Jahlil Okafor ha tenido una temporada de altibajos. Llegó como uno de los rookies más prometedores, si no el que más, pero al empezar tuvo varios problemas extradeportivos que dañaron su imagen, amén de estar en el peor equipo de la liga. Pero sus estadísticas no dejan dudas de que es uno de los hombres altos más prometedores del futuro. 17,5 puntos, 1,5 rebotes y 1,2 tapones en 30 minutos de juego no son moco de pavo para un rookie que ha sido líder anotador de su equipo y que se quedó segundo en anotación entre los novatos y tercero en rebotes y minutos.

La vuelta a la universidad

Centrándonos en la noticia, Okafor volverá a su alma máter para completar sus estudios -aunque después de unas semanas en Filadelfia recuperándose de su rodilla- en poco tiempo. El próximo mes asistirá a la universidad para recibir clases, también durante el verano para completar su educación, uno de los objetivos en su vida, ya que le prometió a su madre -antes de fallecer por un colapso en un pulmón- y a su familia, que si llegaba a los profesionales, terminaría sus estudios; “Todo el mundo en mi familia tiene algún estudio o grado. Mi padre tiene un máster, mi tía, que es como mi madre, tiene su doctorado en Filosofía. Siempre me han inculcado la importancia de tener un grado”, comentaba el joven jugador que está siguiendo un plan de recuperación que le permitirá volver a jugar a baloncesto en poco más de dos semanas.

Okafor alternará los libros con la pelota durante el verano. No solo estará en Duke para estudiar, también estará con Krzyzewski entrenando y cogiendo algo de ritmo para la pretemporada y de paso mejorar cada día como jugador; “Mi objetivo es ser mejor cada día. Creo que lo he conseguido” refiriéndose a su evolución durante su primera temporada en la NBA.