El famoso "año de adaptación" es un término muy recurrente en la NBA para explicar el rendimiento de aquellos que debutan en la mejor liga del mundo, pero hay quien parece preferir una irrupción más directa. David Blatt y Steve Kerr han entrado en la liga pisando fuerte, y cuando ni siquiera han cumplido un año de experiencia en sus respectivos banquillos ya han conseguido llevar a sus equipos a las Finales de Conferencia, y desde luego no se conformarán con quedarse ahí. Ya han inscrito sus nombres en la historia de la NBA, pero aún están a tiempo de repasarlos con letras doradas.

No es la primera vez que algún novato en los banquillos consigue llevar tan lejos a su equipo, pero sí es algo histórico el hecho de que sean dos los técnicos debutantes que lo logren la misma temporada. Hasta la fecha, solo Phil Jackson, Mike Dunleavy, Paul Westphal, Larry Bird y Tom Thibudeau habían logrado tal honor, pero ninguno de ellos fue capaz de rematar la faena con un anillo. Aún quedan semanas para ver si alguno de estos dos es capaz de lograrlo, pero de momento es tiempo de echar un vistazo al gran primer año que han tenido en la liga.

David Blatt: un novato con experiencia

Ya les gustaría a todos los entrenadores que se sientan por primera vez en un banquillo de la NBA hacerlo con toda la experiencia y el éxito que traía David Blatt a sus espaldas. El norteamericano pasó años como jugador y entrenador en Europa, donde se fue forjando un nombre a base de triunfos y campeonatos. Entre sus numerosos títulos, merecen especial mención el Eurobasket que logró en 2007 a frente de la selección rusa y la Euroliga que conquistó el pasado 2014 al frente del Maccabi de Tel Aviv. Tras este último torneo, del que fue nombrado además mejor entrenador, su carrera dio por fin el salto al otro lado del atlántico para sentarse en un banquillo de la mejor liga del mundo.

Parecía que Blatt iba a poder contar con un primer año bastante tranquilo, pues llegaba a un equipo que venía de fracasar en su intento de volver a los playoffs y que, gracias al primer puesto del Draft que habían obtenido, afrontaba un año de transición de cara a volver a ser una franquicia importante en los próximos años. Con este panorama, su nombramiento parecía perfecto, pues tendría tiempo para irle cogiendo el pulso a la liga mientras el equipo crecía con él. No obstante, pronto se encontró con una enorme presión encima.

Los traspasos del mercado de verano pusieron a Blatt al frente de uno de los claros candidatos al anillo

Solo unas semanas después de su nombramiento se conoció el bombazo: LeBron James volvía a los Cavaliers. El plan se trastocaba por completo, y la plantilla comenzó a sufrir modificaciones de cara al éxito inmediato; la más llamativa, la llegada de Kevin Love y la salida del número uno del Draft, Andrew Wiggins. Blatt no iba a tener tiempo de adaptación: todo lo que no fuese llegar lejos en playoffs se convertiría en un fracaso.

Sus primeros meses al frente de los de Ohio fueron sin duda los más duros. El comienzo de la temporada fue bastante dubitativo, y aunque la calidad de la plantilla le permitía ir consiguiendo triunfos el trabajo de técnico era muy cuestionado, y la posición en la conferencia, cercana al quinto puesto, era demasiado baja para lo que cabía exigirle al equipo. Por si fuera poco, comenzaron a salir rumores acerca de su hipotética mala relación con determinados jugadores importantes, y su puesto llegó a estar bastante discutido. No fue ni mucho menos un debut soñado.

Sin embargo, con el paso del tiempo tanto Blatt como sus Cavaliers le fueron cogiendo el pulso a la competición, y a base de victorias se hicieron un equipo temible. Escalaron hasta un segundo puesto que solo el espectacular inicio de temporada de Atlanta les impidió mejorar, el técnico de Boston fue nombrado Mejor Entrenador del Mes de Marzo, y con un espectacular final de liga regular llegaron a los playoffs en un gran estado de forma. Tras unos meses duros, Blatt había demostrado ser capaz de guiar a Cleveland hacia lo más alto, y las dudas acerca de su trabajo desaparecieron.

