Hace no mucho, los pupilos de Scott Skiles marchaban con un firme 19-13 en la conferencia, jugando bien y construyendo bien su futuro, confiando en sus jóvenes drafteados que se espera, los lleven a los focos de la postemporada. Desde esa marca, los Magic han perdido ocho de los nueve partidos siguientes y las últimas tres victorias han venido contra rivales en horas bajas como los Pelicans o los Nets (dos veces).

Los Magic llevan muchos años en reconstrucción

Su reconstrucción comenzó allá por el 2012, cuando su estrella, Dwight Howard abandonó el barco en busca del Anillo y el glamour de Los Ángeles, juntándose con otros tres futuros Hall of Famers como Kobe, Pau y Nash. Desde entonces, han vagado por las alcantarillas de una conferencia donde en estos últimos años, sólo Philadelphia, New York o los Nets han estado peor.

Aún a la espera de que alguno de sus jóvenes pupilos explote y se convierta en una estrella sobre la que construir alrededor, los de Orlando deberán seguir apostando por un juego de equipo muy coral, aunque muchas veces no les alcance para ganar partidos.

El despegue

Sus jóvenes no despuntan del todo

Hay equipos también llenos de hambrientos e inexpertos jóvenes, como Boston, que lo está haciendo realmente bien esta temporada a pesar de no contar, como Orlando, con una estrella en sus filas. Entonces, ¿dónde está el problema? ¿No es Skiles el hombre idóneo para el puesto? Con él han dado un salto cualitativo en defensa y los jugadores han mejorado bajo su batuta, pero su ataque no es de lo mejor de la liga -el 23º concretamente- pero no se le puede achacar la culpa del estancamiento momentáneo del equipo. ¿Se han frenado las carreras de algunos jugadores llamados a liderar el equipo? Oladipo, Payton, Vucevic y Harris son los nombres visibles del conjunto de Florida. Cada uno tiene su rol y lo sabe, pero se esperaba que alguno de ellos diese un salto lo suficientemente grande para luchar por cotas más altas que entrar octavos en el Este.

Puede que necesiten un giro radical. Quizá el fichaje de un gran nombre este verano les dé ese salto de calidad que todos esperan, o la llegada de un veterano que ayude a los jóvenes a progresar y que ayude a Frye en esa tarea. Por otro lado, no parece que ninguno de los grandes nombres del verano quiera ir a Florida, a pesar de su estupendo clima y estilo de vida. Pero podrían hacer un equipo más competitivo en la agencia libre o incluso intercambiar alguna de sus piezas por algún gran jugador.

La cuestión es que en Orlando se han estancado y, si bien esta temporada han mejorado con respecto a las anteriores, si no entran en Playoffs serán muchos los años de reconstrucción.

Quizás solo están ante una mala racha pasajera y recuperen el nivel, pero si esas 'vacaciones' duran más de lo esperado, quizá no puedan remontar.