Después de conseguir la victoria en su último partido ante Toronto Raptors por 76-98, los Rockets se presentaban en su casa, el Toyota Center, para medirse a Minnesota Timberwolves, equipo que llegaba rejuvenecido con la vuelta a las canchas de Ricky Rubio habiendo ganado su último partido por 109-111 ante Phoenix Suns.

Para este partido, Kevin McHale contaba con la baja de Patrick Beverley, lo que le hacía formar con un quinteto formado por James Harden, Trevor Ariza, Donatas Motiejunas, Terrence Jones y Jason Terry. Por su parte, Flip Saunders ponía en cancha a Ricky Rubio, Andrew Wiggins, Adreian Payne, Nikola Pekovic y Kevin Martin.

Los Rockets remontan el primer cuarto

Mostrando intensidad y ganas en los primeros compases del partido, serian los Timberwolves quienes lograrían ponerse por delante en el partido. Canastas fáciles tras sendos robos de Ricky Rubio y Nikola Pekovic, obligarían a Kevin McHale a pedir el tiempo muerto, ya que los Rockets se encontraban con 9-14 en el marcador a falta de siete minutos para la conclusión del primer cuarto. La vuelta del tiempo muerto haría que el ritmo de Houston creciera colocándose a sólo tres puntos de su rival.

A fuego lento, como mejor se hacen las cosas es como los tejanos conseguirían poco a poco contrarrestar el poderío visitante en ataque. De la mano de un brillante James Harden, los Rockets llegaban al final del primer cuarto con un resultado de 26-25, a su favor. Por parte de los Rockets el mejor era el base de 'la barba' con tres puntos, cuatro rebotes y cuatro asistencias, mientras que en los Timberwolves el encargado de liderar a 'los Osos' era Ricky Rubio con cuatro puntos, cuatro asistencias y dos asistencias.

Harden empata el partido al descanso sobre la bocina

Un parcial de cuatro a cero a favor de los Rockets al comienzo del segundo cuarto obligaría a Flip Saunders a pedir un tiempo muerto con el que evitar que Houston se fuera en el marcador. Lo dicho por el técnico visitante espolearía a sus jugadores, que con un triple de Kevin Martin se ponían por delante antes de que Josh Smith consiguiera un 2+1 tras anotar su canasta y sacarle la falta a Glenn Robirson, lo que hacia que los Rockets se pusieran con 35-34 a falta de ocho minutos y medio para llegar al descanso.

Sublime tercer cuarto de Houston

La igualdad y los cambios de líder en el marcador serían la tónica que se vería en los minutos restantes del segundo cuarto. A lo grande, demostrando su gran temporada, James Harden se encargaba de empatar el partido a 56 puntos con un gran triple sobre la bocina tras marear con la pelota a su par. Harden seguía siendo el mejor del partido en los Rockets con trece puntos, cuatro rebotes y seis asistencias, mientras que en Minnesota el encargado de marcar la pauta era su base, Ricky Rubio, teniendo el español ocho puntos, seis rebotes y tres asistencias.

Dejando de lado lo ocurrido en la primera mitad, Houston arrancaba mandando en el marcador, aunque no por mucho tiempo ya que los visitantes despertaban dando la vuelta al marcador. La gran intensidad de un James Harden que rozaba el triple-doble en el tercer cuarto hacía que los locales ampliaran su ventaja en el marcador de manera clara. Al final, el resultado al final del tercer cuarto era a favor de Houston Rockets por 82-75 tras conseguir Harden un triple sobre la bocina dejando sentado a su par, Ricky Rubio.

Amago de reacción de los Wolves en la exhibición de James Harden

Pronto se terminarían las esperanzas de Minnesota para poder llevarse este partido, ya que los Rockets apretaban el acelederador yéndose hasta el 90-78 con el que Flip Saunders pedía tiempo muerto, parando asi la sangría anotadora de Houston. Lo dicho por el técnico de los Wolves daría sus frutos, ya que aprovechando la caraja tanto ofensiva como defensiva de Houston, Minnesota conseguía colocarse a sólo cuatro puntos a falta de seis minutos, dejando así de lado la consecución del triple-doble por parte de James Harden.

Ni los Rockets parecían querer ganar el partido, ni los Timberwolves dejarlo escapar. Llegando a ponerse a un solo punto con cuatro minutos por jugarse, los nervios comenzaban a aparecer en ambos equipos, momento en el que Harden se echaría a los Rockets hombro para evitar que los tejanos pasaran problema alguno. Luciéndose al final con grandes acciones, Houston Rockets lograría una trabajada victoria por 113-102 ante Minnesota Timberwolves tras 31 puntos, once asistencias, diez rebotes y cuatro tapones de James Harden, quien era despedido del Toyota Center con cánticos de "MVP, MVP, MVP".