Perry Jones ha terminado saliendo de Oklahoma City. El portentoso jugador, con unas cualidades peculiares para su altura de 2,11, pone fin a la montaña rusa que han supuesto estos tres últimos años en Oklahoma City bajo el mando de Scott Brooks, sus tres primeros en la liga. El ya ex-entrenador de los Thunder nunca confió en él y el curso pasado jugó algo más de 14 minutos en un equipo diezmado por las bajas, en el que podría haber sido más importante. En esos minutos, no pasó de los 4,3 puntos por encuentro.

Se va a Boston, avalado por Brad Stevens, buscando oportunidades en un equipo joven como él (23 años). Como alero alto o ala-pívot, previsiblemente en el equipo de Danny Ainge tendrá más oportunidad de mostrarse, siendo un jugador todoterreno, con gran capacidad atlética, finalizador al contraataque y con capacidad de lanzamiento exterior. Llegará a la ciudad de Massachussets a cambio de una segunda ronda y dinero, acompañado de una segunda ronda de 2019 de los Pistons, recibida por OKC en el traspaso de Reggie Jackson. El objetivo de este movimiento por parte de los Thunder era el de aliviar la situación financiera y ahorrar en salarios para el impuesto de lujo (aunque solo sean cinco millones).

Perry Jones, una segunda ronda de 2019 y cash a cambio de una segunda ronda.

Otro que no estaba contento con su situación en la mejor liga de baloncesto del mundo era el ruso Alexey Shved. Tras tres temporadas en la NBA, con 26 años regresa a su país natal para jugar en el Khimki. El F.C. Barcelona también se mostró interesado en contar con él, pero las raíces han sido las que han determinado la decisión de Shved. En estas tres temporadas no ha conseguido asentarse en ninguna franquicia, jugando en Minnesota Timberwolves sus dos primeros años y el pasado curso, vistiendo las camisetas de Sixers, Rockets y Knicks.

Su agente comentó hace unos días que había dejado pasar ofertas de tres equipos NBA, argumentando que el deseo de su jugador era el de volver al Viejo Continente. A pesar de su escasa continuidad, el curso pasado consiguió promediar (salvo en Houston, donde jugó nueve partidos y sumó algo más de tres puntos por encuentro) algo más de 13 tantos por partido, aunque fuese en equipos poco exigidos y sin aspiraciones. Shved ha firmado un contrato por tres años, buscando relanzar su carrera.