California tiene un clima agradable, Oakland es una ciudad maravillosa y Golden State es un equipo fantástico en el que todo el mundo quiere jugar. Así debe pensar Andrew Bogut. El jugador no se quiere perder el traslado de los Warriors al otro lado de la bahía, a San Francisco, donde está previsto que jueguen sus partidos como local a partir de la temporada 2018-2019. “Sería absurdo marcharme”, afirma Bogut. Su deseo es seguir: “Todavía tengo un año de contrato, pero si me ofrecen la renovación, por supuesto que la atendería”.

El dinero es lo de menos

La temporada pasada firmó un contrato de tres años a razón de 12 millones de dólares por cada uno de ellos. Pero ese no un tema que le inquiete. Está dispuesto a perder dinero para seguir en los Warriors: “No va a ser algo por lo que me preocupe. He sido inteligente con mi dinero, podría retirarme ahora mismo y no tener que trabajar ni un solo día del resto de mi vida”, añade el pívot. Pocas veces se escucha a los jugadores de la NBA hablar en esos términos.

Bogut tiene otras prioridades y su intención es clara, pero no todo depende de él y lo sabe: “Evidentemente si esos movimientos que se rumorean terminan produciéndose algunos jugadores tendremos que salir del equipo”. El australiano se refiere a la bomba que supondría la llegada de Kevin Durant al conjunto californiano. El MVP de la temporada 2013-2014 se convertirá en agente libre este verano y los Warriors serán una de las franquicias que pregunten por él. La ampliación del límite salarial que traerá el nuevo contrato televisivo permite pensar que la operación es posible. Además, Durant recalaría en un equipo que peleará por ganar el título durante muchos años, algo improbable en los Thunder. En Oakland estarían encantados, pero Andrew Bogut tendría que hacer las maletas y terminar su carrera NBA en otro lugar.