Golden State Warriors venció a New Orleans Pelicans por 119-123 tras una prórroga en el encuentro que ambos disputaron en el Smoothie King Center. El partido era correspondiente a las eliminatorias de 1ª ronda de los Playoffs 2015, donde los Warriors lideran 3-0 ante los Pelicans.

Los visitantes remontaron 20 puntos en el último cuarto para empatar y llevar el partido a una prórroga donde supieron imponerse a su rival. Steph Curry, de nuevo el mejor: 40 puntos.

Remontada de campeón

El ambiente era el de las grandes noches. Lleno absoluto en el Smoothie King Center, con los aficionados locales vestidos con la indumentaria alternativa de su equipo: roja. Monty Williams se había quejado de que el pabellón de su rival es muy ruidoso, quizá mandándole un mensaje a los fans de su equipo para que hicieran lo mismo una vez llegara la hora. Y lo hicieron.

Eléctrico inicio, que daba una dimensión de que iba a ser un partido imperdible. Los Warriors cogieron el mando con los “Splash brothers” a tope, sobre todo con un Thompson muy acertado desde fuera. Anthony Davis era quien mantenía a duras penas a NOLA en los primeros compases, ya que los de Oakland estaban tirando muy fuerte del carro. Tyreke Evans se ponía a tono para ayudar a su compañero, pero no fue hasta la salida del dúo de bases que conformaron Jrue Holiday y Norris Cole cuando los Pelicans pudieron mejorar. Y vaya si mejoraron. Los Warriors estaban dominando con rentas de 5-7 puntos durante casi todo el cuarto, pero con Holiday & Cole las ventajas se redujeron y pasaron a ser desventajas (de uno, concretamente, al final del cuarto: 26-25).

Todo era de color de rosa más que de color rojo para Nueva Orleans. El parcial de 19-0 en cinco minutos y medio con el que se sumergían en el 2º período era elocuente. Y había más jugadores que se unían a la causa, como Ryan Anderson. Anderson fue el que lideró a su equipo en estático en estos minutos, y es que anotaban también muchos puntos en transiciones y contraataques. Los locales estaban pasando por encima al equipo de Steve Kerr y la atmósfera del pabellón comenzaba a ser una descripción gráfica perfecta. Los Warriors enlazaban acciones sueltas de mérito, pero no estaban consiguiendo labrar sus jugadas habituales. A pesar de todo esto, 63-52 era un resultado demasiado condescendiente con Golden State al descanso.

Los quince minutos reglamentarios no enfriaron los ánimos ni las muñecas. Todo siguió su curso, en el que el octavo clasificado del Oeste le estaba ganando fácil al campeón de la NBA en liga regular. 10-0 de parcial, con los californianos fallando ocho tiros seguidos, ampliaba más el espectro de partidazo de Anthony Davis y demás. Klay Thompson era quien más luchaba porque el partido no se les fuera, pero estaba siendo una empresa difícil. Las ventajas ya rondaban los quince. Curry también anotaba lo suyo, pero la aparición de más actores de NOLA -como Dante Cunningham- para cerrar el aro llevaba a un 89-69 al final del tercer cuarto.

20 puntos de diferencia. Parecía casi decidido, pero no. Y eso que los Pelicans aguantaron bien el chaparrón, con una exhibición de tiro de Ryan Anderson como mejor arma, sin dejar que se redujera más de cinco puntos su ventaja durante más de la mitad del cuarto. No fue suficiente, y los Warriors demostraron por qué son el gran favorito para ganar el Anillo este año. Cada jugador que salía aportaba algo, ahora sí, y el marcador comenzaba a tintinear con lo que estaba viendo. Livingston, Barnes, Thompson, Green…y Curry. Sobre todo, Curry. El virtuoso base se estaba jugando todos los triples, pero el apelmazamiento de la defensa rival hacía que los rebotes de sus tiros acabaran en canasta. Eso cuando no metía. Porque metía. En los últimos veinte segundos, con los Pelicans 5 puntos arriba, anotó un triple. En los últimos diez segundos, con los Pelicans, 3 puntos arriba, tiró otro triple pero falló, y el rebote -como decíamos- de la misma jugada fue a parar a la esquina donde él estaba para (esta vez sí) anotar el triple salvador de la igualada casi cayéndose. La secuencia fue espectacular. 108-108, con una prórroga de cinco minutos más por jugarse.

Curry ya estaba muy caliente tras lo que había hecho, y supo rematar la faena de la mejor de las formas. Tras perder comba, Anderson acercó a su equipo a uno con un triple a falta de un minuto. Curry sentenció desde la línea de personal para acabar con 40 puntos. El encuentro finalizó 119-123.

No defrauda

Pese a que la eliminatoria está encarrilada para Golden State Warriors con 3-0 a su favor, los partidos están siendo muy competidos. New Orleans Pelicans han dado un paso al frente, con el mejor Anthony Davis, y están tratando de tú a tú al nº1 de la Conferencia Oeste.