Dallas Mavericks venció a Chicago Bulls por 77-83 en el United Center en partido correspondiente a la liga regular de la NBA 2015/16. Dirk Nowitzki fue el máximo encestador (21 puntos).

Ambos equipos empatan a 23 victorias en la tabla clasificatoria, aunque con dos partidos menos para los Bulls (23-16). Es la quinta victoria de Dallas Mavericks (23-18) en los últimos siete partidos que ha disputado en Chicago.

Fuente: Chicago Bulls / B. Smith
Fuente: Chicago Bulls / B. Smith

Buen comienzo local

El partido llegaba sólo 24 horas después del estelar partido de Jimmy Butler en Philadelphia, donde estableció su récord personal hasta la fecha (53 puntos). Por ello fue ovacionado con fuerza cuando entró al pabellón para vérselas con los Mavs.

Volvían a la alineación Rose y Gasol. Otra oportunidad para ver a dos legendarios europeos batirse el cobre en la NBA, Dirk Nowitzki y Pau Gasol. Por otra parte, Snell sustituía a Mirotic como alero titular en Chicago Bulls.

Un 11-3 de salida era demasiado para Carlisle, que tuvo que parar pronto al ver que sus Mavs anotaban un total de tres puntos en siete minutos y su cuadro de tiro se resumía en 1/11. Cogió un poco de aire el equipo visitante tras esto, pero sólo un poco. Taj Gibson se estaba comiendo en la pintura a Dirk Nowitzki, y Pachulia tampoco le echaba un capote.

Un 2+1 de JaVale McGee a ocho décimas para el final del primer cuarto era lo que acercaba algo a los Mavericks, que acababan en el mismo por detrás en el marcador (22-18).

Pese a controlar más, metían menos

Dallas se veía por detrás y tocaba el turno de los suplentes. Barea fue el que mejor desempeño tuvo, acorde con la buena temporada que está cuajando. En la otra orilla, Kirk Hinrich era quien suplía los fallos de Rose con pundonor y puntería.

Una mala noticia marcó a los Bulls: la nueva lesión de Joakim Noah. El pívot francés se dislocó el hombro en una jugada con McGee. Los gritos se oyeron tanto en el pabellón como en la retransmisión televisiva. Se marchó al vestuario y no regresó.

Los Bulls estaban lanzando muy mal desde fuera. Un 0/8 en tiros de tres puntos llevaban en esos momentos. Fue Pau Gasol quien salió a paliarlo con brega, buen hacer y puntos en la pintura, alargando la ventaja de su equipo para llegar al descanso con 46-36 en el electrónico.

Más aportación

40 de los 46 puntos de Chicago en la primera parte habían sido en la zona. Rick Carlisle ya sabía por dónde atacar. Y con quién. Dirk Nowitzki, que estaba desacertado hasta ese momento, mejoró su selección de tiro y comenzó a aportar positivamente para unos Mavericks que poco a poco iban comiendo terreno a su rival. A diferencia del alemán, Rose también anotaba pero lastraba a su equipo con una peor selección de lanzamiento.

A todo esto, Jimmy Butler pasaba desapercibido entre los demás. Se le veía agotado tras el gran esfuerzo de la noche anterior. Su primera canasta llegó en el minuto 30 de partido.

Parsons perforando desde el perímetro y Matthews jugando al poste bajo eran dos buenos ejemplos. Estaban aportando su granito de arena para que su conjunto fuera reduciendo poco a poco la diferencia. Llegó a empatar ya en el tercero, pero la entrada de Moore y Portis fue un coletazo para que los Bulls lideraran aún al final del 3º cuarto: 61-59.

Nowitki decide sin miramientos

Otra mala noticia para los Bulls era otra lesión, la de Kirk Hinrich. Con ello se metían en el último cuarto. Un Butler desaparecido, un Gibson que estaba diluyendo y con Mirotic, Snell y McDermott perdidos. No era muy halagüeña la situación.

Era momento de bases. Derrick Rose se echó a su equipo a la espalda, y Deron Williams no rehusó el duelo. Durante la mayor parte del cuarto fue un 1 vs 1 muy bueno, pero con Williams repartiendo juego de mejor manera. Dallas lideraba a falta de poco más de dos minutos.

Pero el duelo cambió de manos. Los europeos dijeron: “Dejadnos a nosotros, que sabemos de qué va esto”. La secuencia fue fabulosa. Nowitzki ponía +5 a Dallas con un triplazo sin levantar los pies y en final de posesión. Como respuesta, Gasol se marcaba un matazo en la cara de un rival. Y, en la vuelta al aro contrario, Dirk dejaba otra vez su sello en un tiro de dos tras recibir en carrera ante un Mirotic que no pudo hacer nada más. A la postre sería la sentencia, ya que dos intentos más de un Butler sin fuerza cerraron el encuentro en el 77-83 final.

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Sobre el autor
Miguel Maestre Fernández
Amante de los pases al hueco, los tapones y otros géneros denostados