En el Pepsi Center de Denver se veían las caras dos equipos que venían en una buena racha de resultados en la última semana, Denver Nuggets y Golden State Warriors. Los locales habían ganado sus dos últimos partidos, superando al segundo mejor equipo de la NBA, Atlanta Hawks, mientras que los Warriors se presentaban en Denver inmersos en una serie de cinco victorias consecutivas.

El técnico local, Melvin Hunt, que había revitalizado al equipo desde su llegada, con cuatro triunfos y dos derrotas en los seis encuentros que había dirigido, tenía la única ausencia de Ty Lawson. Por su parte, Steve Kerr presentaba hasta cinco bajas, Stephen Curry, Klay Thompson, Andre Iguodala y Andrew Bogut, por descanso, debido a la acumulación de partidos de las últimas fechas y en vista de lo que está por venir, y Marreese Speights, suspendido por la liga. Los antecedentes favorecían al conjunto de la bahía de San Francisco, ya que habían salido victoriosos en el único enfrentamiento entre estos dos equipos en lo que llevamos de temporada.

Denver controla

En los primeros compases del encuentro los locales aprovecharon el bajo porcentaje de acierto en el tiro de su rival para abrir una pequeña brecha en el marcador, 13-4. Faried era un dolor de cabeza para la defensa visitante, aportando en la anotación y dominando la pintura. Los pupilos de Steve Kerr fueron entrando poco a poco en el choque, liderados por Green, aunque echaban en falta el liderazgo de Curry en la dirección del equipo.

Un parcial de 4-13 permitió que los Warriors se acercaran en el marcador, sin embargo, Denver controló las embestidas, dominando el partido en ambos lados de la cancha, sobre todo en el aspecto reboteador y en los puntos en la pintura. Al final del primer cuarto se llegó con ventaja para los locales, 34-26, después de unos buenos primeros doce minutos de juego.

Máxima igualdad

Con la entrada de McAdoo, Golden State ganó en intensidad, aunque se mantenía por detrás en el electrónico, 42-35. Gallinari y Faried eran los encargados de liderar la anotación de los Nuggets, con la ayuda, en este segundo periodo, de Nelson. Los de Hunt controlaban el choque, desempeñando un gran trabajo en labores defensivas, dejando a los Warriors por debajo del 40% de acierto en TC.

Cada vez que los visitantes se acercaban en el marcador, Denver reaccionaba con más intensidad en defensa. El acierto de Holiday desde el perímetro apretaba el marcador, 55-49, sin embargo, los locales se irían al descanso con una cómoda ventaja, 62-54, gracias a un triple de Nelson en los últimos segundos y a varias buenas acciones en defensa.

Denver supo rematar

En los compases iniciales de la segunda parte el guión del encuentro seguía siendo el mismo, con el conjunto de Colorado llevando el peso del juego y con los Warriors manteniéndose a la expectativa. La diferencia llegó a sobrepasar la barrera de los diez puntos, 70-58, gracias a un imperial Kenneth Faried (24 puntos y 17 rebotes), que superó durante toda la noche a sus defensores, bien secundado por Gallinari (24 puntos).

David Lee (13 puntos) no pudo en ningún momento con el pívot de los Nuggets, mientras que en ataque, Holiday (23 puntos) era el encargado de liderar las operaciones, acercando a los suyos en el marcador. Los de Steve Kerr se hicieron con el mando en el electrónico por primera vez en toda la noche, 82-83, gracias a una canasta de McAdoo (16 puntos) a treinta segundos del final del tercer cuarto.

Golden State afrontaba el último y definitivo periodo con ventaja, una ventaja que aumentarían hasta los siete puntos, 89-96, cuando restaban más de siete minutos de partido, gracias al gran trabajo en defensa y a la aportación en ataque de todos los jugadores. Los Nuggets no tiraron la toalla y le dieron la vuelta al electrónico, liderados por Foye (20 puntos, 11 de ellos en el último cuarto) y gracias a un parcial de 25-7 en la última parte del encuentro. Denver certificaría el triunfo, 114-103, en los compases finales, con Foye llevando la manija y con Nelson (17 puntos) anotando desde el perímetro.

Los de Melvin Hunt conseguían así su tercera victoria consecutiva y confirmaban su gran momento de forma, derrotando en la última semana a los dos mejores equipos de la NBA, Atlanta Hawks y Golden State Warriors. Por su parte, el equipo de la bahía de San Francisco, a pesar de la derrota, mantenía el primer puesto de la clasificación en la Conferencia Oeste, con un cómodo margen con respecto a sus más inmediatos perseguidores.

Denver Nuggets intentará mantener su buen ritmo de juego y resultados en la jornada del domingo, cuando visiten la cancha de New Orleans Pelicans, mientras que Golden State Warriors volverá a la acción esta misma noche, en la que se enfrentarán a los New York Knicks en el Oracle Arena.