Los Golden State Warriors de Curry y compañía tienen a tiro el famoso récord de los Chicago Bulls de la temporada 1995/96. Esa campaña Jordan, Pippen, Rodman y otros numerosos jugadores de gran calidad firmaron la mejor marca de un equipo en regular season: 72 victorias por 10 derrotas. A los Warriors les quedan seis partidos, donde solo necesitan cuatro victorias para igualar el récord y cinco para superarlo.

Por delante quedan dos partidos contra los San Antonio Spurs, donde seguramente Popovich haga rotaciones; y encuentros aparentemente fáciles ante Memphis o Minnesota. Parece que la marca podría batirse.

Con todo el revuelo que se origina por el hecho de superar las cifras "Yo debería cubrir a Stephen Curry"de una leyenda como es Michael Jordan y sus todopoderosos Bulls, es natural que la prensa deportiva busque las reacciones de los protagonistas, tanto de los aspirantes como de los "rivales" a batir. El último en expresar su opinión ha sido Scottie Pippen, el famoso 33 de los Bulls y compañero de Jordan en los seis anillos que tiene la franquicia. Y no ha podido ser más claro al respecto: "Barreríamos a los Warriors por cuatro a cero en una eliminatoria". Simple y contundente.

Además, el alero no dudó en proponer una estrategia defensiva para anular la capacidad ofensiva de los Warriors, una de las más efectivas de la historia a nivel estadístico. Y el propio Pippen se ofrece voluntario para bailar con la más fea. "Creo que yo debería cubrir a Curry y Michael (Jordan) a Klay Thompson. La verdad, creo que podría anularle gracias a mi tamaño y a mi físico. Podría agobiarle un poco".

Ojalá el mundo del baloncesto pudiese disfrutar del enfrentamiento entre estos dos combinados, pero lamentablemente solo podemos acogernos a la especulación que personalidades de este deporte como el propio Pippen realizan. Las comparaciones son odiosas, pero es algo inevitable, algo con lo que todos los jugadores, entrenadores ó mánagers generales tendrán que convivir durante toda su vida. Sin embargo, al final siempre se puede recurrir al argumento más definitivo de todos: los campeonatos. Ahora mismo en la mente de Golden State solo cabe la victoria. El tiempo lo dirá