Toronto Raptors visitaba el Moda Center en su objetivo de continuar con el camino en la parte alta de la Conferencia Este. Los Portland Trail Blazers buscaban ante su público continuar la lucha por una complicada plaza en playoffs, un hecho especialmente honorable para el equipo teniendo en cuenta los movimientos ocurridos en el verano para la franquicia de Oregón

Casi nada más empezar dos faltas del pívot lituano de los Raptors, Jonas Valanciunas, provocaron su sustitución. Dos triples, de Kyle Lowry y DeMar DeRozan ponían el 6-1 inicial. Por parte de los Blazers, Mason Plumlee hizo mucho daño con su superioridad física sobre Biyombo, su defensor. Los dos equipos cometieron muchas faltas y, como consecuencia, pronto entraron bonus.  Se pudo ver un primer cuarto raro, con individualidades dominando. Un triple de un acertado Meyers Leonard acercaba a su equipo 27-21 antes de que Patterson les devolviera la canasta de tres. La defensa visitante no estuvo especialmente acertada. Cuando agonizaba el primer cuarto, los árbitros pitaron técnica a Damian Lillard por protestar de una forma demasiado airada. 6/8 fue el balance que adquirió Toronto en tiros de tres, mientras que Kyle Lowry tiró de tres sin fallo y dio seis asistencias.

 Ambos conjuntos tiraron de la cuerda hacia lados distintos y pasó lo que suele pasar. Dichos esfuerzos se anularon y el marcador no se movióEl inicio del segundo tiempo supuso un nuevo golpe en la mesa de los Raptors apoyados en un gran Jonas Valanciunas. Aminu sumaba sin hacer ruido ni jugadas para él, un triple suyo reducía a diez la desventaja visitante (43-33). Tercera falta Plumlee a falta de 6 minutos.  Un dos mas uno de Gerald Henderson al contraataque culminaba cinco puntos consecutivos para los Blazers, que se ponían por debajo de la barrera de los diez puntos: 53-45. A quien se le veo algo más desacertado de cara al aro fue a Lillard, a quien se le vio más su faceta asistente que la de anotador. 

A la vuelta de vestuarios se pudo ver a dos equipos persiguiendo objetivos tan iguales como incompatibles: ganar el partido. Ambos conjuntos tiraron de la cuerda hacia lados distintos y pasó lo que suele pasar. Dichos esfuerzos se anularon y el marcador no se movió. Los de Dwane Casey dieron mejores muestras de saber controlar el partido. Especialmente destacable fue su versatilidad alternando un quinteto con hombres altos como Luis Scola y Valanciuns, con uno de pequeños con Biyombo (bastante más bajo que Valanciunas) como hombre más alto. Con Damian Lillard cada vez entrando con más presencia en el encuentro y Allen Crabbe aportando desde el banquillo, no se puede decir que fuera un paseo de rosas para los canadienses.

A pesar de ir trece puntos abajo a falta de cinco minutos, ni los Blazers ni Mason Plumlee decidieron rendirse. Seguramente ese fue el motivo por el cual Dwane Casey mantuvo a sus titulares hasta bien avanzados los últimos doce minutos. Fiarse era un error y McCollum y Lillard se lo hicieron saber a los locales con un triple cada uno para poner el 101-93 en el marcador. Lillard jugaba rápido manteniendo las esperanzas de una remontada que perdía fuerza con los minutos. Antes de terminar, y ya casi para enterrar a los Blazers, una falta fuerte de Leonard sobre Bismack Biyombo le suponía una flagrante de tipo 1. A pesar de tener el viento a favor, los Raptors no supieron cerrar del todo el partido y una pérdida de DeRozan casi les cuesta algo más que un susto. Al final, los Blazers no se lo hicieron pasar nada fácil a su rival. Solo la calidad individual (algo de lo que se abusó bastante durante el encuentro) terminó por desequilibrar una balanza que pocas veces llegó a estar equilibrada.

Para alguien que se limite a ver la hoja de estadísticas, el encuentro disputado en el Moda Center habrá sido apretado y con los equipos sin ser capaces de distanciarse, nada más lejos de la realidad. Toronto estiró el partido en muchas ocasiones aunque a posteriori dilapidara dicha ventaja. Obviamente las grandes sensaciones de equipo dominador el primer cuarto no volvieron, pero se vio a un equipo local firme, consistente y con potencial. Estos Raptors pueden llegar lejos este año si dotan de estabilidad a una fórmula que ya funciona.