La novela entre Deron Williams y Brooklyn Nets llegó a su -triste- fin. Luego de varios rumores, que se venían dando casi desde el momento en el que debutó con su segundo equipo (luego de varios años con Utah Jazz), Williams aceptó cobrar menos dinero del que le era debido para salir de Brooklyn.

Para que queden claros los números: Williams había firmado, en 2012, un vínculo por cinco años y 98 millones de dólares. De esos 98 millones, los Nets aún le debían aproximadamente 43. Sin embargo, el bajo nivel demostrado por el base -sumado a su altísimo contrato- hizo que la franquicia buscara tomar esta vía.

Williams cobrará 27.5 millones, más lo que le pague su nuevo club. Además de esta rebaja, Brooklyn utilizará la "provisión de alargamiento" que, en pocas palabras, sirve para estirar el contrato de un jugador despedido, para que el golpe no sea tan grande. Es decir, entonces, que al usar esta cláusula los Nets pagarán 5.5 millones hasta el año 2020, en vez de tener que poner todo el dinero sobre la mesa en estas dos próximas temporadas.

Finalmente, con esta acción, el dueño Mikhail Prokhorov evitará pagar el famoso "impuesto de lujo". El impuesto mencionado ocurre cuando una franquicia pasa un límite en su tope salarial, impuesto por la NBA. Por cada dólar que se pasa, el equipo en cuestión debe pagar $2.5 dólares. Desde el punto de vista dirigencial, la compra de su salida le da un poco de aire a Brooklyn, que ya había tenido que pagar el impuesto en las últimas tres temporadas.

¿Qué significa esto para Williams? Pues ahora podrá firmar con quien quiera. Todo parecería indicar, según The Associated Press, que el medallista olímpico será el nuevo miembro de Dallas Mavericks, la franquicia de su ciudad natal. Un nuevo comienzo, para un jugador que lo necesita.