. Siendo José Manuel Calderón el asistente, y Carmelo Anthony el anotador desde la línea de tres puntos, los Knicks lograban tener una cómoda ventaja de 70-51 a poco menos de tres minutos para el final del tercer cuarto. El marcador tras tres periodos no daría lugar a duda siendo los Knicks muy superiores ganando por 72-57.

Con el partido totalmente decidido, el último cuarto fue un auténtico paseo triunfal para los neoyorquinos. Con 18 puntos de ventaja a poco menos de cinco minutos para el final, los Knicks controlaban el partido a placer. Derek Fisher no quiso correr riesgo alguno, por lo que con cuatro minutos por disputarse comenzaba a dar descanso a sus estrellas. Al final, los angelinos recortarían distancias pero claudicarían por 92-80, siendo esta su peor anotación en el Madison Square Garden.

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Sobre el autor
Diego Blanco Taladriz
Gijón. Moderador de contenidos de VAVEL. Coordinador en las secciones de Tenis y Ciclismo. Puedes leer mis opiniones en @DiegoBlanco93 | E-mail de contacto: [email protected]