Con todas las eliminatorias de primera ronda decididas se llegaba a un séptimo partido que iba a dejar a un equipazo (Clippers o Spurs) fuera de la carrera por el anillo a las primeras de cambio. Sin bajas sensibles, los dos equipos llegaban al Staples Center sabiendo de la importancia de un partido que mandaría a casa a principios de mayo a un equipo que en temporada regular había conseguido mas de 50 victorias.

Primera mitad con igualdades y desigualdades

Los primeros doce minutos transcurrieron con la igualdad que se esperaba en un partido de tal magnitud. Al margen de pequeñas rachas que concedían ventajas de poco mas de 5 puntos, los dos equipos se mantenían dentro de un margen bastante pequeño con casi idéntico marcador y sensaciones en su juego. El movimiento de balón, que siempre caracteriza a los Spurs, se hacía notorio y daba como resultado diferentes canastas de varios jugadores a pesar de que Tim Duncan fuera el pilar fundamental en anotación y distribución de juego.

Los Clippers también se mantuvieron dentro de esta denominada "normalidad" sin despegarse en el marcador y manteniendo el juego que les había traido hasta esta situación de la temporada. Sin embargo, todo iba a cambiar cuando faltaban un minutos y 52 segundos para terminar el primer cuarto ya que Chris Paul se marchaba a vestuarios tras notar un pinchazo cuando subía la pelota hacia campo contrario, al base solo le había dado tiempo de anotar cinco puntos y de dar tres asistencias en los poco mas de diez minutos que había podido estar sobre la pista.

Los San Antonio Spurs comenzaban el segundo cuarto ampliando el parcial de 6-0 con el que habían finalizado los anteriores doce minutos y hacían el 8-0. En los Clippers destaca la confirmación del turco Turkoglu como parte importante de la rotación de Doc Rivers. Una rotación en la que se pudo ver a Austin Rivers en el rol de escolta y a Jamal Crawford asumiendo las labores de base ante la falta de Chris Paul. Durante el inicio de este cuarto los dos equipos mantuvieron muchos minutos en pista un quinteto pequeño con Griffin y Diaw como hombres mas altos y Leonard y Barnes como teóricos cuatro. Dentro de la rotación Gregg Popovich un hombre muy importante siempre es el argentino Manu Ginóbili que, sin embargo, no estuvo demasiado acertado en los nueves minutos que estuvo en cancha sin anotar ninguna canasta.

Todo iba a cambiar cuando faltaban un minutos y 52 segundos para terminar el primer cuarto ya que Chris Paul se marchaba a vestuarios tras notar un pinchazo cuando subía la pelotada hacia campo contrario

A mitad del cuarto se podía ver cómo Chris Paul regresaba de los vestuarios para alegría de los aficionados locales. Tras probarse y calentar durante un corto periodo de tiempo, Doc Rivers tomaba la decisión de volver a meter a Paul en el partido. Visiblemente molesto y limitado, Paul no forzaba mas de la cuenta y además iba a ser defendido por Kawhi Leonard, recientemente nombrado mejor defensor del año. En ataque era Tony Parker el que insistía sobre el mermado Paul mediante bloqueos, desplazamiento lateral y toda clase de movimientos que supusieran un handicap para número tres de los Clippers. A pesar de todo esto, los Spurs no se centraron únicamente en incidir sobre Paul en ataque y continuaron mostrando ese movimiento de balón que tanto caracteriza a los tejanos.

Cuando faltaban 38 segundos para que los dos equipos se fueran a vestuarios el marcador reflejaba un 53-52 favorable a los locales y fue cuando Popovich decidió llevar cabo ese hack DeAndre Jordan y mandarlo a la linea de tiros libres (38% en lo que llevamos de serie de acierto desde la linea para el pívot de los Clippers). Jordan iba a fallar los dos tiros libres, pero un rebote ofensivo de Glen Davis y un posterior triples de Jamal Crawford hacían que el plan le saliera mal a Popovich. El parcial de 8-0 con el que parecía que los Clippers llegarían al descanso se vio acortado a un 8-3 gracias a un triple de Boris Diaw que ponía el 57-55 en el marcador con el que se llegaría al descanso.

24 minutos para la gloria

Comenzaban los últimos 24 minutos con un marcador ajustado y dos equipos nada dispuestos a dejarse pisotear por el contrario. Un triple de Paul inauguraba el tercer cuarto y tras un grave error defensivo y cometer su tercera falta, Kawhi Leonard era mandado al banquillo cuando apenas se habían disputado 3 minutos del tercer cuarto. Otro tiple del base titular de los Clippers ponía a su equipo 65-59 arriba y demostraba que a pesar de sus limitaciones físicas seguía siendo una amenaza muy a tener en cuenta.

