Phil Jackson ha comparecido en el día de la prensa de los New York Knicks para repasar la actualidad, junto al entrenador de la franquicia, Derek Fisher, y Steve Mills, ejecutivo de los de la Gran Manzana. Ha hablado de tres temas principales que le tocan directamente con el dedo índice, ya sea por presente o por pasado: su discutida labor como presidente Knickerbocker, su entrenador Derek Fisher y Kobe Bryant.

El mismo Fisher ha sido el que ha impulsado esta reflexión de Jackson, pidiéndole más cercanía a la hora de charlar e intercambiar ideas de baloncesto. "Tengo muchas ganas de pasar más tiempo fuera del equipo, hablando y discutiendo de baloncesto. Solo aprender de una de las mentes de baloncesto más grandes que jamás hayamos visto", aseguró Fisher, para concluir admitiendo una posible falta de comunicación el pasado curso: "Creo que hubo momentos la pasada temporada en los que no queríamos sobrecargar o molestar al otro con demasiada información".

Imagen: www.derekfisher.com

El once veces campeón desde el banquillo hizo un ejercicio de autocrítica, asimilando lo que el entrenador de segundo año le ha pedido: "Tal vez di un paso atrás el año pasado, quería que Derek tuviera su propia perspectiva y se formara sobre esto, se multiplicó en muchos ámbitos. Pero ahora, me ha pedido que me involucre más, aunque no entrenando, sino influyendo con observaciones y estando más presente en el entorno baloncestístico del equipo".

Sobre Kobe Bryant, han hablado principalmente del tiempo que le queda en California y ha alimentado el rumor de su llegada a los Knicks. Jackson no piensa que este pueda ser su último año en la NBA, aunque con matices: "No creo que vaya a ser su último año. Parece que pueda ser su último año como Laker, pero tampoco tengo la respuesta de dónde jugará". Fisher se limitó a apuntillar un "yo solo quiero que le vaya bien". Se ha especulado, con rumores salidos desde amigos del cinco veces campeón con los Lakers, que el Madison Square Garden pueda ser un destino del gusto de Kobe Bryant.