En el Staples Center de Los Ángeles de veían las caras, por segunda vez en las últimas 48 horas, los dos equipos de la ciudad angelina, Los Angeles Clippers y Los Angeles Lakers. Los locales venían de ganar sus tres últimos partidos y tan solo habían sufrido una derrota en las últimas diez jornadas, mientras que los Lakers llegaban al encuentro inmersos en una racha de tres derrotas consecutivas y camino de convertirse en uno de los peores equipos de la historia de la franquicia.

El técnico local, Doc Rivers, contaba con toda la plantilla a su disposición, incluido Jamal Crawford, que volvía a las canchas tras perderse los últimos 17 partidos. Por su parte, Byron Scott presentaba hasta siete bajas; Carlos Boozer, Wayne Ellington, Jordan Hill, Nick Young, Ronnie Price, y las ya sabidas de Kobe Bryant y Julius Randle. Los antecedentes favorecían a los Clippers, que habían salido victoriosos en las tres ocasiones en las que se han visto las caras esta temporada, y además no saben lo que es perder ante sus vecinos desde el mes de octubre de 2013.

Resisten los Lakers

En los primeros compases del encuentro el alto ritmo de juego provocó fallos e imprecisiones en ambos bandos, con los Lakers mandando en el marcador gracias al acierto de Lin desde el perímetro. Con el paso de los minutos los Clippers se hicieron con el mando del partido, que ya no dejarían hasta el final del encuentro. Redick, con 14 puntos en el primer cuarto, lideraba la anotación de los suyos, mientras los visitantes dominaban el rebote ofensivo, lo que les permitían mantenerse a un margen que oscilaba entre los tres y los seis puntos.

Un parcial de 7-0 favorable a los de Byron Scott apretaba el electrónico a la finalización del primer periodo, 23-21, aunque el porcentaje de acierto de los Lakers estaba en un pobre 33% (2-10 T3). Los locales estaban perdiendo la batalla en la pintura, donde su rival dominaba el rebote y la anotación desde la zona, a pesar de contar con un imperial DeAndre Jordan, máximo reboteador de la liga con más de 15 capturas por encuentro.

Los Clippers al comando

Con la segunda unidad de ambos equipos en la cancha, los Lakers lograron mantener la desventaja en torno a los cinco puntos, liderados por Clarkson y por un batallador Black. Blake Griffin tomó las riendas de la anotación, llevando a los suyos su mejor momento de juego de la noche, capitaneados por Chris Paul desde el puesto de base. Los Clippers comenzaron a disfrutar de ventajas que rondaban la decena de puntos, 35-28, y solo su poca intensidad en defensa les impedía dar un golpe casi definitivo al partido.

Los pupilos de Rivers se hicieron con el control del rebote, lo que les permitió desarrollar su juego rápido que desarboló a la defensa visitante. Los Clippers llegaban al descanso con una cómoda ventaja en el marcador, 50-39, aunque la diferencia podía haber sido mayor dado el bajo porcentaje de acierto de los Lakers en el tiro, con un paupérrimo 15% en triples (2-13 T3) y un 30% en tiros de campo (14-46 TC).

Emoción hasta el final

Tras el paso por los vestuarios el guión del encuentro seguía siendo el mismo, con los locales por delante en el marcador, mientras los Lakers luchaban por no descolgarse y así mantener intactas sus opciones de victoria. Chris Paul (19 puntos y 10 asistencias) y Blake Griffin (27 puntos) lideraban la ofensiva de los Clippers, que seguían cometiendo los mismos errores de la primera parte, dando facilidades en defensa a su rival, lo que les impedía romper el encuentro, 72-61.

Ante la pasividad de la defensa local emergió la figura de Clarkson (20 puntos), que lideró a los suyos y apretó el marcador en los compases finales del tercer cuarto, 76-69. Los Lakers habían llegado a perder de doce puntos, pero afrontaban el último y definitivo periodo con opciones de victoria, gracias al gran esfuerzo de hombres como Black (16 puntos), Lin (14 puntos) o el propio Clarkson.

Los Clippers mantuvieron el mando en el marcador durante todo momento, con diferencias que oscilaban entre los cinco y los nueve puntos, y con Paul dirigiendo las operaciones. Los Lakers no tiraron la toalla y llegaron a situarse a tan solo dos puntos, 87-85, con más de seis minutos de juego por delante. Un parcial de 8-0 favorable a los locales, comandado por Griffin y Redick (27 puntos), les volvía a situar con una cómoda ventaja para afrontar la parte final del partido, 96-88.

Los hombres de Byron Scott no dejaron de luchar y apretaron aún más el marcador a falta de 40 segundos para el final del choque, 98-94. Ya en los compases finales, y desde la línea de tiros libres, los Clippers acabarían de certificar la victoria, la novena en los últimos diez partidos. Con este triunfo los hombres de Rivers marcan un nuevo hito en la historia de franquicia, tras derrotar a los Lakers en siete ocasiones consecutivas, y se afianzan en la quinta plaza de la clasificación en la Conferencia Oeste. Mientras que los visitantes sufren una nueva derrota, la número 57 de la temporada (20-57), y una semana más continúan en la zona baja de la tabla en el Oeste, solo por delante de los Minnesota Timberwolves (16-61).

Los Angeles Clippers no volverán a la acción hasta la jornada del sábado, cuando reciban en el Staples Center a los Memphis Grizzlies, en un duelo clave en la lucha por los puestos de cabeza en la Conferencia Oeste. Por su parte, Los Angeles Lakers tendrán la oportunidad de volver a la senda de la victoria en la noche de hoy, en la que tendrán que viajar hasta Colorado para enfrentarse a los Denver Nuggets.