Siempre es excitante ver a los mejores. Y eso debieron pensar las personas que se quedaron pegadas a la pantalla de sus televisores en la velada del lunes que enfrentaba a Golden State Warriors contra San Antonio Spurs, en Oakland. Alumno contra maestro. La mejor defensa contra el mejor ataque. El Defensor del Año, Kawhi Leonard, contra el jugador más desequilibrante en ataque, Stephen Curry. Todos esos ingredientes presagiaban que iba a ser un igualadísimo partido, aunque la realidad fue más bien distinta. Los locales apabullaron a los visitantes sin paliativos por 30 puntos.

El récord

El total de espectadores que vieron este partido fueron 1,4 millones de personas, aumentando a 1,7 entre las 11:15 y las 11:30 -horario americano-, tiempo de máxima audiencia del partido. Era de esperar que este encuentro fuese bastante seguido debido al récord que llevan ambas franquicias, el juego que despliegan y las plantillas que poseen. Parece algo bajo el número de telespectadores, pero hay que tener en cuenta que era un lunes y a las 10:30 de la noche en horario estadounidense. Todo un despropósito para los que vivimos al otro lado del charco, aunque también a una hora muy vespertina para los propios americanos.

NBA TV también contaba con el Minnesota-Cleveland que se jugaba antes, por lo que la jornada de doble partido emitida por esa cadena fue la más vista de su historia.

El anterior dato de audiencia máxima que se manejaba de ese canal, fue el sexto partido de la primera ronda del Este en 2014 que enfrentó a Indiana y a Atlanta. Fue visualizado por 1,1 millones de espectadores.

Así, con estos datos en la mano, este partido queda lejos de otros en cuestión de cantidad. Sin ir más lejos, en Navidad, fecha señalada en rojo por la NBA, el partido en el que los Cavaliers visitaban Oakland por primera vez desde las Finales tuvo una audiencia de casi 11 millones de espectadores, muy por encima de la del partido que ocupa esta noticia.