El equipo de Lue venció en su visita al Palace -que no vivía un partido de Playoffs desde hacía siete años- con solvencia y dando una imagen de equipo rocoso y sin fisuras. Las tres estrellas de Cleveland acabaron todas por encima de los 20 puntos, lideradas en anotación por un sensacional Irving, que estuvo imparable durante toda la noche, con 26 puntos; solo Dellavedova pasó de los 10 puntos -aportó 12- a parte del trío mágico de los Cavs. Por el contrario, en Detroit tuvieron a todos sus titulares por encima de los 13 puntos, sobresaliendo Morris con 18, todos ellos con buenos porcentajes, pero el banquillo se quedó corto en aportación y solo el ‘rookie’ Johnson se acercó a la decena, con nueve puntos.

Calco del primer partido

El tercero parecía un calco del primer choque de ambos equipos. Una primera parte muy igualada y una segunda donde Cleveland sacó la veteranía y la calidad individual para imponerse. Dominado por LeBron, Love e Irving y Detroit haciendo del equipo su fuerte pero sin poder ganar el partido. Ayer, más de lo mismo; Detroit hizo una primera parte brillante, con buenos porcentajes, aguantando el ritmo a Cleveland e incluso ganando en varios tramos del partido.

Apoyándose en Reggie y Morris, que cargaban con la ofensiva del equipo, además de Drummond, que si bien no estaba fino con los rebotes, en ataque estuvo solvente, al menos en la primera parte, pero en la ‘Motown’ pesó mucho la poca incidencia de Harris en ataque, solo dos tiros en la primera mitad. En Cleveland solo funcionaba su elenco de estrellas; ni J.R., ni Thompson, ni otro actor secundario hacían especial aportación al ataque visitante y los tres tenores se encargaban de ello. Pero la clave para Cleveland en este partido fue darle a Detroit de su propia medicina; los rebotes. Drummond pareció un pívot más bajo los aros terminando la noche con siete capturas, mientras que Thompson agarró ocho rebotes en el aro rival para terminar con 10.

Cleveland dominó el rebote, aspecto vital del juego de Detroit

Hasta que llegó el segundo cuarto, donde los suplentes locales, en especial Stanley Johnson, empezando el partido con un tres de tres en tiros, cuajaron un gran periodo, contrarrestado con los triples de Dellavedova y Shumpert, muy certeros desde la larga distancia. Aquí fue donde los Pistons consiguieron despegarse un poco y ponerse con varios puntos de ventaja, pero las tablas de los Cavs hicieron que se acercasen en el marcador hasta el punto de irse por encima en la jugada final, gracias a una canasta de LeBron.

Más de lo mismo en la segunda parte

Detroit quería la victoria, pero Cleveland no se dejaba amedrentar por el empuje local de los jóvenes chicos de Van Gundy y cuarto a cuarto se iba distanciando. Fue una segunda parte durísima, donde Detroit también estuvo por delante varios tramos del partido, con grandes ejecuciones en ataque, defendiendo bien y saliendo a la contra, volvió a ir perdiendo, en diferencias cercanas a los 10 puntos, y resurgió de sus cenizas para llegar a los últimos minutos con todo apretado, pero ahí fue donde se vio la importancia de tener estrellas en el equipo que den temple y seguridad. En el último minuto -con Drummond ya en el banquillo por su pésima ejecución desde la línea de tiros libres-, un triple rápido de Smith, y otro espectacular de Irving, finiquitaron el partido a favor de los visitantes y prácticamente dejan la eliminatoria vista para sentencia.

Otra vez los triples; 12 para Cleveland por 6 de Detroit

La falta de experiencia en estos Pistons parece que ha pesado mucho, pecando a veces de “novatos” con pérdidas tontas y despistes en defensa que no se pueden tener para ganar a estos Cavs. Intentarán no irse con una barrida de vacaciones ganando el siguiente domingo en casa, pero Cleveland quiere descansar para prepararse de cara a Atlanta o Boston. Mañana, el siguiente, y puede que último partido, de esta eliminatoria.