En el Madison Square Garden de Nueva York se veían las caras los New York Knicks, un equipo que ya no se juega nada en estas últimas semanas de competición y que no estará en la postemporada por segundo año consecutivo, y Los Angeles Clippers, que se encuentran en plena lucha por los puestos de cabeza de la clasificación en la Conferencia Oeste. Los neoyorquinos venían de perder en ocho de los últimos diez partidos que han disputado, mientras que el conjunto angelino estaba inmerso en una racha de cuatro victorias consecutivas.

El técnico local, Derek Fisher, presentaba hasta cinco bajas; las ya sabidas de Carmelo Anthony y José Calderón, además de Travis Wear, Tim Hardaway Jr. y Alekséi Shved. Por su parte, Doc Rivers tenía dos ausencias en la segunda unidad del equipo, Jamal Crawford y Nate Robinson. Los antecedentes favorecían al conjunto californiano, que había salido victorioso en el único enfrentamiento entre estos dos equipos en lo que llevamos de temporada, aunque en aquella ocasión el encuentro se disputó en el Staples Center de Los Ángeles.

Los Clippers al comando

Después de unos primeros minutos con ritmo bajo de juego, los Clippers comenzaron a llevar el peso del partido con Chris Paul dirigiendo las operaciones. Mediado el primer cuarto los angelinos ya ganaban de doce puntos, 4-16, gracias a las canastas de Redick desde el perímetro y a la conexión Paul-Jordan. Barnes también contribuyó con varios triples, mientras que Griffin no estaba teniendo su noche, frenado con faltas por la defensa neoyorquina.

Los Knicks se mantenían en el choque como podían, con Thomas llevando la manija anotadora. El conjunto californiano dominaba en todas las áreas del campo, sobre todo en la pintura, donde DeAndre Jordan campó a sus anchas durante todo el encuentro. Al final del primer periodo se llegó con ventaja para los visitantes, 17-28, que habían lanzado por encima del 50% en tiros de campo (12-21 TC) en estos primeros doce minutos de choque.

Solo un equipo en la pista

En los compases iniciales del segundo cuarto, y con la segunda unidad de ambos equipos en el campo, los Knicks se mantuvieron en diferencias que oscilaban entre los diez y los quince puntos, 27-40. Sin Paul en cancha, que había repartido nueve asistencias en el primer periodo, Rivers era en el encargado de dirigir las operaciones.

Con la vuelta de los titulares la diferencia se disparó, gracias a un parcial demoledor de 4-19 en los últimos cinco minutos. Paul jugaba sin ninguna oposición, asistiendo y haciendo jugar a sus compañeros, Redick anotaba desde el perímetro, y Jordan y Griffin dominaban la pintura, llevando a los suyos al más treinta en el marcador, 33-63, al final del segundo periodo. DeAndre Jordan nos dejaba uno de los mates de la noche antes de la finalización de la primera parte, en la que los Clippers tuvieron un gran porcentaje de acierto en el tiro a canasta, 24-42 TC (57%), que contrasta con el pobre 27% de acierto de los locales (10-36 TC).

Partido sin historia

Tras el paso por los vestuarios el guión del encuentro no cambió ni un ápice. Los angelinos dominaban el juego a su antojo, con Paul (11 puntos y 16 asistencias) dirigiendo las operaciones. Los Clippers llegaron a disfrutar de ventajas de cuarenta puntos, 48-88, aumentando aún más su acierto en el tiro a canasta, ante la pasividad y la fragilidad de la defensa local.

Griffin (14 puntos) y Jordan (14 puntos y 10 rebotes, 7-7 TC) causaban estragos desde la pintura, mientras Paul, Redick (17 puntos) y Barnes (11 puntos) anotaban desde el perímetro, bien secundados por un gran Austin Rivers (21 puntos, 9-10 TC). En los Knicks el ataque dependía de dos jugadores, Thomas (14 puntos) y Early (18 puntos), que fueron los únicos que mostraron su mejor cara en la faceta ofensiva. El tercer cuarto llegaba a su fin con los angelinos mandando por 36 puntos, 54-90.

En el último y definitivo periodo, Doc Rivers optó por dar descanso a sus hombres más importantes, incluido DeAndre Jordan, que había anotado 14 puntos sin fallo (7-7 TC), aumentando su porcentaje de acierto en tiro a canasta hasta el 71.3%, muy cerca del récord de toda una leyenda de la liga como Wilt Chamberlain (72.7%). El encuentro llegaba a su fin con un claro 80-111 para los Clippers, que sumaban su quinta victoria consecutiva, manteniendo la quinta plaza de la clasificación en la Conferencia Oeste. En el caso del conjunto de la “gran manzana”, sufren su quinta derrota seguida y continúan, una semana más, en el último puesto de la Conferencia Este y de la liga, aunque con cada vez más opciones de llevarse el próximo número uno del Draft.

Ambos equipos volverán a la acción en la jornada del viernes. Los New York Knicks recibirán la visita de Boston Celtics, mientras que Los Angeles Clippers tendrán que viajar hasta Philadelphia para medirse a los Sixers, en busca de la sexta victoria consecutiva.


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