Segundo asalto de la serie entre Golden State Warriors y Memphis Grizzlies, en la que los de Oakland llegaban con ventaja tras superar claramente a su rival en el primer encuentro. El conjunto de Tennessee buscaba un triunfo en el Oracle Arena, donde tan solo han salido victoriosos dos equipos a lo largo de la temporada regular, que igualase la eliminatoria antes de viajar a Memphis.

El técnico visitante, David Goerger, recuperaba a Mike Conley, después de haberse perdido los últimos tres partidos, por lo que pudo formar con su quinteto de gala, con el mencionado Conley, Courtney Lee, Tony Allen, Zach Randolph y Marc Gasol. Por su parte, Steve Kerr puso en liza a su “cinco” habitual, con el recién proclamado MVP, Stephen Curry, Klay Thompson, Harrison Barnes, Draymond Green y Andrew Bogut.

La vuelta de Conley

Desde los primeros instantes del choque se pudo ver a unos Grizzlies más ordenados y más centrados en ataque, bajo la dirección de Mike Conley. El base de Arkansas fue el líder de su equipo durante toda la noche, pero en especial en los minutos iniciales del encuentro, anotando nueve de los primeros quince puntos de los suyos. Randolph también causaba estragos en la defensa local, que no podía frenar al potente juego interior de Memphis y para colmo veían como Draymond Green se tenía que ir al banquillo lastrado por las faltas, dos en tan solo cuatro minutos.

A pesar del buen hacer de Conley y Randolph, los visitantes no abrirían diferencias importantes en el electrónico hasta bien entrado el primer cuarto, 13-22, debido al acierto de Curry, que ofreció el premio de MVP al público en los prolegómenos del partido. Los Warriors estaban siendo claramente superados en la pintura y no pudieron desarrollar su estilo de juego, pero lograron mantener las distancias al final del primer periodo, 22-28.

Memphis al comando

La segunda unidad de los locales apretó el marcador en los compases iniciales del segundo cuarto, liderados por un gran Leandro Barbosa. Los problemas crecían para Memphis con la tercera falta personal de Marc Gasol, aunque mantuvieron a raya a su rival, a una diferencia que oscilaba entre los tres y los seis puntos. Los pupilos de Steve Kerr no estaban teniendo su día en el tiro a canasta, sobre todo Klay Thompson, que jugó uno de sus peores partidos del curso.

La defensa de los Grizzlies hizo acto de presencia, dejando a los Warriors en un pobre 28% en triples (4-14 T3) tras dos cuartos disputados, y en solo 39 puntos, algo que únicamente habían logrado los San Antonio Spurs en toda la temporada. Golden State llegó al descanso con una desventaja de más de diez puntos, 39-50, después de un parcial de 9-2 favorable a Memphis, con una canasta de Udrih en el último segundo de la primera parte.

Where defense happens

Tras el paso por los vestuarios el encuentro siguió el mismo guión que en los minutos finales del segundo cuarto, con la defensa de Memphis frenando al ataque de los locales que no encontraron su mejor juego en todo el choque. Un parcial de 8-0 favorable a los Grizzlies ampliaba la ventaja hasta más de la quincena de puntos, 45-61, liderados por Conley (22 puntos) y por Gasol (15 puntos).

La entrega de Green (14 puntos y 12 rebotes) y la aportación de Barnes (11 puntos) y Curry (19 puntos, 7-19 TC), permitió a los Warriors reducir la diferencia hasta los diez puntos, 52-62, pero no acababa de enlazar más de tres buenas jugadas, ni en ataque ni en defensa, donde sufrieron el potencial interior de los de Tennessee. Como ocurrió en el segundo cuarto, una canasta de los Grizzlies en los últimos segundos, en esta ocasión de Lee (15 puntos), echó por tierra el trabajo de los locales que se habían situado por debajo de la barrera psicológica de los diez puntos, pero que llegaron el último cuarto con 63-73 en el marcador.

Sin respuesta

El conjunto de Oakland salió decidido a darle la vuelta al partido en el último periodo, a base de entrega y empujados por la hinchada que abarrotaba el Oracle Arena, pero en ningún momento lograron poner contra las cuerdas a los Grizzlies, que se mantenían firmes gracias al acierto de Randolph (ocho puntos en el último cuarto). Las pérdidas de balón (20 en todo el partido) lastraron a los de Steve Kerr durante todo el encuentro, provocando canastas fáciles para Memphis.

La defensa de los visitantes, capitaneada por Tony Allen, desesperó a unos Warriors que lo intentaron hasta el final, pero con más corazón que cabeza. Se llegaron a situar a siete puntos en varias ocasiones, 80-87 a tres minutos de final, pero los de Joerger echaban a bajo su trabajo una y otra vez. Un triple de Conley a dos minutos de la conclusión del choque ponía el más diez en el marcador, 80-90, una diferencia que ya sería insalvable para Golden State, que acabaría sucumbiendo por 90-97. Memphis se convertía en el tercer equipo de la liga que lograba salir victorioso del Oracle Arena en toda la temporada, tras San Antonio Spurs y Chicago Bulls, y dejaba a los de Kerr en su anotación más baja desde el pasado 25 de diciembre, cuando tan solo anotaron 86 puntos en la derrota contra los Clippers en Los Ángeles.

Los locales no sabían lo que era perder cuando dejaban a su rival en menos de 100 puntos, récord de 44-0 cuando esto sucedía, hasta el día de hoy, en el que los Grizzlies controlaron el choque de principio a fin, comandados por un imperial Mike Conley y frenando las embestidas de los Warriors con un gran trabajo en defensa. Ahora la serie viaja a Tennessee donde se disputarán los dos próximos encuentros, el primero de ellos en la jornada del sábado.