Un Verizon Center con una entrada muy discreta veía como su equipo recibía a unos Celtics que venían en busca de su tercera victoria consecutiva. Los de Brad Stevens, quintos en el Este, disputaban su último encuentro contra unos Washington Wizards lejos de sus objetivos y que este año no sabían lo que era ganar a los Celtics. Los de Randy Wittman, novenos en el Este, tenían que empezar a sumar victorias con urgencia si no querían ver los Playoffs, a tres victorias hasta el momento, desde demasiado lejos.

De inicio Wittman apostó por jugar con Nene y Gortat en el quinteto titular en detrimento de Dudley. Además, Porter volvía después de cuatro encuentros fuera de la cancha y comenzó muy bien con un 75% en tiros de campo hasta el descanso. Boston empezó con un arranque inmejorable. 2-7 de parcial con una defensa que obligaba a perder muchos balones a sus rivales y con Thomas imparable en ataque, con nueve tantos en los primeros doce minutos. Washington fue entrando en el partido y suyos fueron los siguientes minutos. Se centraron en ataque y pese a que Wall estaba fallón, 1/6 y cinco asistencias al descanso, Gortat o Dudley sacaron a flote a su equipo que con un 7-0 en los minutos finales lideraba el marcador mucho tiempo después.

Boston se iría al descanso cuatro arriba pero pudo irse por más de no ser la falta de puntería de sus jugadores. Los Wizards no paraban de perder balones, 11 al descanso, y cuando no lo hacían eran incapaces de superar la gran defensa que preparó Brad Stevens. Además por si tuvieran pocas malas noticias, Bradley Beal, sufrió un golpe en la nariz en una canasta de Smart y se marchaba al vestuario. Según avanzaba el cuarto Wittman era incapaz de encontrar soluciones y solo los tiros libres salvaban la papeleta de los locales, siempre a merced de los Celtics. Wall seguía fallando, Sessions no conseguía dar buenos minutos como suplente, Nene se precipitaba en la pintura y un 2-9 de los visitantes, con triple incluido casi sobre la bocina, ponía el +4 para los de Stevens que dejaban muy buenas sensaciones.

Boston rompe el partido

Se esperaba una conjura de los Wizards tras el descanso en busca de un buen parcial que igualara el marcador y les diera opciones en el partido. Pero nada más lejos de la realidad. Los de Wittman siguieron por los mismos derroteros y la imagen que dieron en el tercer cuarto fue cuanto menos preocupante. Wall demasiado fallón, Nene individualista sin doblar balones cuando recibía bajo el aro y Beal sin posibilidades de reaparecer, y así Boston poco menos que sentenció el encuentro.

Comenzaron muy bien los de Stevens con un 7-0 inicial que colocaba la máxima en el marcador. Thomas ganaba claramente la partida a Wall y así era imposible que los Wizards pudieran hacer algo. Sí consiguieron ponerse nuevamente a tiro, solo tres por debajo. Pero Wall volvía a perder otro balón y los Celtics cogían aire nuevamente. Además Sessions también perdió balones importantes que costaron puntos a los suyos (29 puntos en contraataque hasta el tercer cuarto por cuatro solo de los locales). Los de Boston siguieron serios sin fiarse del mal partido de su rival y así consiguieron otro parcial de 3-10 en dos minutos finales que les colocaron con la máxima en el encuentro (70-84).

Poco tenían que decir ya los Wizards en el encuentro. Su nivel fue a menos y la diferencia se convirtió en insalvable e incluso un palo demasiado duro para los de Wittman que perdieron una oportunidad de oro de poder dar un golpe de autoridad encima de la mesa y meterse en la pelea por los playoffs. Los Celtics endosaron el enésimo parcial 15-4 en 2:49 y la diferencia se fue por encima de los 25 puntos con solo 12 puntos de los locales en nueve minutos. Los Celtics se llevaron el último encuentro que disputarán ambas franquicia esta temporada. Un alivio para los de Washington, que se complican mucho, por juego y resultados, los Playoffs.