La madrugada del viernes 15 al sábado 16 de mayo será recordada como una de las más tristes en la carrera de Paul Pierce. El alero de los Washington Wizards salvó a su equipo de la eliminación en semifinales de la Conferencia Este con un triple sobre la bocina que mandaba el sexto partido a la prórroga, pero la repetición desveló que la canasta fue fuera de tiempo y no tuvo validez, consumándose el adiós de los de la capital. The Truth habló tras el gran varapalo y, en declaraciones recogidas por Adam Kilgore del Washington Post, ha reconocido que puede haber sido su último partido como profesional.

"El baloncesto se lleva una parte de ti, y es duro""No sé si voy a seguir jugando al baloncesto". Así de rotundo se mostró Pierce después de la eliminación, con un rostro que reflejaba su resignación. "Sinceramente, no me quedan muchas fuerzas. La temporada regular y los playoffs son muy intensos; no solo exigen mucho a tu cuerpo, sino también a tu mente y tu espíritu", reconoció.

Con una player option que él decidirá ejercer o no por un valor de seis millones de dólares, The Truth cree que es una decisión que debe tomar también pensando en su familia: "No solo te afecta a ti, sino a toda la gente de tu alrededor. En días así, llegas a casa y no tienes ganas de hablar con tu familia o de hacer cualquier otra cosa por lo que ha ocurrido en el partido. Esto se lleva una parte de ti, y es duro", relató Pierce.

"Lo he dado todo cada día; lo he dejado todo en la pista"Según Kilgore, los ojos del eterno '34' se enrojecieron mientras compartía ese punto de vista de la vida del profesional que pocos conocen. En palabras de Pierce, dejar el baloncesto es "lo más duro que haré jamás", pero sabe que "el momento tiene que llegar algún día". Entre confesiones que sonaban a despedida, The Truth mostró su satisfacción por la carrera que ha construido noche tras noche: "La gente que ha estado conmigo durante todos estos años sabe que Paul Pierce lo ha dado todo cada día. Lo he dejado todo en la pista", sentenció. Decida lo que decida, el Hall of Fame y la eternidad en el firmamento de las estrellas del baloncesto reservan un hueco con su nombre.