Más de 10.000 asistencias, dos MVP's, ocho All-Star jugados, seis veces máximo asistente de la competición, tres veces incluido en el primer quinteto de la temporada, dos veces en el segundo y dos en el tercero y un MVP del torneo de las Américas de baloncesto en 2003. A grosso modo estos son los logros del gran Steve Nash, entre los que falta, sencillo verlo, un anillo de campeón de la NBA. No será por no intentarlo, pero el genial creador de juego canadiense nunca lo ha conseguido.

Steve Nash, además, ha conseguido cuatro temporadas entrar en el club 50-40-90. Se refiere a la obtención de porcentajes en temporada regular de más de 50% en tiros de campo, 40% en triples y 90% en tiros libres. Desde que se empezara a contar en la temporada 79-80 con el porcetaje de tiros de tres puntos, sólo han conseguido contabilizar esto en temporada regular cinco jugadores, repitiéndolo en varios años, además del ya mencionado Nash: Larry Bird, Mark Price, Reggie Miller, Dirk Nowitzki y Kevin Durant.

2 veces MVP, cinco máximo asistente, tercer máximo asistente de la historia (10.335), ocho veces All-Star, siete veces en alguno de los tres mejores quintetos de la liga.

Steve Nash no era un base normal, en un campeonato dominado por la potencia y el músculo, directores de juego anotadores, rápidos y con capacidad romper defensas con el primer paso hacia el aro. Nash era la inteligencia y el entendimiento del juego por encima del tema físico, encontrar el hueco para dejar al compañero franco de cara a canasta. Y lo más difícil todavía, que el balón pudiese entrar por esa pequeña grieta en la defensa.

En una defensa atenta y con permanentes ayudas, suele haber un defensor que se adelante a la idea de pase del base. Con el canadiense, cuando todo el mundo miraba a lo evidente, él rizaba el rizo para que el balón se introdujera en un túnel de viento hasta el hombre libre. La antítesis a lo fácil, lo difícil y efectivo solo para los tocados por la varita de los tres ojos en una cancha de baloncesto: veía lo que todos veían, más todo lo que tenía detrás; una visión panorámica de la situación.

www.giantbomb.com

Historia viva

Tercer máximo asistente de la historia de la mejor liga de baloncesto del mundo, superó a Mark Jackson el pasado 9 de abril con su último equipo, Los Angeles Lakers, a los 40 años, contra Houston Rockets. 10.335 su número de pases de canasta, sólo superado por Jason Kidd (12.901) y John Stockton (15.806). Además, es el mejor tirador desde la línea de tiro libre de la historia, con su 90,4%.

Sólo tres equipos en su viaje de 19 años: Phoenix Suns (dos etapas separadas), Dallas Mavericks y Los Angeles Lakers. Fue seleccionado en el puesto 15 del magnífico draft del año 1996, por los Suns. Un draft con jugadores de la talla de Allen Iverson (1), Stephon Marbury (3), Ray Allen(5), Kobe Bryant (13) o Peja Stojakovic (14).

Jugó diez años en los Suns y tres en los Lakers (testimonialmente, debido a sus problemas de espalda que le han hecho salir del profesionalismo), pasando seis en Dallas enmedio de las diez en Phoenix, lo que le permitió volver en su segunda etapa a Arizona ya madurado y acompañado de jugadores solventes como Amar'e Stoudemire, Shawn Marion, Quentin Richardson, Shaquille O'Neal o Grant Hill.

www.ronaldo7.net

Sus dos condecoraciones de MVP de la temporada las consiguió en las temporadas 2004-05 y 2005-06, en la mejor época de los Phoenix Suns, tras pasar por Dallas, bajo la tutela de Mike D'Antoni, entrenador siempre admirado por él.

"Será siempre doloroso que los aficionados de los Suns no hayan podido saborear la victoria durante nuestra época", comentó Nash."Echo la vista atrás y pienso: "podría haber hecho un tiro más, no perder un balón o dar una mejor asistencia", pero no me arrepiento de nada. El pabellón estaba siempre lleno y apretando. Fue la etapa de mi vida".

Su carrera reventó, como se nombró anteriormente, tras su llegada a Dallas Mavericks, entrenado por Don Nelson, y con Dirk Nowitzki recién llegado a la liga. Dos jóvenes jugadores que le dieron un mordisco a la liga y se hicieron un hueco para muchos años.

En su última temporada en Dallas, 2003-04, antes de volver a Arizona, su promedio fue de 8,8 asistencias. Tras esa temporada, las ocho temporadas que siguieron, siempre promedió por encima de 9,7 pases por noche, consiguiendo su tope de 11,6 en el año 2007, aunque no reeditó su MVP, en manos esta vez de su ex-compañero, Dirk Nowitzki.

Nacido en Sudáfrica, de padre inglés y madre galesa, y desde muy pequeño, creciendo en Canadá, estudiando en British Columbia y en la universidad de Santa Clara, donde le tienen retirado su número 11. Un apasionado del trabajo en su profesión, pero también un enamorado del deporte; nunca ha escondido su pasión por el fútbol y el hockey (es co-propietario de los Vancouver Whitecaps FC, de la MLS). En el concurso de mates de 2005 colaboró con su compañero Amar'e Stoudemire, dejando pinceladas de su talento futbolístico.

¿Qué hará? La pregunta más repetida en el rival

Una oda al baloncesto permanente que deja las canchas para no volver. Su deseo es el de seguir ligado al deporte, según comunicó él mismo. Pero pasarán años y años hasta ver a otro de su calaña, un hipnotizador con el yoyó en sus manos, ese jugador alrededor del cual formar un equipo ganador. Su ídolo siempre fue Isiah Thomas; ahora, el ídolo es él, estimado el noveno puesto de los mejores bases de todos los tiempos, en un ranking elaborado por la ESPN en el año 2008, cuando aún le quedaba mucho baloncesto en sus manos (dos temporadas más como máximo asistente).

En 2005 fue condecorado con el Lou Marsh Trophy, un trofeo que se otorga solo una vez por jugador en Canadá, al mejor atleta, indistintamente hombre o mujer. El Lionel Conacher es el trofeo a mejor atleta masculino canadiense, y ese galardón ha caído en sus manos tres veces, en 2002, 2005 y2006.

www.zimbio.com

Un referente en el momento de la globalización de la NBA, en la expansión de la liga, que ha resultado ser el espejo en el que se miran gran cantidad de playmakers que comienzan su andadura en la mejor liga de baloncesto del planeta. Mensajes de todos los colores de muchos jugadores, como Stephen Curry, su ex-compañero Vince Carter, Joakim Noah, Goran Dragic (refiriéndose al base canadiense como "su mentor") y Kyle Lowry, entre otros, despidiéndole y deseándole suerte allá donde vaya.

La lírica a la hora de llevar un contraataque, de intentar un pick and roll, de buscar al hombre libre. "Dame el balón, que yo te la doy para que anotes al otro lado de la pista, sin oposición y completamente solo". Eso es la figura de Steve Nash.

Que tenga suerte en sus próximas andaduras el eterno número 13 de Phoenix (se espera que sea miembro del Hall of Fame, sin duda), suerte que no tenía en la cancha cuando jugaba, porque no le era necesaria. La suerte se suple con el talento. Un ganador sin premio, pero que ha dejado una impronta muy fuerte para las futuras generaciones. Los que no hayan visto vídeos suyos, que los vean, porque quizá descubran a un ídolo para toda la vida.