Segundo asalto de la serie entre Houston Rockets y Los Angeles Clippers, al que llegaba con ventaja el conjunto angelino tras su victoria del pasado lunes. Un nuevo triunfo de los de Rivers dejaría la eliminatoria cuesta arriba para los tejanos, que estaban obligados a hacer valer el factor cancha y conseguir un triunfo que igualase la serie antes de viajar a Los Ángeles.

El técnico local, Kevin McHale, formó con su quinteto de gala de las últimas semanas de competición, con Jason Terry, James Harden, Trevor Ariza, Terrence Jones y Dwight Howard. Por su parte, Doc Rivers volvía a tener la baja de Chris Paul, por lo que Austin Rivers ocuparía su puesto en el “cinco” inicial, junto con JJ Redick, Matt Barnes, Blake Griffin y DeAndre Jordan.

Mandan los Rockets

Los locales salieron menos concentrados que su rival al parque del Toyota Center, aunque pronto se harían con el control del juego y del marcador. Dwight Howard fue uno de los pilares de los Rockets en los primeros minutos, anotando canastas fáciles en la zona. Mientras, los angelinos basaban el ataque en la aportación de Blake Griffin, que acabaría el primer cuarto con 14 de los 24 puntos de su equipo.

Harden apareció en las postrimerías del primer periodo para ampliar la diferencia por encima de la decena de puntos, 35-24, bien secundado por los hombres de la segunda unidad. Houston dominaba el rebote y estaba disfrutando de un gran día en el tiro a canasta, además de contar con la aportación de todos sus jugadores en ambos lados de la cancha, frenando cualquier intento de remontada de unos Clippers que comenzaban a echar en falta a Chris Paul.

Griffin toma el mando

Con un parcial de 13-4 en los primeros minutos del segundo cuarto, los visitantes recortaron la diferencia hasta el 39-38, liderados por Crawford y con la aportación de Lester Hudson entrando desde el banquillo. Houston comenzó a fallar los tiros que antes anotaba, en especial Harden, y vio como su rival tomaba el mando en el juego y en el marcador, 43-47, con un imperial Blake Griffin, 26 puntos en la primer parte.

El ala-pívot de los Clippers fue el amo del encuentro durante el segundo periodo, anotando en la pintura y desde media distancia, haciendo inútil el trabajo defensivo de los Rockets que no sabían cómo pararle. El conjunto angelino subió su porcentaje de acierto hasta más del 50% (24-45 TC), y llegaría al descanso por delante en el electrónico, 56-65, después de anotar 41 puntos en este segundo cuarto, la mayor cantidad de puntos que reciben los Rockets en un cuarto esta temporada, por tan solo 21 puntos de los locales que habían perdido la fluidez en el juego de los primeros compases del choque.

Reacciona Houston

La segunda parte no pudo empezar peor para los de McHale, con los Clippers marcando el tempo del partido y con James Harden (32 puntos) en el banquillo, lastrado por las faltas. Los californianos no aprovecharon la baja del mejor jugador local, y vieron como su diferencia bajaba con el paso de los minutos. Houston no tenía a su mejor hombre en la cancha, pero subió la intensidad en defensa, frenando a Griffin (34 puntos y 15 rebotes) y controlando la pintura con Howard (24 puntos y 16 rebotes) y Jones (10 puntos).

Ambos equipos estaban sufriendo un mal día en el tiro desde la larga distancia (HOU, 2-17 T3; LAC, 4-20 T3), pero acudían con asiduidad a la línea de tiros libres. Con la entrada de la segunda unidad de los visitantes y la vuelta al parquet de Harden, los Rockets recortaron la diferencia hasta tres puntos, 72-75, y llegarían al último periodo con tan solo dos puntos de desventaja, 83-85. Los de Rivers volvieron a notar la baja de Paul en algunos minutos, ya que toda la aportación ofensiva pasaba por las manos de dos hombres, Griffin y Crawford (19 puntos), bien secundados por la entrega y pelea de Jordan (16 puntos y 12 rebotes) en la pintura.

Aparece Harden

Después de unos tres primeros cuartos un tanto desafortunados, James Harden (anotó 16 de sus 32 puntos en el último cuarto) hizo acto de presencia en el partido para llevar a los suyos al liderato en el marcador, 93-88, bien secundado por Ariza (15 puntos y 13 rebotes) y su acierto desde el perímetro. La gran defensa de los Rockets sobre Griffin se mantuvo en este último cuarto, obligando a Crawford a asumir todo el peso del ataque. Houston comenzó a marcar diferencias en el electrónico, 98-89, gracias a un enchufado Harden y al dominio de la pintura de Howard, aprovechando la baja de DeAndre Jordan al que Doc Rivers decidió dejar en el banquillo para evitar el hack-a-Jordan.

A pesar de que llegaron a perder por hasta diez puntos a poco más de tres minutos para el final, 109-99, los Clippers no le perdieron la cara el partido. Crawford asumió el mando, ayudado por Rivers (10 puntos) en algunos instantes y por el hack-a-Howard, y los angelinos recortaron la diferencia hasta los cuatro puntos, 109-105, con un parcial de 8-0. Con 60 segundos por jugarse, a Harden no le tembló el pulso y continuó llevando todo el peso ofensivo de su equipo, que tenía el partido bajo control. Los angelinos tuvieron su última oportunidad de meterse de lleno en la lucha por el triunfo a treinta segundos del final, pero una pérdida de balón de Austin Rivers dejaba el choque visto para sentencia, 111-107. El escolta local no falló desde la línea de tiros libres y la victoria se quedaba en casa, 115-109.

Los Houston Rockets igualaban la serie en un choque en el que entre ambos equipos acudieron un total de 96 veces a la línea de tiros libres, 64 de ellas por parte del conjunto tejano, el equipo que más tiros libres lanzó en un partido de playoffs desde el año 1993 (64 TL intentaron los Suns contra Seattle), y además los de McHale se convertían en el primer equipo en la historia de la NBA que ganaba un partido en postemporada después de fallar al menos 20 tiros libres y 20 triples.

Ahora la eliminatoria viaja a Los Ángeles donde se disputarán los dos próximos encuentros, el primero de ellos en la jornada del viernes, y en el que los Clippers esperan poder contar con su líder dentro de la cancha, Chris Paul.