En el primer partido de las Finales de la Conferencia Oeste, Oklahoma City Thunder logró derrotar a Golden State Warriors, tomando control de la ventaja de localía y poniéndole una gran dosis de presión al actual campeón, que deberá ganar el segundo juego para evitar la desesperación.

Stephen Curry y Klay Thompson lideraron el ataque de los Warriors, que utilizaron su famosa 'Death Lineup' para extraer una ventaja considerable en la primera mitad. Tras comenzar su noche fuera de ritmo, Russell Westbrook brilló en el tercer parcial, ayudando a que el Thunder se ponga en partido.

Sobre el final, el conjunto visitante aguantó como pudo para sacar el triunfo por 108-102, aplicando un verdadero mazazo considerando las expectativas que se tenía del equipo comandado por Billy Donovan.

El arsenal del local

Oracle Arena era una caldera, como suele suceder cada vez que los Warriors pisan el parquet, a la hora del salto inicial. Steve Kerr, entrenador de Golden State, decidió comenzar el juego con una curiosa estrategia defensiva: en defensa, Draymond Green podía moverse como él quisiera, pues su "marca" era Andre Roberson, jugador que no representa ningún peligro en ataque.

Esta táctica causó, entre otras cosas, que el Thunder cometa seis pérdidas en el primer cuarto, todas aprovechadas en transición por los Warriors. De esta manera, los locales tomaron la ventaja, mientras intentaban mover la pelota en ofensiva. Harrison Barnes encestó sus primeros tres tiros de campo, abriendo aún más la cancha.

Para colmo, una vez que ambos entrenadores empezaron a utilizar jugadores del banquillo, Golden State volvió a encontrar emparejamientos positivos. Andre Iguodala, Leandro Barbosa, Festus Ezeli y Shaun Livingston se combinaron para firmar un parcial favorable para el campeón, que no sufría el partido.

Un poco de magia

Los problemas en ataque continuaron para Oklahoma City. Kevin Durant, quizá el arma más peligrosa del equipo, sumó cuatro pérdidas en la primera mitad, siendo defendido en gran forma por Barnes, Iguodala y Thompson.

Justamente, el escolta protagonizó el mejor momento de los Warriors en el encuentro. Éste se dio una vez que Kerr puso en cancha la temible 'Death Lineup', compuesta por Curry, Thompson, Barnes, Iguodala y Green como pivote. El quinteto anotó 14 puntos y permitió apenas 5, complicando las cosas para los visitantes, que no encontraban respuestas.

El primer tiempo finalizó con un toque de gracia de Curry, dejando parada a toda la defensa rival. Los Warriors lideraban, tranquilamente, por 13.

A levantarse

"Cuando te golpean, tienes que levantarte lo más rápido posible y seguir intentando". Así describió Westbrook su actuación, en comentarios realizados en confrencia de prensa. El base, que había sido golpeado en varias ocasiones durante la primera mitad, no podía encontrarse en el juego.

Westbrook inició su noche encestando apenas un tiro en ocho intentos, hasta que un triple lo desencadenó. A partir de allí, el dinámico Westbrook disfrutó de un tercer cuarto arrollador. Los números lo dicen todo: 19 puntos, 5-9 de campo, 7-8 en tiros libres, 4 robos, 3 asistencias y 0 pérdidas. Brillante.

Con un poco de ayuda de algunos actores de reparto -Roberson encajando un triple, Enes Kanter y Steven Adams dominando en la categoría rebotera-, Oklahoma City acortó la diferencia. Durant igualó el marcador en la primera jugadad del última cuarto y, una posesión después, Dion Waiters puso al Thunder en la delantera.

La daga

Golden State volvió a utilizar la alineación con Green como pivot, pero ésta vez no funcionó de maravillas. Un triple de Curry dejaba cerca a los Warriors, pero cada vez que Oklahoma City necesitaba anotar, lo conseguía.

Tal fue el caso en una de las jugadas más importantes: luego de una serie de rebotes, Adams extrajo una falta personal y encajó ambos tiros libres, a falta de un minuto. Durant, que había errado siete tiros consecutivos, se encargó de aplicar la daga.

De nuevo, un fallo arbitral puso los últimos segundos del cotejo en jaque. Con una ventaja de tres puntos para el Thunder, los jueces no cobraron una clara pérdida de Westbrook, que había caminado con el balón. Así, la visita no debió sufrir demasiado para llevarse el primer partido de esta serie, que pinta para entretener al mundo NBA por varios días.