Difícil papeleta la que solventaron los Golden State Warriors en su visita a Boston. Después de ir perdiendo por más de 20 puntos, los de Steve Kerr se encomendaron de nuevo a la figura de Stephen Curry para conseguir remontar el partido y sumar una nueva victoria. El base titular se fue hasta los 37 puntos con un gran 14 de 22 en tiros de campo además de cinco asistencias y sigue así en su duelo por el MVP con James Harden y Lebron James. Pese a la buena imagen de los Celtics, su último cuarto (donde encajaron un parcial de 31-15) fue definitivo para que dejaran escapar una victoria que parecía segura.

Lo cierto es que en la noche de ayer se podría decir que hubo dos partidos. Uno en el que Boston dominó con claridad durante tres cuartos y otro en el que los visitantes despertaron a tiempo para poder enmendar sus errores y ganar el encuentro. Ya en los primer minutos del primer cuarto, Massachusetts demostraban que salían muy enchufados liderados por Bradley que se imponía a Curry en los primeros minutos y por Evan Turner que cuajó una gran primera parte pero se diluyó con el paso de los minutos. Los aciertos de ambos jugadores, apoyados bien por Zeller en la pintura, permitía a los Celtics meter 24 puntos en apenas cinco minutos al que ahora mismo es el mejor equipo de la NBA. Brad Stevens dio entrada a Isaiah Thomas y este volvió a demostrar que es un gran anotador con ocho puntos en un minuto que dejaban el marcador en 38-25 en el primer descanso. 

Con muchas cosas por cambiar por parte de los Warriors, la diferencia siguió aumentando gracias a Thomas que se iba hasta los 13 puntos y ponía la máxima en el marcador (45-27). La segunda unidad de Golden State volvió a estar por debajo del nivel esperado y jugadores como David Lee, Livingston o Iguodala no conseguían bajar la diferencia por lo que Kerr decidió dar entrada a los titulares antes de tiempo. Un parcial de 11-2 favorable a los visitantes les permitía soñar con una remontada. Sin embargo dos canastas de Zeller dejaban la diferencia en 16 puntos (49-65) con solo dos cuartos por jugar. 

Pero el descanso sirvió para que los Warriors ajustaran un poco, tampoco en exceso, la defensa y consiguieran bajar la diferencia hasta los nueve puntos gracias a Curry que por entonces ya llevaba 26 puntos. Los Celtics respondían rápidamente gracias a Zeller y Bradley para aguantar por encima de los 10 puntos. Thompson con ocho puntos se compenetraba con Stephen Curry pero la diferencia seguía sin bajar lo sufuciente y se llegaba al último cuarto con 11 puntos de ventaja.

Green y Curry lideran la remontada

Fue entonces cuando por fin los Warriors jugaron el baloncesto que ha maravillado a la NBA. Nada más salir al último cuarto, los de Kerr endosaban un parcial de 6-0 y se colocaban a solo cinco puntos. Green y Curry fueron claves para la remontada al combinarse con 22 puntos para ello. Isaiah Thomas devolvía la tranquilidad a los suyos con un triple que era respondido al instante por los de Oakland que encestaban dos triples de manera consecutiva. Un nuevo parcial de 6-0 puso por delante a los Warriors por primera vez en mucho tiempo.

Pero de nuevo aparecían los jóvenes de los Celtics, Smart estaba acertado con otro triple más para volver a colocar a Boston uno arriba. Con 26 segundos por jugar, Iguodala consiguió una canasta que ponía la diferencia en tres puntos. Isaiah Thomas pudo empatar el partido pero su intento de tres se salió. Curry recibía falta y sentenciaba un partido muy complicado ante unos Celtics que dejaron muy buenas sensaciones de lo que puede estar por venir en los próximos años.