Cuando Durant decía que este año el objetivo no era otro que el Anillo, no iba de farol. El MVP de 2014 ha llevado, junto a Westbrook, a su franquicia al último escalón antes de la batalla final. Aliviados se quedan en Oklahoma City, ya que no haber llegado, al menos, a estas cotas, supondría un adiós de la estrella capitalina. Gran serie contra San Antonio, donde todos han cumplido y han sacado lo mejor de sí. Pero los Warriors son otra historia.

Uno de los mejores partidos de la temporada lo vimos el 27 de febrero

Y con Curry más. El MVP volvió a lo grande de su lesión con dos partidos fabulosos para cerrar la eliminatoria contra unos correosos Blazers, récord de puntos en una prórroga de paso. Los campeones mueven más la bola -al menos ahora-, son más atléticos y tienen más potencia de fuego que los Spurs, suficiente para triturar a Oklahoma. A parte de contar con un contundente 3-0 a favor en temporada regular. Pero las estadísticas están para romperlas.

Thunder

Han llegado hasta aquí después de ganarle a San Antonio, dos encuentros en su casa incuídos -después de mantener un 40-1 en temporada regular-, y están aquí con todo merecimiento. Podría parecer que son solo Westbrook y Durant, pero son mucho más que el dúo dinámico, aunque quizás no lo suficiente como para hacer frente a la extensa plantilla californiana.

El factor de los pívots puede que no funcione esta serie

Comencemos por las torres. Aunque Adams e Ibaka son la pareja de salida, Kanter ha cuajado una gran serie contra San Antonio y ha sido el factor diferencial, junto al neozelandés, al acaparar los rebotes e imponer sus físicos en la pintura. Ibaka ha quedado relegado en ataque a un jugador de pick&pop de media distancia o incluso del triple, porque la zona es coto privado de Adams, cuando ambos están en pista. El principal debe del turco, y por el que no sale desde el inicio, es su defensa, que se antoja vital contra el móvil y dinámico ataque de los Warriors.

Las estrellas y factores diferenciales. Durant tiene menos trabajo en defensa, ya que tendrá que hacer frente a Barnes o Iguodala, y en ataque no parece que nadie vaya a anularlo por completo, aunque ‘Iggy’ le pondrá las cosas difíciles a buen seguro. Por el otro lado, a Westbrook le va a tocar bailar con la más fea. El MVP unánime, quizás una oportunidad para demostrar de qué está hecho, si consigue salir victorioso del envite particular.

El banquillo de Oklahoma no ha sido especialmente productivo durante la temporada, más allá de Kanter, pero parece que Waiters, Foye, Singler y los demás han subido un puntito más en estos Playoffs. Aun así, nada que hacer contra el mejor banquillo de la NBA. Veremos si Donovan sobreexplota a sus titulares en pos de la victoria, o rota decentemente para que no lleguen fundidos a los últimos juegos de la eliminatoria.

Si quieren ganarle a los campeones tienen que estar preparados para todo; finales apretados, Barnes de pívot, rachas de Thompson, factor sorpresa del banquillo, etc. No les valdrá lo hecho contra otros equipos, porque los Warriors no son como otros equipos. Y por supuesto, habrá que cuidar a Westbrook y sus ‘locuras’ cuando llega el crunch time.

Warriors

Habiendo hecho la previa de la anterior eliminatoria, no sé que más podría decir. Repetir las históricas hazañas que han logrado como equipo, que tienen al MVP unánime, al ‘Entrenador del Año’, una plantilla equilibrada, etc. Podría, pero no caeré en eso.

Ya han demostrado que son un gran equipo sin Curry ganando a Houston y Portland, pero ahora les llega la prueba de fuego. Por muchas victorias que hayan conseguido, los Playoffs son otra historia. Y más después de que su rival haya batido, contra todo pronóstico y todo merecimiento, a San Antonio Spurs.

Bogut no estará en el primer envite, casi con toda seguridad, veremos si Kerr saca de entrada a Ezeli, o pasa del tema de pívots y sale ya con Speights o Green de inicio comandando a las tropas. Probablemente esté ahí el devenir de la eliminatoria. O en la calidad de sus estrellas, quien sabe.

Los Warriors pueden pelear más el rebote con Bogut-Ezeli

Lo que sabemos, es que, pese a la comparable potencia de fuego de Oklahoma en ataque, los campeones son mucho mejores defensivamente. No hay que dejarse engañar por los puntos encajados, ya que al tener un ritmo alto de partido, les tiran más veces. Pero en eficiencia, que es lo que importa, Golden State es top-3 de la liga. Por ello están aquí y con un anillo en sus dedos.

A Curry le va a tocar también vérselas con el más duro. Se retroalimentarán el uno al otro, pero por si acaso, tiene otros 12 detrás de él listos para recoger los puntos que no pueda anotar. Cosa que no pueden decir las dos estrellas del otro equipo. A Klay le tocará jugar con Roberson, un perro de presa que se ha coronado contra San Antonio incrementando su producción ofensiva.

Y por si acaso, siempre queda la nada desperdiciable ventaja de campo, en un Oracle que es uno de los pabellones que más anima y que más presiona de la liga, sino el que más. Aunque los Thunder cuentan con el Chesapeake Arena, que no es moco de pavo.

El cruce

En la batalla táctica que planteen Donovan y Kerr puede estar la eliminatoria, más allá del desequilibrio de sus respectivas estrellas. ¿Saldrá otra vez con Adams y Kanter, o se verá obligado a poner a Ibaka de pívot ante el small-ball californiano? ¿Saldrá Iguodala de titular algún partido, como en las pasadas Finales? Estas y más preguntas son las que nos planteamos.

Se enfrentan los dos mejores equipos ofensivos del campeonato, los dos que más rebotes obtienen y de los que mejores porcentajes de tiro atesoran. La superioridad en el rebote que tuvieron contra los Spurs, no será tan abismal en este enfrentamiento, y de poner a sus dos torres, ¿quién defendería al móvil Green, o a un Barnes de pívot? También sacrificaría Kerr el rebote en este caso, pero podría jugar mucho más rápido debido a la dinámica de sus hombres, cosa que los interiores de los Thunder no están preparados para parar. La defensa a Durant, uno de los mejores, sino el mejor y más completo de los anotadores de la liga, ya que los Warriors tienen a Iguodala, pero no es titular, y Barnes no es experto en estas lides, aunque no es mal defensor, incluso la opción de Green se antoja viable.

Pronóstico

Con todos los efectivos sanos, y viendo la temporada de ambos, nada nos hace pensar que los Warriors no se planten otra vez en las Finales. Eso sí, Oklahoma dará guerra, y mucha. Ya dieron la sorpresa una vez, por qué no dos. Aunque con el factor cancha a favor y Curry, que siempre ayuda tenerlo en tu equipo, la serie se irá para los favoritos por un ajustado 4-2 o incluso un 4-3, pero difícilmente veamos los anteriores 4-1 de los Warriors o un sweep.