Paliza de los San Antonio Spurs para abrir las semifinales de la Conferencia Oeste. Los de Gregg Popovich no dieron opción ninguna a los Thunder, marcando las diferencias desde el minuto 1.
El comienzo del partido fue espectacular por parte de los San Antonio Spurs, que pasaron por encima de los Thunder y que nos daba una pista de lo que iba a ser todo el partido. En apenas cuatro minutos y medio ya marchaban once arriba en el marcador los locales (17-6), con 12 puntos anotados entre Kawhi Leonard y LaMarcus Aldridge.
Los primeros doce minutos fueron un reflejo del juego de los Thunder, confiando prácticamente todos los ataques a los unos contra uno de Russel Westbrook y de Kevin Durant. En el momento en que estos dos fallan (como fue en este primer cuarto en el que estuvieron muy desacertados) los de Billy Donovan tienen muchos problemas para anotar. Sin embargo el problema de estos Thunder no estaba en ataque, sino en defensa.
Unos Spurs que no se caracterizan por alcanzar altas puntuaciones en el marcador anotaron la escalofriante cifra de 43 puntos únicamente en el primer cuarto. No estamos hablando del descanso, no, 43 puntos al final del primer cuarto. Con una defensa tan lamentable no es posible ganar un partido. Finalizaba el primer acto con un 43-20.
Partido muerto ya en el primer cuarto
Al comienzo del segundo cuarto los pupilos de Popovich no pudieron mantener el tremendo ritmo anotador que habían tenido en el primero. Con una anotación bastante más baja por parte de los dos equipos, los Spurs ampliaban poco a poco su ventaja (62-30, min 5’18). A estas alturas las caras en el banquillo de los Thunder ya lo decían todo.
Por momentos se veía a los Spurs parar contraataques y jugarse balones que recordaban a lo que podemos ver en un All-Star; mientras Durant y compañía seguían sin dar señales de vida. Volvieron a pisar el acelerador en ataque los tejanos para marcharse al descanso con 73 puntos (30 en el segundo cuarto).
Mientras que Oklahoma calcaba los números del primer cuarto y anotaba otra vez 20 puntos. El AT&T Center disfrutaba viendo a su equipo pasar por encima a los Thunder con 25 puntos de LaMarcus Aldridge y 20 de Kawhi Leonard. Westbrook y Durant apenas sumaban 19 entre los dos.
Trámite de segunda mitad
Con un partido que ya se sabía al 99% que iba a acabar con victoria para los de Texas, quedaba ver de qué forma se iban a tomar los visitantes el resto del partido para al menos tratar de coger algunas sensaciones positivas. Y siendo optimistas, sí podrían sacarse cosas buenas, como por ejemplo que a falta de 4 minutos para que finalizase el tercer cuarto lo ganaban por un punto (20-21 el parcial).
Se veía, sin embargo, a lo que jugaba cada equipo; a estas alturas los locales sumaban 31 asistencias por las 17 de los visitantes. Además también seguían con un nivel defensivo muy bajo (a falta de dos minutos los Spurs ya habían alcanzado los 100 puntos). Esto podría parecer normal y no destacable, sin embargo hay que tener en cuenta que en la mayoría de los partidos de San Antonio apenas llegaban a los 90-95 puntos. Otra cosa quedaba clara: si los Thunder no son capaces de frenar a LaMarcus Aldridge, esta eliminatoria tiene ya claro vencedor. 105-66 al final del tercer período, la paliza era cada vez más grande, +39.
Un último cuarto que todos querían ahorrarse
Podemos afirmar con total rotundidad que el último cuarto al completo fueron minutos de la basura. Los jugaron los suplentes de los dos equipos, sabedores de que el partido estaba sentenciado casi desde que había comenzado. Popovic dio minutos a Kevin Martin, Andre Miller, Kyle Anderson, Boban Marjanovic… Además de la mala defensa de los Thunder, también hay que preocuparse por la poca anotación de sus dos principales estrellas (30 puntos solo entre Durant y Westbrook 11-34 en tiros de campo). La otra cara de la moneda son los 63 puntos anotados entre Aldridge y Leonard, con 28-36 en tiros, un porcentaje simplemente espectacular. Finalmente 124-92, +32 y unas sensaciones pésimas que está por ver si serán permanentes a lo largo de toda la serie.