Partido de importancia en el Quicken Loans Arena para ambos equipos: Cleveland Cavaliers alejándose de los Raptors en la segunda posición de la Conferencia Este, siempre por detrás de los Hawks; y los Indiana Pacers, tras su fulgurante ritmo post-All Star, buscando la entrada en la postemporada a la espera del regreso de su estrella, Paul George (se rumorea su vuelta la próxima semana).

Se respiraban rivalidad y ganas por parte de ambos equipos, con las defensas interiores muy férreas al inicio de partido, que hacían presagiar la alta intesidad que se viviría. Los tiros abiertos de George Hill y J.R. Smith abrían poco a poco un marcador cerrado con candado en los primeros minutos.

Roy Hibbert era un constante quebradero de cabeza para Mozgov, y el ruso buscaba la réplica en ataque siempre que podía. Explosiones en cada contacto de los dos hombres grandes, la zona valía su peso en oro. En los primeros seis minutos: 5/13 para Cavaliers en tiros de campo y 4/11 para los Pacers.

En los primeros seis minutos: 5/13 para Cavaliers en tiros de campo y 4/11 para los Pacers.

LeBron comenzó a despertar en la segunda mitad del primer cuarto (un leve bostezo), cuando su equipo pegó el acelerón, con todos sus jugadores en pista contribuyendo a ambos lados, para colocar un parcial de 13-0, gracias a ataques certeros y defensa intensa.

Ya desde el inicio, marcando terreno y sacando pecho en casa los Cavs; los cuales terminaron el primer cuarto con cinco puntos de ventaja, merced a un buen final del banquillo visitante, con Scola anotando un palmeo sobre la bocina que hacía su sexto punto.

Pacers, a contracorriente

La diferencia en el rebote era muy elevada, con los de David Blatt mucho más activos bajo los aros (17-10) y ello les dio muchos puntos vitales a los Cleveland Cavaliers, sin ser un partido brillante en lo individual de sus estrellas, ni mucho menos.

Los de Frank Vogel se resistieron durante todo el segundo cuarto a dejar ir a los locales, gracias en parte al desacierto por momentos de los Cavs, que martilleaban con rebotes ofensivos y segundas oportunidades. Los de Indiana ponían la otra mejilla y se levantaban, con fe en sus ataques.

Dos pérdidas consecutivas a mitad de segundo cuarto de los de Ohio, dieron alas a los Pacers, que llegaron a estar a un punto. Al menos, estaban perdiendo menos balones. El partido estaba para la franquicia de Larry Bird donde imaginaban sus mejores predicciones, dadas las circunstancias.

Agarrados a un clavo ardiendo, con la sensación de que los Cleveland Cavaliers podrían reventar el partido en cualquier momento se llegó al descanso, con un fallo de LeBron James sobre la bocina y 45-41 en el tanteador.

Sin LeBron, pero con Irving y Love

LeBron James se quedó en el banco en el inicio del tercer cuarto, pero su presencia no hizo falta en el quinteto de Ohio para despegar en el partido. 9-2 para los locales, con cinco puntos de Love, y una canasta al más puro estilo Irving, sumado a un fadeaway de J.R. Smith, pusieron a los locales 11 puntos arriba casi sin enterarse, con dos minutos de tercer cuarto transcurridos.

Aún así, la inconstancia de los Cavs era siempre aprovechada por la inteligencia de los Indiana Pacers, acertados en los momentos necesarios, enganchando un 8-0 de parcial inmediatamente después. Persistía el arreón local, proseguido de la recuperación visitante, con menos calidad individual pero con mucho oficio.

@Pacers

George Hill puso por delante a los Pacers a falta de seis minutos para concluir el tercer cuarto con un triple. Era la primera vez que lideraban el partido desde el inicio del mismo. 4/5 en tiros desde más allá del arco del base de Indiana, sensacional con la bola en las manos, sumando 22 puntos al final del cuarto. Mientras tanto, Roy Hibbert andaba por la pista con 16 puntos y siete rebotes, sin nadie que lo mirase, salvo Mozgov cuando le punteaba sin éxito.

Alley-oop viene, alley-oop va, con Mozgov jugando en el techo de The Q, se llegó al final del tercer cuarto, con los Pacers crecidos de la mano de su base y su pívot titulares, sin mucha defensa pero con más ataque y voluntad que el rival, limitado a acciones individuales. El marcador empatado a 72, con todo por decidir aún en Ohio.

Nuevo estirón de la goma

Dos triples consecutivos de un nuevo invitado al partido: Matthew Dellavedova, que colocaban la ventaja de seis puntos para el equipo local. Muy aplaudido el base australiano cuando se sentó en el banquillo, visiblemente cansado tras un comienzo fulgurante de último cuarto. Su labor estaba hecha, el público, espoleado y excitado al límite.

En este partido, sin embargo, como en la vida, todo lo que sube, baja. Y la ventaja fue paliada temprano a golpe de triple, algunos respondidos por LeBron o canastas de dos, que dejaban el tema en pocos puntos de diferencia. Peligroso el partido para los entrenados por David Blatt, que no estaban mostrando acierto en el tiro, con LeBron James sentado ya en el asiento del conductor. Nadie presagiaba lo que estaba por llegar.

Roy Hibbert y George Hill - LeBron James

@cavs

Eso fueron los últimos cinco minutos, un uno contra dos. Mejor dicho, contra el quinteto entero de Indiana. Es sabido de sobra que el de Akron ha sido cuatro veces MVP de la NBA, y un jugador así puede hacer lo que se le antoje. Contra la defensa de Indianapolis jugó como eso, como un MVP, como lo que se le supone, él contra el mundo. Y ganó, eso tienen los MVP’s como LeBron James, ese jugador que aparece cada 30 años.

No solo mantuvo a su equipo siempre por encima en el tanteador ante triples de C.J. Miles y canastas en zona de Hibbert, sino que daba la sensación de que lo hubiera hecho ante cualquier circunstancia. El ataque de su equipo era suyo.

Trece puntos para él solo en el cuarto período, casi todos en los seis últimos minutos de partido. Fallo definitivo de George Hill y balón a sus manos… Pero LeBron marró el último tiro, con la suerte de que Shumpert se quedó con el rebote ofensivo, dándole la bola a J.R. Smith a falta de un segundo para que anotase los dos tiros libres, de la falta anterior de Indiana Pacers. Un segundo de juego, pero ya las esperanzas en el equipo de Frank Vogel eran escasas. No tocó aro el tiro a la remanguillé de C.J. Miles y terminó el partido decidido por el genial alero bicampeón con Miami Heat.

Los mejores: en Cleveland, LeBron James con 29 puntos, siete rebotes y cinco asistencias, y el juego grupal, con cinco jugadores más en dobles figuras; y en Indiana, George Hill, con 24 puntos, y Roy Hibbert, con 20 puntos y ocho rebotes.