Dos equipos capaces de todo se reencontraban en el Palace Of Auburn Hills de Detroit para buscar una victoria necesaria en ambos casos. En primer lugar, los locales, para seguir con el idilio con su afición que vio solo hace unos días como su equipo pasaba por encima de Golden State Warriors y les endosaban la cuarta derrota de la temporada. Además, con un récord de 22-18 podían igualar en la quinta plaza de la Conferencia Este a Miami Heat. Por si esto fuera poco, sus cuatro victorias en los últimos cinco encuentros que habían disputado les hacían llegar como favoritos al encuentro. En frente estaban unos irregulares Bulls que no atravesaban su mejor momento pero que han demostrado que, cuando peor están sacan lo mejor de sí mismo. Solo habían conseguido gana seis de sus últimos 10 encuentros y querían la revancha de su último partido con Detroit, en el que cayeron tras varias prórrogas por 147-144.

El hombre del encuentro fue sin duda Pau Gasol que lideró a los Bulls para que estos pudieran por fin hacer un partido serio, muy concentrados en ambas canastas y sumaran la victoria. Pero vayamos por partes. El partido se decidió en detalles, tanto que en el inicio, ambos equipos anotaron con facilidad pero no conseguían distanciarse en el encuentro. El español, Pau Gasol, arrancó de manera inmejorable con 12 puntos y un solo fallo en el tiro bien acompañado por la estrella de los de Chicago, Butler, con siete tantos. Los Pistons no querían quedarse atrás y por medio de Morris (ocho puntos) e Ilyasova (nueve puntos) consiguieron un parcial de 11-0 que les permitió liderar el marcador y sembrar la duda en los visitantes.

Pero si los Bulls querían ganar, debían dejar atrás viejos fantasmas de partidos anteriores y empezar el segundo cuarto como si de un nuevo partido se tratara, así Mirotic y McDermott comenzaron a endosar canastas desde la larga distancia que les permitieron recortar diferencias. Además, con la baja de Noah para toda la temporada, las ayudas de Gibson a la segunda unidad se antojaban vitales, y este aportó la contundencia necesaria en ausencia de los teóricos titulares. Cadwell-Pope para los Pistons empezó a dar síntomas entrar en el encuentro en el que todavía no había aparecido con el protagonismo que de él se espera y sumó nueve puntos que cortaron la buena racha de sus rivales. El descanso se acercaba pero tres canastas rápidas de Gasol y compañía les permitían irse liderando en el electrónico.

Cadwell-Pope sentencia a los suyos

En el día que Estados Unidos y la NBA recordaban a Martin Luther Kings y la lucha contra el racismo, los Bulls siguieron su particular lucha, frente a los Pistons. El encuentro pasó a ser dominado más claramente por los de Fred Hoiberg que endosaron un 6-0 inicial gracias al acierto de Gasol, imparable en la pintura y Rose, 13 puntos y sin abusar demasiado del tiro (50% en tiros de campo).  Con un Ilyasova inspirado, fue Cadwell Pope el que condenaría a su equipo. El jugador local, contaba ya con una técnica y después de quejarse con vehemencia de una falta, el árbitro optaba por señalarle la segunda técnica y como consecuencia expulsarlo del encuentro.  Así, el partido se puso más de cara aún para los de Chicago que mandaban en el marcador y además “se libraban” de un gran anotador como Cadwell-Pope.

Pese a la expulsión, los Pistons consiguieron empatar el encuentro con Baynes inspirado bajo el aro en los pocos minutos que jugó. Pero la segunda unidad de los Pistons no conseguía encadenar buenos minutos consecutivos como sí lo hacían Mirotic y McDermott con dos triples que devolvía la diferencia. Los de Detroit consiguieron aunar esfuerzos en defensa pero todo era imposible ante Gasol. El español conseguía primero un triple y después tres tiros libres tras sacar una gran falta a Drummond. Así, los Bulls consiguieron ir distanciándose en el marcador. Rose sumó dos canastas recordando su mejor versión y los de Chicago consiguieron cerrar el encuentro sin sufrir demasiado y sumando una victoria de mucho valor en una cancha más que difícil.