En el Staples Center de Los Ángeles se veían las caras dos de los mejores equipos de la Conferencia Oeste, Los Angeles Clippers y Portland Trail Blazers. Ambos conjuntos llegaban al encuentro en un buen momento de juego y resultados, inmersos en una racha de tres victorias consecutivas y después de vencer en siete de los últimos diez partidos que habían disputado.

El técnico local, Doc Rivers, tenía tres ausencias importantes, dos jugadores del quinteto titular, Matt Barnes y Blake Griffin, que serían sustituidos por Hamilton y Hawes, y Jamal Crawford, una pieza clave en la segunda unidad del conjunto angelino. Por su parte, Terry Stotts contaba con toda la plantilla a su disposición. Los antecedentes favorecían a los Clippers, que habían salido victoriosos en los dos últimos enfrentamientos entre estos dos equipos.

Poco acierto

En los primeros compases del encuentro, el juego rápido y los fallos en el lanzamiento a canasta eran los protagonistas. Chris Paul tomó los mandos del choque, liderando la anotación y haciendo jugar a sus compañeros, mientras que en los visitantes era Batum el encargado de aportar en la faceta ofensiva. Los angelinos vivieron del tiro exterior en este primer cuarto, con cuatro triples, y no anotaron ni un solo punto en la pintura.

Los Blazers dominaban el juego interior, a pesar de tener enfrente a un colosal DeAndre Jordan en el rebote, con Aldridge rompiendo a la defensa local desde fuera de la pintura. La igualdad se instauró en el marcador, pero las últimas embestidas del conjunto de Portland les permitió cerrar el primer periodo por delante en el electrónico, 24-28.

Máxima igualdad

Ninguno de los dos equipos era capaz de imponer su juego, con continuos cambios en el liderato y con ventajas que oscilaban entre los dos y los cuatro puntos. La segunda unidad de los Clippers, sin Crawford, logró mantener a raya al ataque visitante gracias a un gran trabajo en defensa, encabezado por Glen Davis. Con Lillard sufriendo uno de los peores partidos de su carrera en el tiro a canasta, la referencia ofensiva de los Blazers era Aldridge, aunque éste tampoco estaba disfrutando de uno de sus mejores días de cara al aro.

La igualdad en el electrónico se mantuvo hasta el descanso, al que se llegó con una ligera ventaja para los angelinos, 48-46, que estaban perdiendo la lucha por el rebote, lo que provocaba canastas fáciles para el rival, pero que tenían en Redick y Paul sus principales armas en ataque, ante las ausencias de dos de sus referentes ofensivos, Blake Griffin y Jamal Crawford.

Los Clippers no rematan

Tras el paso por los vestuarios los hombres de Rivers salieron con otra marcha al parquet, moviendo más y mejor el balón y con más intensidad en defensa. Esto les permitió disfrutar de las primeras ventajas importantes de la noche, 56-49, liderados por Redick (26 puntos, 4-12 T3). Jordan (19 rebotes) se hizo grande en la pintura y Paul (36 puntos y 12 asistencias) dirigía la orquesta desde el puesto de base, llevando a los suyos a un más diez en el marcador, 63-53, mediado el tercer cuarto.

Coincidiendo con los minutos de descanso de Paul, los Blazers volvieron a igualar el encuentro, comandados por Aldridge (29 puntos, 12-30 TC). El partido entraba en su último cuarto con ventaja para los locales, 68-66, y con los de Oregon sobreviviendo a pesar del mal partido de Lillard (1-13 TC y 18 rebotes, máxima de su carrera).

Los Clippers se hicieron con el mando del juego y del marcador, disfrutando de diferencias que oscilaban entre los seis y los ocho puntos. A poco menos de tres minutos para el final, los angelinos llegaron a ganar por diez, 85-75, gracias a varias acciones de Paul, sin embargo, Portland no se rindió y llegó al último minuto con opciones de victoria, 85-82, gracias a un triple de Matthews. Con 87-84 en el electrónico, los locales tenían la oportunidad de de cerrar el partido, pero no acertaron con el aro rival, y en la siguiente jugada Batum empató el choque, 87-87. Chris Paul tuvo la oportunidad de dar el triunfo a los suyos en el último segundo, pero no estuvo acertado, al igual que Jordan en el rebote.

Portland sentencia en la prórroga

Tras desaprovechar una ventaja de diez puntos con poco más de dos minutos por jugarse, los Clippers tenían que volver a empezar de cero en el tiempo extra, pero las fuerzas ya no eran las mismas, ni física ni mentalmente. Después de dos minutos de juego llegaría la primera canasta de Lillard en toda la noche, en un encuentro en el que no aportó en el ámbito anotador, pero sí que ayudó en el rebote con hasta 18 capturas.

Los Blazers lograron una ventaja de cuatro puntos con poco más de minuto y medio de juego, pero Paul no estaba por la labor de tirar la toalla e igualó el partido, 93-93. A falta de un minuto para el final llegaría el momento de Batum. Primero con un pase para Aldridge, después con una gran acción defensiva sobre Redick, y para concluir, con un triple que certificaba la victoria del conjunto de Oregon, 93-98. Los pupilos de Stotts lograban así su cuarto triunfo consecutivo, lo que les permitía ascender hasta la tercera plaza de la clasificación en la Conferencias Oeste, mientras que los californianos, a pesar de la derrota, conservan la quinta posición.

Los Angeles Clippers no volverán a la acción hasta la jornada dominical, cuando visitarán la cancha del equipo con mejor récord del Oeste y máximo rival de los angelinos en la División Pacífico, los Golden State Warriors. Por su parte, el conjunto de Portland tendrá la oportunidad de ampliar su racha de triunfos en la noche de hoy, en la que recibirán la visita de los Dallas Mavericks.