Al igual que lo hicieron en el tercer partido de la serie, Los Ángeles Clippers derrotó a Houston Rockets con relativa facilidad. La franquicia angelina estableció una ventaja de dos juegos tras la victoria por 128-95, dejando a sus rivales al borde de la eliminación.

Después de lo que había sido una derrota aplastante en el encuentro anterior, se esperaba que los Rockets salieran mucho más concentrados y con un esfuerzo colectivo mayor. Ese "esfuerzo" fue notorio en el comienzo, pero con el correr del partido los Clippers fueron alejándose cada vez más.

Una, y otra, y otra, y otra vez

Sin lugar a dudas, la imagen del partido fue DeAndre Jordan, sufriendo en la línea de tiros libres. En la previa, Kevin McHale -entrenador de los Rockets- había mencionado que su intención era "embarrar" el juego.

Su declaración fue más que cierta, pues apenas seis minutos después del salto inicial, McHale dio inicio al Hack-A-Jordan. En el primer cuarto, Jordan intentó 14 tiros libres, encestando seis de ellos. La estrategia funcionó para la visita, que logró bajar el ritmo de juego.

De esta forma, la ofensiva local no podía encontrar su ritmo, mientras que del otro lado Trevor Ariza y James Harden comenzaban el encuentro al rojo vivo (ambos anotaron diez puntos en el período inicial).

Seguían pasando los minutos y las faltas intencionales no tardaban en llegar. Clint Capela, Joey Dorsey, Kostas Papanikolau: desde lo profundo de su banca, el director técnico de Houston utilizaba a todos sus hombres para poner a Jordan en la línea.

El pivot terminaría su noche encestando 14 de sus 34 intentos de tiros libresSus 27 lanzamientos desde la línea de los suspiros marcaron un récord en la historia de los Playoffs de la NBA. Casi que la acción que ocurría dentro de la cancha era algo secundario a la imagen de Jordan.

A pesar de esto, los Rockets nunca pudieron extraer una ventaja demasiado amplia, y parecía cuestión de tiempo para que los compañeros del ex alumno de la Universidad de Texas A&M entren en ritmo.

Rivers junior al rescate

Como ocurrió en el partido pasado, el ingreso de Austin Rivers fue la clave. El hijo del entrenador de los Clippers (Doc) le inyectó la dosis de energía que le faltaba al Staples Center. Anotó siete puntos en menos de dos minutos (cerró su noche con 12 y 5-9 en tiros de campo) y puso a su equipo en la delantera.

Si bien no se recuperó en un 100% de su lesión en el isquiotibial, Chris Paul va en camino a ser el de antes. El base estelar volvió a manejar los hilos del ataque de Los Ángeles, siendo vital en el parcial de 13-5 que cerró la primera mitad.

Paul totalizó 15 puntos y 12 asistencias: muchas de ellas terminaron en volcadas para el dúo de Blake Griffin (21 tantos y 8 rebotes para él) y Jordan.

El tercer cuarto terminó 43-25 para los localesLos Clippers comenzaron la segunda mitad como habían terminado la primera: encestando todo lo que tiraban. Rápidamente sacaron una ventaja de doble dígito, poniendo a Houston contra las cuerdas.

La franquicia texana fue demasiado dependiente de Harden, quien no está teniendo una buena serie. Además, los Rockets también tuvieron sus problemas en la línea de tiros libres (15 de 30).

El golpe final

Sobre el final del tercer cuarto, J.J Redick se ocupó de liquidar el partido. El escolta continuó su buena racha triplera, embocando cuatro de sus siete lanzamientos. A falta de 12 minutos de juego, la ventaja era de más de 20 puntos.

El último período estuvo de más. Sólo sirvió para que jugadores como Nick Johnson, Danthay Jones o Ekpe Udoh acumulen minutos en la pos temporada. Las estrellas de ambos equipos se fueron a la banca temprano, a tratar de imaginar estrategias para el quinto juego.

Ahora, Houston deberá remontar un 1-3, más fácil dicho que hecho. Los de McHale podrían ponerle presión a la serie con un triunfo el martes -al menos serán locales-, mientras que los dirigidos por Doc Rivers están frente a una oportunidad histórica: convertirse en el primer equipo de la franquicia angelina en alcanzar las Finales de Conferencia.

VAVEL Logo