Ya en los playoffs, los de Ohio superaron cómodamente a los Celtics en primera ronda, y, aunque con algo más de sufrimiento, hicieron lo propio con los Bulls en las Semifinales de Conferencia. Pese a las numerosas bajas, Blatt logró sacar el potencial que se les preveía a los suyos en los momentos decisivos, y aunque Chicago les complicó las cosas en determinados momentos logró dirigir a los suyos hacia unas Finales del Este que le permiten entrar en la historia. Los Atlanta Hawks de Budenholzer, Mejor Entrenador del Año, serán el rival en un duelo que promete ser apasionante también en los banquillos.

Steve Kerr: un debut idílico

La experiencia con la que Blatt llegó a la liga contrasta totalmente con la trayectoria que tenía Steve Kerr antes de sentarse en el banquillo de los Warriors. Si bien es cierto que ya conocía la liga tras su etapata como jugador, nunca en su vida había dirigido un partido como entrenador, pero la franquicia de Oakland decidio jugársela y sacarle de su silla de analista televisivo para ponerle a dirigir a una de las plantillas con más potencial de la NBA. Fue un experimento arriesgado, pero no pudo salir mejor.

Foto: youtube.com

Las cifras de Golden State impresionaron a propios y extraños desde el principio, y el trabajo del técnico para sacar un espectacular rendimiento tanto ofensivo como defensivo a una plantilla que en las temporadas anteriores, si bien era muy divertida de ver, no había terminado de rendir, no pasó ni mucho menos desapercibido. Las semanas pasaban, los Warriors seguían ganando, y Kerr se fue convirtiendo en el hombre del momento.

Kerr se convirtió en el mejor entrenador novato de la historia en la liga regular. Ahora aspira a hacer lo mismo en playoffs

Los récords de precocidad iban cayendo uno tras otro: tras 16 victorias consecutivas Kerr se convirtió en el primer entrenador en la historia de la NBA que iniciaba su carrera con 21 victorias de 23 posibles, más tarde amplió dicho registro a 31 triunfos de 36, y el cinco de abril se confirmó como el mejor entrenador novato de las historia tras superar las 62 victorias de Thibodeau y Wesphal. El número total de triunfos acabaría siendo de 67, una cifra ya no solo histórica por suponer el récord de un entrenador debutante, sino por convertir a los Warriors en el mejor equipo de una fase regular en el siglo XXI igualados con los Mavericks de 2007.

Como colofón a su espectacular temporada, Kerr gozó del privilegio de dirigir al equipo de la Conferencia Oeste en el All Star Game de este año. El técnico no solo tuvo la oportunidad de entrenar a un elenco de estrellas en el fin de semana con más expectación de la NBA, sino que además dio muestras de su simpatía con sus comentarios humorísticos y sus bromas a toda una leyenda como Tim Duncan.

No obstante, los éxitos no iban a cesar a la vez que la temporada regular, pues con la llegada de los playoffs los Warriors de Kerr volvieron a dar muestras de su potencial venciendo a los Pelicans en una primera fase en la que ni siquiera los impresionantes números de Anthony Davis lograron hacerles perder un partido. Sí lo consiguieron los Grizzlies, que incluso llegaron a mandar en la eliminatoria tras anular el sistema ofensivo de Golden State, pero con Curry tirando de carro los de Oakland lograron dar la vuelta a la eliminatoria y su entrenador continuó haciendo historia al llevar a los suyos a unas Finales del Oeste en las que ya esperan rival. Rockets y Clippers son los aspirantes a intentar poner freno a un entrenador que va camino de hacer mucho más que historia.