Victoria importantísima para Charlotte Hornets para confirmar que su candidatura de equipo revelación de la temporada, y de serio aspirante a meterse en Playoff dentro de la Conferencia Este va en serio. Los Kemba Walker, Cody Zeller y compañía se impusieron, sin paliativos, a unos Pistons que venían en racha pero que poco pudieron hacer ante el buen hacer local. Ni Drummond ni Jackson estuvieron a la altura.

Los de Steve Clifford arrancan mejor

Separados por una sola victoria en la apretada clasificación de la Conferencia Este, el Time Warner Cable Arena iba a ser el lugar en el que el sexto (Charlotte) y el octavo (Detroit) querían seguir sumando en busca de conseguir una victoria que les permitiera continuar en la pugna para acabar la temporada en posiciones de playoff. El choque comenzó con muchas imprecisiones y con ambos equipos poco acertados de cara al aro rival. Los visitantes querían dominar en la pintura con su bestia, Andre Drummond, pero los locales querían prolongar las buenas sensaciones mostradas en el United Center en la última victoria de los de Steve Clifford ante los Bulls de Chicago.

Los Hornets dominaron desde el primer momento el partido gracias, en parte, al buen hacer de Nico Batum

Al ritmo de Batum y de Kemba Walker, los Hornets se ponían por delante en el marcador, 8-7. Marcus Morris se enchufaba para poner a los visitantes por delante en el marcador gracias a un triple, 8-11, pero un parcial de seis cero con otra canasta de tres de Marvin Williams y un dos más uno de Cody Zeller volvían a colocar por delante a los locales, 14-11.

Batum, en un gran estado de forma en las últimas jornadas, hacía de las suyas para, gracias a seis puntos consecutivos, tres desde la línea de tiros libres tras una falta recibida de Reggie Jackson y otros tres gracias a un gran triple ponía la máxima diferencia para los suyos con el 24-15. Los de Detroit se marchaban al final de los 12 primeros minutos ocho abajo, 28-20, y viendo como hasta Jeremy Lin se atrevía a subírseles a las barbas con dos canastas de auténtico mérito.

Sin reacción visitante

Tras el final del primero, los de Stan Van Gundy seguían con la caraja y Marvin Williams, que se iba hasta los seis puntos en su cuenta particular, anotaba de tres para poner el 37-26 en el luminoso. Seguían sin aparecer las piezas claves de estos Pistons. Ni Reggie Jackson, con solo dos puntos, ni Andre Drummond con tres a falta de seis minutos para el descanso, aportaban esa anotación en ataque por dentro y por fuera y también ese plus en defensa para que los de Detroit que siguieran sin encontrar su sitio.

Ni Reggie Jackson ni Andre Drummond encontraban su sitio y los de Charlotte se iban al descanso 11 arriba, 62-51

El único que aparecía para frenar la avalancha local era un Marcus Morris que gracias a un dos más uno ponía de nuevo a su equipo a siete puntos, bajando de la barrera psicológica de los diez, 44-37, pero con las mismas malas sensaciones de un equipo que seguía sin carburar.

El choque llegaba al descanso con una ventaja sustanciosa para los locales después de que Kemba Walker firmara un par de buenas acciones y dejara el marcador en 62-51, más once para un conjunto, el local, que había sido netamente superior al equipo de Van Gundy.

Los Hornets rompen el partido y ganan fácil

El tercero comenzó con muchas imprecisiones. Parecía como si los Pistons hubieran contagiado la caraja de la primera mitad a su rival, hasta que de nuevo el 15 de los Hornets apareciera para despertar a los suyos y para levantar a un Time Warner Cable Arena, que se rendía a los pies de un Walker que se iba a los 11 puntos.

Los porcentajes en estos terceros 12 minutos lo dejaban claro con el uno de nueve de los foráneos y el dos de ocho de los locales en los primeros seis minutos de ese cuarto. Los aros se habían hecho pequeños y las defensas dominaban ahora a los ataques, lo que no servía a los Pistons para acercarse, todo lo contrario. Los de Charlotte se iban hasta el 72-55 y comenzaban a ver más cerca su segunda victoria consecutiva, 12ª de la temporada.

Kemba Walker levantaba de sus asientos a los espectadores con un par de acciones de mérito

Reggie Jackson seguía a lo suyo, cabreado con el mundo, con los árbitros y perdiendo un balón tras otro para desesperación de un Van Gundy que veía como el partido se les escapaba. Al final del tercero su equipo se marchaba 18 puntos abajo y sin dar sensación de poder remontar el partido.

Al principio del último cuarto y con un parcial de 0-5, tras un gran triple de Kentavious Caldwell-Pope, los visitantes se colocaban a 13, 88-75, provocando el tiempo muerto de un Steve Clifford al que se le pudo ver sumamente enfadado con la actitud de su equipo en esos escasos dos minutos del último parcial.

Al final, victoria plácida para los Hornets, 104-84, y 12ª victoria de la temporada para los de Clifford

El tirón de orejas reactivó a unos Hornets que tras dos puntos de Hawes se volvieron a ir de 16, 91-75. Se gustaban ahora los de Charlotte que elaboraban con paciencia e inteligencia y finalizaban con frecuencia cada una de sus posesiones con canastas de las más variopintas de dos o tres puntos.

Los locales volvieron a coger una ventaja considerable y ambos entrenadores que, en los minutos que se suelen llamar de la basura, dieron tiempo de juego a los menos habituales. Al final, victoria plácida y cómoda por 104-84 para unos Hornets que rompen la racha de cuatro triunfos consecutivos de los Pistons y se quedan con 12 victorias y ocho derrotas en quinta posición de la Conferencia Este y confirman que son un equipo en progresión, que crece año a año y jornada tras jornada.

Fotografías: Charlotte Hornets.