Suena el timbre que indica el final de la temporada regular, cuando parece que todo empezó ayer. Y aún, a falta de un partido por disputarse, hay más de una batalla abierta en la mejor liga de baloncesto del mundo. Las primeras posiciones de la Conferencia Oeste siguen bailando, entre Rockets, Spurs y Clippers, con los ya sabidos primeros Warriors. Pero más abajo, en el puesto que separa el éxito del fracaso, se vive un duelo más importante si cabe. Pelicans y Thunder se baten el cobre, entre el mérito de los de Nueva Orleans y la obligación de los de Oklahoma. Pero no solo en el Oeste, en el otro lado del país, Nets y Pacers buscan ser el que se enfrente a los Hawks en la primera ronda.

Comenzando por la conferencia con más victorias, Oeste, con los equipos más temibles, el rival de los Warriors de Steve Kerr se decidirá esta madrugada. Oklahoma City Thunder se enfrenta a Minnesota Timberwolves, en un partido mucho más asequible que su competidor. La victoria no se debería escapar para los de Scott Brooks para ser octavos, necesitando una derrota de los Pelicans para superarles en la clasificación. Dos victorias de los últimos cinco encuentros, en Minneapolis, ante un grupo de jóvenes sin presión.

Desde 2004 con Tracy McGrady, ningún máximo anotador de la temporada regular se ha quedado fuera de los playoffs. Russell Westbrook es el máximo anotador de este año.

Ambos equipos se encuentran con 44 victorias y 37 derrotas, habiendo ganado el equipo de Monty Williams tres de sus cuatro partidos en la temporada regular. Por ello, un empate en el ratio victorias-derrotas, clasificaría a los pelícanos para la postemporada. Los de Luisiana no lo tendrán tan sencillo para ganar la madrugada del miércoles. Jugarán contra los San Antonio Spurs, el equipo más en forma de la competición, con 21 de los últimos 24 partidos ganados. Juegan en casa, lo que les daría una esperanza, para culminar una temporada sorprendente, con lesiones y altibajos, aprovechándose del mal ajeno al máximo.

Lo peligroso de ese partido contra los tejanos es que Tim Duncan, Manu Ginobili, Tony Parker y compañía no jugaron ningún partido la pasada madrugada, por lo que no se les daría descanso por una supuesta acumulación de minutos, de esas que a Gregg Popovich no le interesan. Los de San Antonio se juegan asegurar la tercera posición, a la que accederían con una victoria, ya que no pueden ser segundos, aunque empatarían con los Clippers, teniendo perdido el basket average con los californianos.

Lo de Oklahoma es más serio y es que puede salir a revivir una maldición que no se veía en la NBA desde el año 2004. El máximo anotador de la temporada regular no se queda sin disputar playoffs desde que lo hiciera Tracy McGrady en la temporada 2003-04, jugando para Orlando Magic. El base promedia 28 puntos por partido, por los 27,5 de su más inmediato perseguidor, James Harden. Difícil entender como una baraja de jugadores como la que maneja Scott Brooks pueda quedarse sin jugar las eliminatorias por el título, la última y fatídica jornada decidirá el devenir de la temporada, en la madrugada del 15 al 16 de abril.

Conferencia Este: jueces, Orlando Magic y Memphis Grizzlies

Dando el salto a la Conferencia Este, también se vive una situación similar a la del Oeste. Brooklyn Nets e Indiana Pacers los implicados, con la situación algo diferente a la de Pelicans y Thunder. Los que dependen de sí mismos en este caso, son los Pacers, que viven en la octava posición, con una victoria más que los del distrito de Nueva York. 38 victorias de los de Indianapolis por las 37 de los de Brooklyn.

Los partidos en los que se jugarán todo, también se prevén dispares, ante equipos de perfil opuesto, pero de infarto. Brooklyn Nets - Orlando Magic, ya sin aspiraciones ni opciones de hacer nada por parte de los de Florida, con el único propósito de maquillar la temporada y mostrarse al mundo del baloncesto, con jugadores jóvenes y pujantes. En principio, deberían dar un golpe sobre la mesa los pupilos de Lionel Hollins, para meter presión a su rival, jugando una hora y media antes (2:00 AM) que sus máximos rivales por los playoffs.

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Los Indiana Pacers no lo tendrán tan sencillo, al jugar a las 3:30 AM en el FedEx Forum de Memphis, ante los Memphis Grizzlies. Unos Grizzlies que han bajado en clasificación y rendimiento en los últimos meses, pero que aún albergan esperanzas de meterse como quintos clasificados de la Conferencia Oeste, ya que, si Dave Joerger pudiera elegir entre cruzarse con Portland Trail Blazers o Rockets/Spurs, casi al cien por cien elegirían la primera opción.

De los cuatro que se la juegan, uno por conferencia juega en casa. Brooklyn Nets y New Orleans Pelicans juegan en sus respectivos pabellones, con el calor de su público. El baloncesto, más allá del charco, como siempre, apasionante. La última jornada dictará muchas historias que quedarán en la memoria, ocurra lo que ocurra. El primer partido de playoffs de Anthony Davis, el fiasco de Oklahoma City, fin del proyecto de Mikhail Prokhorov en los Brooklyn Nets o la llegada del esperado Paul George en el momento justo, para aupar a los de Larry Bird a disputar la postemporada.

Máxima espectación en una madrugada sin respiro, en la que se sacan las calculadoras y libretas en los banquillos. Noche de transistores en la NBA, en la que no merece la pena dormirse, ya que puede costar caro. Los playoffs llaman a la puerta, pero no de todos...