Seis de la tarde de un domingo. Momento típico de terminar las últimas tareas de la semana en la vida del estudiante y espacio de descanso para aquellos que durante la semana trabajan para traer el pan a casa. Por suerte para aquellos con ojeras permanentes por trasnochar para disfrutar de la NBA, ayer la jornada empezó pronto, con un Pelicans-Knicks para su gozo. Un aspirante 'tapado' al MVP como Anthony Davis frente a un barco hundido durante las últimas dos temporadas que parece que en esta empieza a salir a flote. Espectáculo asegurado.

Los Pelicans, mermados por diversas lesiones, no están cumpliendo con las expectativas creadas a su alrededor, pese a que The Brow sigue demostrando que es y será uno de los jugadores más dominantes de esta liga. En los diez primeros partidos de esta campaña tan sólo han vencido a los Dallas Mavericks, habiéndose enfrentado en dos ocasiones a ellos. Parecía que en esta ocasión podían sumar una nueva victoria a costa de los neoyorquinos, pues pese a que reinó la igualdad, fueron ligeramente superiores durante el primer tiempo.

Carmelo Anthony se reafirma como jugador de élite

Anthony no comenzó la temporada especialmente bien. Apenas tuvo protagonismo en esa sorprendente victoria por 25 puntos frente a Milwaukee en el primer partido de esta temporada, y los malos porcentajes siguieron acompañándole durante varios partidos, exceptuando la victoria en Washington. Hoy, como remedio a un errático Porzingis que parecía que poco a poco le iba comiendo el terreno a la principal estrella del equipo, lideró al conjunto en la faceta anotadora, como suele ser habitual, y también a la hora de atrapar rebotes. Nada más y nada menos que 29 puntos y 13 rebotes para reconducir a los Knicks a la senda de la victoria.

Se está viendo a unos Knicks mucho más serios este año. A diferencia del despropósito que fue el anterior ejercicio, son un equipo que lucha cada partido hasta el final, con un baloncesto más fluido, que no obstante no se ha materializado siempre en victorias, perdiendo partidos en las segundas partes, en las cuales los de azul y naranja han ido perdiendo fuelle y se han visto superados ante rivales como Spurs, Hornets o Cavaliers. Hoy por fin las gestión de los minutos de Fisher han contribuido a que los Knicks se reafirmaran como justos vencedores de un partido que han ganado en la segunda mitad.

La importancia de la segunda unidad

La enfermería de los de New Orleans está a rebosar, siguiendo la tendencia de los últimos dos años, y este hecho contribuye enormemente a que la rotación sea más corta y el banquillo se vea considerablemente debilitado. En cambio, en unos Knicks que sólo han sufrido las bajas de Afflalo y Seraphin en los primeros partidos, los puntos de los suplentes son decisivos para el buen hacer del equipo. Es por eso que Alonzo Gee ha tenido que salir como titular hoy, y Ryan Anderson se ha erigido como único jugador relevante desde el banco.

Todo el mundo se ha hecho eco del atentado vivido en París el viernes, así como también se ha condenado semejante barbárie. Es por eso que Kevin Seraphin como francés ha querido rendir homenaje a las víctimas con un peinado en el que se lee el nombre de la ciudad parisina con la Torre Eiffel simbolizando la letra 'A', y con el símbolo de la paz debajo de París. Sin duda un bonito gesto que parece que le ha motivado en el día de hoy, siendo decisivo en el triunfo de los suyos con 12 puntos como revulsivo desde el banquillo.

Foto: Kevin Seraphin ha lucido hoy un peinado en honor a las víctimas del atentado en París.
Fuente: nba.com/knicks

Por parte de los Knicks, el mejor jugador fue Carmelo Anthony con 29 puntos y 13 rebotes con un 52% de acierto en el tiro, bien secundado por un banquillo liderado por los 15 puntos de Langston Galloway y los 12 puntos y tres rebotes de Kevin Seraphin, un jugador con no mucha continuidad hasta la fecha, pero que hoy ha sido la referencia interior debido al flojo partido de Porzingis y Robin Lopez. En el bando rival, Anthony Davis sigue dando clinics de ser un pívot dominante y hoy ha aportado 36 puntos y 11 rebotes, siendo el máximo realizador del encuentro. Su mayor apoyo ha sido Ryan Anderson, con 16 tantos.