Quinto asalto de la serie entre Houston Rockets y Los Angeles Clippers, al que llegaban con una clara ventaja los angelinos, 1-3, después de arrasar a su rival en los dos últimos encuentros. El conjunto tejano estaba obligado a ganar para mantenerse vivos en la eliminatoria, en la que no han podido mostrar el nivel de juego que les llevó hasta el segundo puesto de la clasificación de la Conferencia Oeste durante la temporada regular.

El técnico local, Kevin McHale, introdujo una novedad en su quinteto titular, dando entrada a Josh Smith en lugar de Terrence Jones, acompañando a Jason Terry, James Harden, Trevor Ariza y Dwight Howard. Por su parte, Doc Rivers formó con su “cinco” de gala, con Chris Paul, JJ Redick, Matt Barnes, Blake Griffin y DeAndre Jordan.

Un inicio muy loco

Conscientes de los errores que habían cometido en los dos encuentros anteriores, los Houston Rockets salieron al parquet del Toyota Center con la idea de aumentar el ritmo de juego y convertir el partido en un correcalles. Así fueron los primeros minutos del choque, con ambos equipos lanzando rápido a canasta en posesiones de poco más de diez-quince segundos, aunque los locales disfrutaron de un mejor porcentaje de acierto, ya que los Clippers fallaron nueve de los diez primeros lanzamientos que intentaron.

Con el paso de los minutos el encuentro se fue tranquilizando. Houston dominaba el rebote con Howard, que además era el encargado de llevar el peso ofensivo en este primer periodo, pero no conseguía romper el marcador, 22-20. Por su parte, los angelinos se mantenían en la pelea gracias al acierto de Griffin, en un primer cuarto que finalizó con ventaja para los locales, 27-22, y en el que ambos conjuntos lanzaron muy por debajo del 50% de acierto en TC (HOU, 11-27 TC, 40%; LAC, 9-30 TC, 30%), aunque peores fueron los números desde el perímetro, donde ninguno llegó al 20% de acierto (HOU, 1-7 T3, 14%; LAC, 2-11 T3, 18%).

Houston toma el mando

Después de unos primeros doce minutos en los que ninguno de los dos equipos brilló en el lanzamiento a canasta, ambos mejoraron en este apartado en el segundo cuarto. Los intercambios de canastas fueron una constante durante todo el choque, y más aún en estos momentos, en los que Houston apretó para conseguir aumentar su ventaja en el electrónico, 39-30. Los Clippers nunca le perdieron la cara al partido y lograron recortar la diferencia hasta los dos puntos, 45-43, gracias a Griffin y Paul y a la aportación de Spencer Hawes desde el banquillo, sustituyendo a un DeAndre Jordan lastrado por las faltas.

James Harden tomó las riendas del encuentro en los minutos finales de la primera parte, bien secundado por Terry y Ariza desde el triple y por Howard desde la pintura, llevando a los Rockets a disfrutar de ventajas de más de diez puntos antes de llegar al descanso, 63-48, después de un parcial de 18-5. Una primera parte en la que Houston dominó el rebote (34-22) y arrasó a su rival en la anotación en la pintura (36-22), dejándoles además por debajo del 40% de acierto en TC (20-53 TC, 37%).

Harden controla el partido

Tras el paso por los vestuarios, los locales rápido ampliaron la ventaja hasta la veintena de puntos, 70-50, con todos los jugadores aportando en la faceta ofensiva. Como ocurrió durante toda la noche, los Clippers no querían irse del partido, aunque les faltó la intensidad de otras ocasiones, y recortaron la diferencia hasta situarla por debajo de la quincena de puntos, con un parcial de 13-4 liderado por Blake Griffin (30 puntos y 16 rebotes) y Chris Paul (22 puntos y 10 asistencias).

De la mano de su big three en el día de hoy, formado por James Harden (26 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias), Dwight Howard (20 puntos y 15 rebotes) y Trevor Ariza (22 puntos, 4-6 T3), los Rockets mantuvieron una ventaja que siempre estaba cerca de la quincena de puntos, anotando desde el perímetro, saliendo al contraataque y dominando la pintura (46-31 en el rebote y 54-36 en la anotación). El tercer cuarto llegó a su fin con una clara ventaja para los tejanos, 90-76, que tenían en su mano conseguir el triunfo y forzar el sexto partido.

Un quiero y no puedo

Los Clippers lo intentaron hasta el final, recurriendo al hack-a-Howard para intentar minimizar la anotación de su rival. Pero ni con esas, ya que Houston contraatacó con el hack-a-Jordan y, para colmo, los angelinos no estaban disfrutando de su mejor noche en el tiro a canasta. Los pupilos de Rivers se llegaron a situar a doce puntos en varias ocasiones, pero nunca dieron la sensación de poder remontar el encuentro.

Después de varios minutos en los que ambos equipos acudían asiduamente a la línea de tiros libres, el técnico de Illinois tiró la toalla y dio entrada a los jugadores menos habituales, dando descanso a su quinteto titular. Houston certificaba la victoria, 124-103, reducía diferencias en la serie, 2-3, y mantenía la estadística de no haber perdido tres encuentros consecutivos en toda la temporada.

Un partido en el que los Houston Rockets lograron su máxima anotación del curso en la pintura (64 puntos), y en el que James Harden consiguió el primer triple doble de su carrera en playoffs, además de convertirse en el segundo jugador de la historia de la franquicia tejana, tras Hakeem Olajuwon, que anota al menos 20 puntos en cada uno de los diez primeros partidos de postemporada. Por su parte, Los Angeles Clippers se convirtieron en el primer equipo en la historia de la NBA que gana varios partidos consecutivos por 25 o más puntos y pierde el siguiente por 20 o más.

La serie continuará en la jornada del jueves, aunque en esta ocasión el choque se disputará en el Staples Center de Los Ángeles, donde los Clippers tienen la oportunidad de cerrar la eliminatoria ante su público y clasificarse para la Final de la Conferencia Oeste por primera vez en su historia.