Los Atlanta Hawks no ganaban en San Antonio desde 1997, primer año de Gregg Popovich al mando de los Spurs, y ésta no fue la excepción. Atlanta sufrió la falta de centímetros para controlar el juego interior y San Antonio no paso sobresaltos para quedarse con una nueva victoria, la quinta consecutiva. Los Spurs vencieron en 29 de los últimos 33 partidos entre sí.

Comienzo interesante

El juego arrancó parejo con San Antonio siendo apenas superior al principio, de la mano de LaMarcus Aldridge que empezó encendido con ocho puntos, cuatro rebotes y un robo en los primeros minutos del juego. Pero rápidamente equilibró el conjunto de Budenholzer, debido a una buena presión ejercida sobre la línea de pase perimetral, evitando que fluya el ataque de los Spurs y provocando perdidas. Los visitantes terminaron al frente por dos puntos al termino de los primeros 12 minutos.

El quiebre

En el inicio del segundo cuarto, los de Texas perdieron tres balones seguidos en dos minutos y llevaron a Popovich a pedir un tiempo muerto que sirvió como bisagra en el partido. San Antonio consiguió dos triples consecutivos de Patty Mills y Manu Ginóbili respectivamente y tomaron la ventaja para nunca más perderla. Los texanos obtuvieron mucho rédito con las penetraciones, sabiendo que los Hawks no tienen taponadores que asusten al rival a pisar la pintura. Una de las claves del duelo estuvo en la supremacía de los internos de los Spurs por sobre los de Atlanta. Aldridge hizo un buen partido y Duncan consiguió un nuevo doble doble en su carrera (con una máxima de 18 rebotes esta temporada) mientras que Millsap y Horford pasaron casi desapercibidos. Los locales se fueron al descanso arriba por 17 puntos, luego de un parcial de 31-12 en el que Kawhi Leonard volvió a demostrar que es una de las estrellas de la NBA.

Defensa eficaz

La segunda mitad comenzó con un par de minutos de intercambio de canastas en los que Tony Parker, de una floja primera etapa, aumentó su nivel y nos regaló algunas jugadas de las que nos tiene acostumbrado. Apoyados en la buena tarea defensiva que vienen ejerciendo este año, los Spurs controlaron las aspiraciones de los Hawks, frenando su funcionamiento y logrando que lanzaran tiros incómodos. Atlanta terminó con un 42% de campo y un 23% de triple. Además, entre sus tres figuras, Jeff Teague, Paul Millsap y Al Horford, lograron encestar tan solo 9 de 30 disparos realizados. Los Hawks no le pudieron encontrar la vuelta al partido.

Desenlace sin sorpresas

Los últimos 12 minutos fueron de sobra. Solo sirvieron para decorar el resultado del partido y para que los entrenadores den minutos a sus jugadores suplentes. San Antonio que entró ganando por 21 puntos al último cuarto, jugó fluido, tranquilo y sacó a relucir la calidad de su segunda alineación, que liderada por Patty Mills, Manu Ginóbili y Boris Diaw cerraron un buen último cuarto, a pesar de que el último parcial se lo llevo Atlanta por escasa diferencia. La ofensiva de los de Popovich quedó repartida con seis jugadores con dos dígitos en puntos anotados.

Finalmente los San Antonio Spurs vencieron a los Atlanta Hawks por 108 a 88 y continúan segundos en la Conferencia Oeste con un buen margen con respecto al tercero, Oklahoma City. Por sexta vez al hilo consiguieron mantener a su rival en menos de 50 puntos al finalizar la primer mitad y, de esta forma, siguen con el mejor rating defensivo (93.4) de toda la liga. Por el lado de los Atlanta Hawks, aún siguen sufriendo la reestructuración del equipo por los cambios de jugadores que hubo en la plantilla con respecto a la temporada anterior en la que lideraron el Este.

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