Cleveland Cavaliers ya están en la segunda ronda de los Playoffs 2015 después de barrer por 4-0 a Boston Celtics en la primera fase. Los hombres de David Blatt lograron su pleno de victorias con un cuarto partido en el que bastó la aparición en los momentos oportunos de LeBron James y Kyrie Irving, y ya esperan rival en la siguiente eliminatoria. En Ohio sobraban los ases y las manos ganadoras, y en Massachusetts no tenían más que inofensivos faroles difíciles de ocultar.

Los altos abren fuego

No necesitaron los Cavaliers a sus estrellas al máximo nivel para reivindicar su superioridad. Boston realizó una buena presión defensiva sobre James e Irving, así que fue Mozgov el que adquirió protagonismo. El equipo de David Blatt dio balones a su pívot y este respondió contribuyendo a un goteo constante de puntos que construyó la primera ventaja de los visitantes.

Mientras Mozgov asumía galones en Cleveland, los Celtics también agradecieron la aportación de otro hombre alto: Tyler Zeller. El pívot se supo desenvolver bien bajo el aro para contrarrestar las acciones de su pareja de baile en la zona, y junto a Sullinger lograron que el tanteo no se desequilibrase en exceso. El equipo de Ohio, además, pagó un caro peaje: Olynyk lesionó en el hombro a Love después de un encontronazo y el ala-pívot no regresó a pista.

James no quiere debate

Cleveland quiso marcar distancias en el inicio del segundo cuarto. Los hombres de Blatt implicaron a Mozgov para generar puntos en la zona y buenos bloqueos, y lograron así desplegar un juego con alternativas en el que el pívot ruso y LeBron James marcaban el tempo. Apoyados además en una defensa activa y especialmente rocosa en la pintura, los visitantes se despegaron con un parcial de 0-12.

A pesar de que los Celtics trataron de responder con un parcial de 7-0, 'Los Orgullosos Verdes' no fueron demasiado convincentes en ataque, con pérdidas, irregularidad y cierta precipitación. Los Cavaliers, mucho más asentados sobre el parqué y con las ideas más claras, no permitieron que su jerarquía fuese cuestionada. James guió a la escuadra de Ohio para que no se desviara del camino a seguir, ni siquiera después de una pelea entre Perkins y Crowder que acabó con el pívot de Cleveland lanzando un puñetazo a su rival. Así, los nueve tantos en el segundo cuarto de The King fueron el principal argumento para seguir manteniendo un colchón de puntos al descanso: 36-57.

Golpes e intentos de remontada

El pique entre los dos equipos volvió tras el descanso: Crowder recibió otro sucio manotazo, esta vez de Smith. El TD Garden aplaudió a su gladiador, que se retiró lesionado al vestuario después de haber sido golpeado y haber sufrido heridas de guerra. Su baja, sin embargo, tuvo su 'premio': JR Smith fue expulsado por falta flagrante de segundo nivel. Pocos segundos después, Irving cayó sobre la primera fila de la grada y derribó a varios aficionados, y en la misma jugada, Bass realizó un potente mate al rebote ofensivo que hizo enloquecer al estadio. La grada, caliente por las peleas en la cancha y tantos disparates seguidos, se encendió con energía.

Durante el tercer periodo, el ímpetu de los Celtics redujo la diferencia a menos de dos dígitos. Thomas atacó desde la segunda línea para anotar 11 puntos en el cuarto, y Boston aprovechó la desconexión de James (2-7 en tiros de campo en el periodo) e Irving (1-6 en tiros de campo) para acechar a su rival. Un palmeo de Sullinger sobre la bocina cerró el cuarto y estableció la desventaja en nueve puntos.

El dúo de Cleveland vale un 4-0

Si querían soñar con el 3-1 en la serie, los locales debían mantener en los últimos 12 minutos su defensa de perímetro para contener a Irving y James. Sin embargo, los hombres de verde no pudieron resistir la reacción de las dos estrellas de Cleveland, que ni se plantearon alargar la eliminatoria más de lo debido.

Base y alero destrozaron a los locales atacando a su defensa de perímetro, y lo hicieron rompiendo líneas para encontrar situaciones de tiro y penetraciones cerca del aro. Así, su calidad individual hizo que anotaran diez puntos cada uno y solo 11 el resto del equipo en el cuarto, y lograron que la ventaja construida anteriormente no menguara.

La regularidad de un aspirante a campeón como Cleveland mató el partido y la serie. Los últimos minutos fueron un mero trámite, con el TD Garden sin esperanzas y consciente de que la aventura de los playoffs, a pesar de haber ilusionado a Boston, no era más que un viaje corto. Los Cavaliers, con la autoridad que se les presuponía, ya están en la siguiente ronda.