Los Angeles Clippers se impusieron en la noche del domingo a los Chicago Bulls por 120-93. La aportación del banquillo local (58 puntos) y la débil defensa visitante fueron determinantes en la victoria del equipo de Doc Rivers. Otro factor clave fue el lanzamiento de tres: los Clippers anotaron 17 de sus 32 intentos mientras que los Bulls se quedaron en un triste 5 de 15.

Demasiados Clippers para tan pocos Bulls

Inicio perezoso. Los jugadores comenzaron el choque como las gradas, a medio gas. Conforme el Staples Center se fue llenando los equipos empezaron a meterse en el partido. Los Clippers jugaban en casa pero los visitantes también tenían apoyo, sobre todo Derrick Rose. Cada una de sus canastas provocaba los aplausos del público. Fue Wesley Johnson quien dio un poco de ritmo al encuentro. Sus ocho puntos en el primer cuarto saliendo desde el banquillo sirvieron para despertar un partido hasta el momento dormido. A las embestidas locales reaccionó Chicago con un Jimmy Butler inspirado. DeAndre Jordan y Pau Gasol se beneficiaban del poco acierto en el tiro y recogían doce y seis rebotes respectivamente. Al final del primer cuarto, 24-22.

Los Bulls aguantan. Con las segundas unidades en pista los angelinos buscaban un primer intento de escapada en el marcador. Jamal Crawford demostraba que tenía por delante una de sus noches mágicas con dos triples seguidos. Sin embargo, con el regreso de los titulares a pista, los de Fred Hoiberg mejoraban su juego sustancialmente y se mantenían en el encuentro. Rose, Butler y Gasol conseguían 30 de los 47 puntos de su equipo en el primer tiempo. 51-47 al descanso.

Los Clippers despiertan. Tras un primer minuto de tercer cuarto desastroso con pérdidas por ambos lados y con el presidente de la franquicia de Los Angeles, Steve Ballmer, echándose las manos a la cabeza por una bandeja fallada por J.J. Redick, los locales pusieron el piloto automático hacia una nueva victoria. Los Bulls intentaban parar el ritmo del partidos con varias faltas que llevaban a DeAndre Jordan a la pesadilla de los tiros libres. La táctica no surtía efecto, al contrario, el pívot anotó cuatro de los siete lanzamientos mientras que Chicago solo encontraba soluciones a través de Gasol. El español alcanzaba el doble-doble a los cuatro minutos de la reanudación. Sin embargo, Doc Rivers ajustaba la defensa de su equipo y Redick se encargaba de abrir una brecha en el marcador de 11 puntos al final del tercer cuarto, 84-73.

Crawford dijo basta. El inicio del último periodo sirvió para que el point guard de los Clippers sentenciara el partido. Los 10 puntos seguidos de Jamal Crawford, incluidas dos jugadas espectaculares con sendos 2+1, terminaban con la resistencia de los visitantes. A falta de 10 minutos para el final se percibía una atmósfera festiva en el Staples Center gracias a una ventaja de 18 puntos sobre los Bulls. Pese a todo, aún tuvo Chicago un tímido intento de remontada. Pero fue un espejismo, Austin Rivers se unía al festival de Crawford y disparaban la ventaja local en el marcador. Pau Gasol, que hasta el tercer cuarto estaba haciendo un gran partido, no participó en el último visto el correctivo que estaba sufriendo su equipo. Los de Hoiberg encajaron 69 puntos en la segunda parte. A Tom Thibodeau le hubiera dado un mareo. Al final, 120-93.

Dinámicas distintas

Con este resultado Los Angeles Clippers (32-16) encadenan cuatro victorias consecutivas que les sirven para mantenerse cuartos en el Oeste y continuar su persecución sobre los tres primeros clasificados de la conferencia. Por su parte, los Chicago Bulls (26-20) siguen dando muestras de una gran irregularidad. Cuatro victorias y seis derrotas en los últimos diez encuentros, unos resultados que les alejan de Cavaliers y Raptors, los dos mejores equipos de la Conferencia Este.