Golden State Warriors se enfrentará a un nuevo reto. Días atrás LeBron James ya comentó la gran salud de su gran rival: "Sus jugadores no se lesionan". A partir del siguiente partido los chicos de Luke Walton tendrán que demostrar que pueden jugar sin una de sus piezas clave en este arranque.

Harrison Barnes acabó abandonando el terreno de juego por tras torcerse el tobillo en el partido de la pasada madrugada. A priori no parece que la lesión sea nada grave, ya que en las primeras pruebas realizadas al jugador descartan cualquier tipo de lesión importante.

"Podría estar fuera algunas semanas o simplemente una". Esto fue lo que comentó Walton cuando le preguntaron acerca del estado de salud de uno de los mejores jugadores del equipo esta temporada. Por suerte, las pruebas de rayos X realizadas descartaron lesiones graves en el tobillo lesionado del jugador.

Barnes estaba en un momento de dulce en este arranque de temporada. El jugador de los Warriors se tuvo que marchar lesionado en el partido contra los Suns tras estar 21 puntos en pista. Acabó con siete puntos y siete rebotes. Barnes esta temporada está mejor de cara al aro, incrementando con respecto a la temporada pasada más de tres puntos por encuentro más y siendo uno de los timoneles de este arranque espectacular de los actuales campeones.

Desafío importante el que tendrá los vigentes campeones de liga y el único equipo hasta la fecha que no sabe que es perder en los 18 partidos que los vigentes campeones de la NBA han disputado en esta dura regular season. Tendrán que lidiar con esta baja importante, que además está dando todo de sí para asegurarse el máximo salario posible con vistas a su renovación cuando se convierta al final de temporada -si no llega a un acuerdo económico con Golden State Warriors- en agente libre.