Los Grizzlies están de cumpleaños. En este mes de noviembre cumplen la veintena. En 1995 se creó esta franquicia con el objetivo de David Stern y los ejecutivos de la liga de expandir la competición más allá de Estados Unidos. Se crearon los Raptors y los Grizzlies, ambos con sede en Canadá. En Toronto ya habían jugado los Huskies, pero sólo una temporada (1946/47). Quién iba a decir que dos décadas después iban a ser esos pretendidos internacionales los que iban a dar todo el brillo a esta estructura.

Los duros inicios

Vancouver Grizzlies, así era la denominación. No fue el comienzo soñado. En el primer año el único jugador reconocible era Byron Scott, ahora entrenador de Los Angeles Lakers.

En 1999 tocaron fondo, logrando sólo ocho victorias en todo el año. Por el equipo pasaron también Lionel Hollins o Shareef Abdur-Rahim. Éste último fue el verdadero jugador franquicia, estableciendo casi todos los récords en su estancia en cinco de los seis años en Vancouver. Y todo comenzó a convertirse en una paradoja que escapaba de las manos, ya que ese Abdur-Rahim líder pasaría el testigo mediante un traspaso a los Hawks en el Draft de 2001 en intercambio por un hasta ese momento desconocido Pau Gasol.

Pau, un 'Hall of Fame' asegurado

Un fino pívot de Sant Boi aterrizaba en la liga a la par que los Grizzlies llegaban a Memphis, su nueva casa. Todo era nuevo y, sobre eso, fue más fácil para Pau Gasol comenzar a construir un legado en la mejor liga del mundo.

Pau construyó desde aquella Pirámide de Tennessee un camino hacia el Olimpo

Llegaba tras haber deslumbrado con el F.C. Barcelona, pero era demasiado delgado para una liga tan física como la NBA. Con los años se fue haciendo, pero ya en su primera temporada (no sólo por ser Novato del Año, sino por momentos inolvidables como el mate en la cara de Kevin Garnett) fue labrándose un nombre. Pasaban las temporadas, y con Battier, Miller y demás compañeros los Grizzlies iban dando pasitos cortos. Con Pau Gasol ya como referente lograron entrar en los ansiados playoffs, y desde el lado oeste. Se hinchaba a sumar puntos, rebotes y tapones, se dejaba barba, se convertía en icono y llevaba a Memphis a un nuevo nivel.

Al final el '16' quedará retirado, es cuestión de tiempo. Ha sido el jugador más importante de la franquicia hasta el momento, y su inclusión en el Salón de la Fama también entra dentro de lo seguro. Desde aquella Pirámide de Tennessee construyó un camino hacia el Olimpo de la NBA, que acabaría años después con dos Anillos de campeón en sus dedos.

El año de Navarro

La única temporada en la que Juan Carlos Navarro jugó en la NBA fue en Memphis Grizzlies. Cierto es que no estuvo cómodo, cierto es que sólo quería probar, pero también hizo historia. "La bomba" batió el récord de más triples encestados por un rookie, además de ofrecer exhibiciones anotadoras dignas de la leyenda que sí es en el espectro del baloncesto europeo.

El traspaso de Pau Gasol a los Lakers en aquella temporada terminó por decidir su vuelta a Barcelona, pero no cabe duda que hasta el corto paso de Navarro por Memphis tuvo ese componente histórico que los españoles han imprimido a dicha ciudad.

Marc, referencia cultural

El último en llegar fue Marc. Formado allí, concretamente en la Lausanne Collegiate School, "La tanqueta" es carne de Memphis. Está en consonancia con la cultura del lugar desde el primer día que pisó su terreno, pertenece al estado tanto como Elvis Presley. De hecho, este verano los Grizzlies le hicieron un vídeo que seguramente le tocó la fibra llamado "El Marc de Memphis", con gente como Justin Timberlake pidiéndole que renovara. No costó mucho, porque ni otras suculentas ofertas apartaron a Marc Gasol de lo que él considera su segunda casa.

Y ya ha llegado a ser nombrado mejor pívot de la NBA en la actualidad. Ése entre otros muchos hitos. Algunos dicen que ya está al nivel de su hermano, otros que no, pero todos coinciden en que los Grizzlies (antes en Vancouver, ahora en Memphis) son territorio español.