Sacramento Kings y Phoenix Suns afrontaban un partido más sabiendo que el rival que tenían en frente no era un rival cualquier. Ambos conjuntos pueden ser considerados rivales directos ya que ocupan una posición cercana en la clasificación de la Conferencia Oeste. Ninguno de los dos conjuntos quería perder y eso se notó. Irregularidades, nerviosismo, tensión y mucho ataque fueron las señas de identidad del partido. 

Los Kings por encima para empezar

Justo después del salto inicial se pudo ver como el equipo de casa salió mejor que los visitantes y el resultado fue contundente. Una ventaja de trece puntos sobre el rival en los primeros doce minutos es algo que suele decantar la balanza en favor del equipo dominante. En este caso fueron DeMarcus Cousins y el israelí Omri Casspi los mayores peligros para la defensa visitante. 

Reacción manchada

Después de un primer cuarto donde los Kings doblegaron con calidad a su rival, llegó un tercero en el que vivió mucha más emoción. Los Phoenix Suns sabían que cuanto antes se remontara tendrían mas posibilidades de llevarse la victoria, y eso buscaron. Devin Booker fue el mejor en la reacción de los pupilos de Jeff Hornacek. Cuando los Suns se acercaron se pusieron 36-35, pero un triple del italiano Marco Belinelli ponía de nuevo tierra de por medio. Otra canasta consecutiva de Booker en respuesta al triple tuvo su contestación otra vez en la figura de Bellinelli. 

Después del tiempo muerto solicitado por Hornacek volvía a ser Devin Booker quien anotaría una canasta más para su equipo. 

Hacia el final del cuarto afloró la tensión y la competitividad que se puedo ver en defensa principalmente. También afloraron los numerosos intentos de tres. Iba a ser Jon Leuer quien con dos tiros libres confirmaba la meritoria remontada de Phoenix poniendo el 48-49 en el marcador  Sin embargo, de nuevo los Kings se negaban a dejarse ir  y un parcial de 11-2 favorable ponía a los de George Karl (de nuevo en cabeza).

De perdidos al río

Nada más volver del vestuario reinó la igualdad y los Suns se ponían a tan solo un punto de su rival. Esto fue posible gracias al dos mas uno forzado por Tyson Chandler tras haber jugado una acción al poste con Ben McLemore como defensor. 

Los Kings supieron aprovechar este contrapié contra los Suns y un parcial de 12-0 les devolvía liderato con un 79-71 en el marcador.

En las zonas de ambos equipos se vivió una gran lucha de titanes entre Tyson Chandler y DeMarcus Cousins, un gran defensor contra un gran atacante. Canastas de uno sobre el otro, piques....fueron un ingrediente más para un partido de todo menos aburrido. 

Cuando todavía restaban más de seis minutos para la conclusión del tercer cuarto era expulsado del juego Tyson Chandler debido  a la acumulación de dos faltas técnicas. Los Kings supieron aprovechar este contrapié contra los Suns y un parcial de 12-0 les devolvía liderato con un 79-71 en el marcador. El defender a DeMarcus Cousins fue otro de los factores clave, ya que los pupilos de George Karl no supieron que hacer para detener al fuerte y talentoso pívot (peor aún después de la expulsión de Chandler).

Ambas defensas no brillaron especialmente en el segundo periodo del partido. En cambio, los ataques fueron más precisos, rápidos y competidos. Un ejemplo claro es el triple del escolta italiano Marco Belinelli cuando el marcador iba 94-85 en favor de los locales, un jarro de agua fría para los demás jugadores que no fuesen de los Kings. 

El último cuarto no tuvo mucho misterio más allá de poder ver como se marcaban canastas con una facilidad quizás demasiada. Con Darren Collison al frente, los Sacramento Kings se colocaron veinte punto arriba con menos de doce minutos por delante para que terminase el choque. A partir de ahí se pudo ver una continuación de canastas fáciles y poca defensa dando, al mismo tiempo, la oportunidad a los menos habituales para jugar aquellos minutos en los que podían demostrar su valía al entrenador. Nadie más allá de Cousins asumió demasiada responsabilidad combinada con cabeza para saber obrar en cada momento. 

Esta derrota hunde un poco más a unos Phoenix Suns sin rumbo aparente mientras que los de casa, los Kings, consiguen una victoria que vale por dos al haber derrotado a uno de sus rivales cercano.