Chicago Bulls y Milwaukee Bucks daban comienzo a otra de las series por el título de campeón de la NBA. Esta vez eran tercero contra sexto teniendo los de Tom Thibodeau el factor cancha a favor.

No se andan con chiquitas

Tanto Bucks como Bulls decidieron no salir a especular y se mostraron decididos (en el primer minuto de partido ya iban 6-2 para los visitantes) a marcharse en el marcador. La mala defensa de Chicago fue un factor que marcó los primeros minutos. Los Bukcs, por su parte, buscaban superioridad en ataque aprovechando la superioridad física de Giannis Anteteokounpo sobre su defensor Jimmy Butler. El propio Butler fue una de las figuras destacadas de este cuarto, anotando sus primeros nueve puntos sin fallo. El cuarto terminaría con un triple in-extremis de Aaron Brooks contra tabla, un poco precipitado y forzado pero valía los mismos tres puntos que cada triple.

Del querer al poder

A pesar de no mostrar una versión demasiado mala en cuanto a juego y sensaciones, los Chicago Bulls no eran capaces de marcharse en el marcador y lograr una diferencia que les diera cierta tranquilidad. Sin ningún jugador que realizara una actuación fuera de lo común, los Bucks le aguantaban el pulso a un equipo teóricamente (por récord y plantilla) mejor. Una muestra de las incomodidades que atravesaban los Bulls fue la falta flagrante señalada en el segundo cuarto a Taj Gibson por proporcionarle un codazo a OJ Mayo cuando el pívot de los Bulls trataba de proteger el balón de las manos rivales tras coger un rebote.

El partido continuó su curso y pasamos de un periodo de igualdad debido al acierto en ambos bandos, a otro en el que las imprecisiones y los fallos se convirtieron en la nota dominante. Especialmente destacaron las faltas e interrupciones. Cuando todavía restaban ocho minutos para terminara el tercer cuarto, el sophomore griego de los Bucks, Giannis Antetokounmpo, ya llevaba cuatro faltas. Un triple de Derrick ampliaba la distancia de los locales y ponía el 69-59 en el marcador. Aunque este triple fue respondido a la jugada siguiente por los Bucks, el base titular de los Bulls logró otro triple a la jugada siguiente estableciendo el 72-62. El tercer cuarto fue muy bueno para Derrick Rose en el que le dio tiempo de además marcar su tercer triple en este periodo y poner un 77-66 en el marcador que daba cierta tranquilidad a los seguidores de los Chicago Bulls.

Sin ningún jugador que realizara una actuación fuera de lo común, los Bucks le aguantaban el pulso a un equipo teóricamente (por récord y plantilla) mejor

Saber controlar la situación

Se llegaba al último cuarto con ventaja para los Bulls pero con la sensación de que no eran claros dominadores del encuentro. Los Milwaukee Bucks trataron por todos los medios de reducir la distancia y poder optar a llevarse el partido pero no estuvieron acertados de cara al aro. Chicago no se relajó pero si se pudieron ver jugadores mas relajados en el sentido de que no hacía falta ofrecer una versión descomunal para asegurar el partido. Los Bulls supieron manejar el tiempo del partido y mantuvieron el 91-79 en el marcador durante un largo periodo, y cuando este marcador se desequilibraba ahí aparecían jugadores decisivos como Mike Dunleavy para normalizar la situación.

El pívot francés de los Bulls, Joakim Noah, tuvo problemas con las faltas ya que a falta de 8:25 para que concluyera el partido acumulaba cinco faltas; por lo que Tom Thibodeau tuvo que recurrir a planes secundarios y Pau Gasol cubrió el hueco de Noah.

El tiempo corría en contra de los visitantes y los dos triples de Mike Dunleavy que ponían el 99-85 en el marcador , fueron un obstáculo insalvable para los visitantes.

Al final los Bulls consiguen el primer punto de la serie gracias a una victoria ante su público y ofreciendo una muy buena imagen y buenas sensaciones, aunque evidenciaron puntos a mejorar a la hora de jugar contra equipos mejor posicionados. Estos problemas encuentran su explicación en el hecho de que el quinteto presentado para este partido a pesar de ser el titular normal, solo ha podido ser presentado en unos veinte partidos en toda la temporada regular. Si les respetan las lesiones y consiguen engrasar del todo la máquina serán un equipo temible al que nadie querría cruzarse.

Mientras los Bucks deben apurar todas sus opciones a pesar de no ser favoritos. Son un equipo joven, con margen de mejora amplio pero que puede ofrecer una buena imagen de conjunto ya.

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Javier Jiménez Montoya
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