Haciendo ruido pero por la puerta de atrás. Así entraron los Milwaukee Bucks en el mercado de fichajes a apenas unas horas para que se cerrara, firmando un traspaso tan sorprendente como impactante y que ha supuesto ocho movimientos (seis jugadores y dos rondas del Draft) entre las cuatro franquicias implicadas. En lo que respecta a los del estado de Wisconsin el resumen es el siguiente: Brandon Knight y Kendall Marshall abandonan la entidad, y Michael Carter-Williams, Tyler Ennis y Miles Plumlee llegan a ella. ¿Cómo puede afectar esto a la plantilla? A ello vamos.

Con esta jugada, y tras haber cortado recientemente a Larry Sanders, los Bucks ganan, por si les faltaba, juventud. La de Milwaukee era ya la plantilla más joven de la liga, pero tras esto se convierte en la única en bajar de los 24 años de media, y su lema #OwnTheFuture cobra ahora más sentido que nunca. John Hammond, General Manager, había logrado crear un plantilla joven y competitiva, y esta operación da los últimos flecos a uno de los equipos con mayor proyección del campeonato.

Carter-Williams por Knight: la definición de un estilo de juego

A priori, la marcha de Brandon Knight es el punto más flojo de la operación, pues el base estaba siendo el mejor de la temporada para los de Jason Kidd con una media de 17,8 puntos y 5,4 asistencias por partido, pero Carter-Williams es uno de los hombres más aptos para ser su sustituto. Ya la temporada pasada fue nombrado Rookie del Año, y se espera de él una importante progresión en las próximas temporadas. No obstante, quizás lo más importante de su llegada es que ayuda a que se vaya conformando una plantilla más adaptada al tipo de juego que el técnico quiere implantar.

Foto: nba.com

Los Bucks se han caracterizado este año por ser un equipo que roba muchos balones y corre a la perfección los contraataques, y, por sus condiciones físicas, Carter-Williams es un hombre que puede aportar mucho en este sentido. Además, no solo se trata de su envergadura y su altura, pues el ex de los Sixers es un hombre muy inteligente a la hora de leer líneas de pase y meter manos, lo que le hará encajar perfectamente en el sistema defensivo de Kidd. Quizás su velocidad para contraatacar no sea tan elevada como la de Knight, pero su conducción y su capacidad de pentración lo compensan, y no cabe duda de que ayudará a Milwaukee a permanecer entre los equipos más ladrones del campeontao.

Su altura, habilidad para robar, capacidad de pentración, y lectura de juego son exactamente lo que busca Kidd en un base

Otro de los aspectos en los que Carter-Williams encaja perfectamente en los planes del cuerpo técnico de los de Wisconsin es en la altura. Kidd busca, en parte por el aspecto anterior, un juego exterior conformado por jugadores altos y de gran envergadura, de forma que la principal arma ofensiva sea la penetración o la ventaja en el poste bajo ante defensores de menor estatura, y en esto el nuevo base es especialista. Además de por él, la línea exterior de los Bucks estará formada por Middleton y Antetokounmpo, con una altura media de más de dos metros al alcance de prácticamente nadie en la liga. Y todos ellos en edad de progresar aún como jugadores. Temible.

La gran pérdida se da en cuanto a tiro exterior, pues no es ni mucho menos la especialidad del recién llegado base, pero desde otro punto de vista esta no parece preocupante. Hombres como el propio Middleton, u otros que partirán desde el banquillo como O.J. Mayo o Jerryd Bayless ya poseen esta característica, y ahora podrán explotarla incluso más con un jugador con más capacidad de asistir y leer el juego que Knight. Carter-Williams y Antetokounmpo son grandes pentradores, lo que les hará focalizar la atención de las ayudas de la defensa rival, pero son a su vez muy inteligentes a la hora de doblar balones a sus compañeros, pudiendo así liberar buenos tiros para los especialistas del equipo. No será ni mucho menos el punto fuerte de la plantilla, pero esta capacidad puede dar muchas variantes ofensivas al juego de los de Wisconsin.

Por último, la marcha de Knight, por dolorosa que pueda parecer para el equipo, no es más que el fin de un ciclo anunciado, pues tras la negativa de la franquicia a extender su contrato a final de año, estos habrían sido sus últimos meses como miembro de la franquicia. Ante esta marcha ya segura, la forma de sustituirlo ha sido ejemplar, manteniendo el espíritu y el estilo del equipo. Un movimiento, por tanto, muy inteligente, en el que Hammond ha sabido pescar en el desconcierto que parece haber en Philadelphia.

Plumlee: un interior necesario

La llegada de Plumlee es, aunque quizás no tan llamativa como la de Carter-Williams, sin duda tan o más necesaria que esta. Con Jabari Parker lesionado y con Sanders fuera del equipo, los Bucks necesitaban un cuarto hombre para la rotación interior tan pronto como fuera necesario, y lo han encontrado en el mayor de la pareja de hermanos. Miles continúa en la línea del resto de hombres interiores de la plantilla: cumplidor, luchador, y jugador de equipo.

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No se caracteriza por ser un jugador brillante ni defensiva ni ofensivamente, pero su gran físico le permite cumplir en ambos aspectos del juego. Es, eso sí, un óptimo reboteador, logrando de esta forma gran parte de sus puntos. Además, esta faceta permitirá subsanar en parte uno de los mayores problemas del equipo, y dar así una mayor velocidad a la trasición ofensiva tal y como busca Kidd. Está lejos de la mejor versión de Sanders que muchos en Milwaukee soñaban con recuperar, pero tras las desafortunadas actuaciones del pívot de Florida tanto fuera como dentro de la pista, no cabe duda de que han salido ganando.

Por último, Tyler Ennis ampliará la rotación exterior, y buscará en los Bucks los minutos de los que carecía en Phoenix. No llega ni mucho menos como gran refuerzo, pero todo lo que aporte será sin duda bienvenido, y tiene edad tiempo para ir progresando. Los Bucks continúan perfeccionando su plantilla y definiendo su estilo de juego basado en intensidad defensiva para robar y correr, algo que Kidd está logrando a la perfección con un equipo joven y prometedor. Están llamados a ilusionar a la ciudad en los próximos años, e incluso lo están haciendo ya, y si continúan por esta senda no cabe duda de que tendrán muchas papeletas para lograrlo.