Miami Heat venció a New York Knicks por 19 puntos de diferencia, en un encuentro que parecía destinado a ser definido en las posesiones finales. Otra vez, la defensa del equipo dirigido por Erik Spolestra fue demasiado para su rival. Nada de lo que Derek Fisher probó pudo funcionar.

Antes del partido, el Heat se ubicaba en el cuarto lugar

Ambos equipos venían de sufrir derrotas, aunque Miami todavía mantiene una posición estable dentro del Este. Gerald Green reemplazó a Luol Deng en la alineación titular, tomando la difícil responsabilidad de defender a Carmelo Anthony.

El primer cuarto tuvo un ritmo cambiante. A lo largo de los 12 minutos iniciales, la delantera cambió en 12 ocasiones. Anthony comenzó su noche encendido, encestando cuatro de sus primeros cinco intentos de campo. Además, el alero estrella protagonizó la jugada defensiva del partido, avergonzando a Goran Dragic en una penetración del esloveno, que todavía no se ha aclimatado a un estilo de juego diferente del que conocía en Phoenix.

Parejo en varios frentes

Por parte del Heat, el goleo estuvo mucho más repartido. Ningún jugador del conjunto visitante superó los cinco puntos, aunque tres alcanzaron dicha marca. Un sólido ingreso de Kevin Seraphin -capaz de anotar y pasar desde el poste bajo- desde la banca le aportó una variante en ofensiva a New York, que lideraba por 34-29 en el inicio del segundo cuarto.

Dwyane Wade y Chris Bosh, estandartes del equipo de Florida, se encargaron de reducir la diferencia, que llegó a ser de siete unidades. De hecho, un doble largo del ala-pivot, que anotó 16 puntos en la primera mitad, puso al frente a Miami por 50-49 antes del descanso. Los locales contaron con un buen pasaje de Kyle O´Quinn y Langston Galloway, que poco a poco se va perfilando como el verdadero base titular del equipo (por más que José Calderón siga ocupando dicha posición).

El monte Whiteside

Cuando parecía que la paridad entre ambos conjuntos continuaría hasta los minutos finales, apareció la que (hasta ahora) es la mejor defensa de la NBA, al menos numéricamente. Spolestra, conocido por su capacidad estratégica en este área, decidió mantener a Hassan Whiteside en cancha, a pesar de que su pivot venía teniendo un pobre desempeño.

Los Knicks apenas anotaron 14 puntos en el tercer cuarto

Whiteside respondió sumando tres de sus cuatro tapas en el tercer cuarto y ayudando a que el Heat consiga una ventaja de nueve puntos. En ataque, Wade y Bosh siguieron siendo los hombres principales, con un aporte del explosivo Green. Ingresando al último período, los visitantes lideraban por 74-63.

No hubo duelo de novatos

Miami apretó el acelador y logró extraer una diferencia de 20, a mediados del cuarto final. Sin sus dos estrellas en cancha, Green tuvo luz verde para tirar y se incendió instantáneamente. El alero finalizó con 25 puntos, en apenas 13 intentos de campo.

Anthony no volvió a encestar y terminó 4-13 de campo

Otro que colaboró para que el Heat no sufra el cierre del encuentro fue Justise Winslow, que definitivamente le ganó la pulseada a Kristaps Porzingis en el mano a mano entre dos de los novatos que más expectativa han generado. Winslow defendió a Anthony durante gran parte del partido y aportó de a ratos en ofensiva. Porzingis, una de las sorpresas positivas de esta joven temporada, volvió a recaer en el mal hábito de cometer varias faltas personales, por lo que nunca pudo entrar en ritmo. 

A pesar de que Fisher dejó en cancha a los titulares, los Knicks no pudieron recortar la diferencia. Con la derrota, se alejan del octavo lugar en el Este, mientras que Miami continúa estableciéndose como un equipo duro de vencer.