Sin embargo, los Spurs saben donde hacer daño a su rival y castigaban de una manera muy clara las ayudas largas de su rival con pases rápidos y encontrando al hombre solo, así un triple de Danny Green reducía diferencias y ponía a su equipo un solo punto por debajo. Los Spurs no empezaron ofreciendo su mejor versión y mostraban fallos impropios de un equipo de sus características desaprovechando, por ejemplo, una clara oportunidad en un contraataque de cuatro contra uno.

Los Clippers también iban a tener malas noticias cuando a Chris Paul le daba otro pinchazo en una arrancada ante Boris Diaw pero a pesar del visible dolor y condiciones limitadas, el base se negaba a abandonar la pista. Popovich y los Spurs no ocultaron sus intenciones y rapidamente buscaron un descarado uno contra uno en ataque contra Paul que terminaba con canasta de Parker. En los últimos minutos del tercer cuarto los dos equipos ofrecieron una seria de lanzamientos bastante floja que dio lugar a un 76-76 a falta de diez segundos para terminar.

En ese momento se producía un acción bastante curiosa cuando Austin Rivers cometía una falta sobre Ginóbili en su propio campo y los árbitros concedían tres tiros libres al interpretar que el argentino estaba lanzando en el momento de la falta. Ginóbili iba a anotar dos tiros libres, pero a la jugada siguiente Chris Paul demostraba que seguía siendo una gran amenaza y un triple suyo contra tabla dejaba a su equipo 79-78 arriba para afrontar el último cuarto de la serie.

Los últimos doce minutos empezaban de la forma mas trepidante posible con un triple de los Spurs respondido por Chirs Paul a la jugada siguiente y otro triple posterior de Manu Ginóbili que entraba al partido para colocar a su equipo dos arriba. Mucho mérito tiene también los de Paul que se colocaba con 21 puntos a pesar de sus notorias molestias físicas. A falta de diez minutos para concluir, el marcador reflejaba 84-84 y todo por decidir. Patty Mills decidió insistir mucho en la defensa sobre Chris Paul presionándole desde que recibía en su propio campo.

Un triple de Ginóbili, tras un rebote ofensivo de Leonard después de fallar él mismo un tiro, y un dos mas uno de Danny Green ponía a los visitantes cuatro puntos arribas tras ese parcial de 6-0. Aunque todavía faltaba 5:58 para terminar, Popovich no tardó en poner en práctica ese hack a Jordan. Doc Rivers sentaba a DeAndre Jordan y gracias a una buena defensa de Griffin y un triplazo de JJ Redick los Clippers ponían un 97-97.

El partido se volvió loco en los últimos minutos con triples, Parker incidiendo sobre Paul y un dos mas uno de Duncan tras dos tapones a Danny Green por parte de Matt Barnes que terminaba con otro rebote ofensivo de Diaw y canasta de Leonard. Con todo a favor fallaba Parker teniendo el 105-102 y a la jugada siguiente un triple de Barnes pone el 105-105.

En la jugada siguiente Green tapona a Griffin cuando parecía hecho el mate del pívot y Parker anota tras un rebote ofensivo y coloca a los Spurs dos arriba. Una dudosa falta de Tim Duncan sobre Chris Paul daba dos tiros libres al base de los Clippers que no fallaba y ponía 109-107 arriba a su equipo a falta de trece segundos para la conclusión del tiempo reglamentario. Los Spurs sorprenden lanzando muy rápido y obtienen dos tiros libres para Tim Duncan que anota los dos y deja nueve segundos a los Clippers para intentar romper el 109-109 que acababa de poner en el marcador.

Chris Paul iba a llevar a cabo una de las acciones que serán recordadas a lo largo de lo que queda de playoffs y conseguía una canasta de dos puntos por encima de Tim Duncan dejando tan solo un segundo a los Spurs para intentar evitar su eliminación.

Kawhi Leonard no conseguía anotar la última posesión y se confirmaban los Clippers como semifinalistas de la durísima Conferencia Oeste y se ponía así fin a una eliminatoria que será recordad como una de las mejores que se hayan podido ver con un desenlace de infarto. Spurs y Clippers, Popovich y Rivers, Paul y Parker, Griffin y Duncan... ingredientes que han cocinado un primer plato de los playoffs cuyo sabor será difícil de olvidar.