Desterrado, humillado, abatido y entre lágrimas, así salio King James de aquel sexto partido ante los Golden State Warriors. Eran las lágrimas del que no podía, del que había perdido otra Final de la NBA y del que no traería un año más el ansiado Anillo a casa. La secuela se volvió a repetir, LeBron era cambiado segundos antes de que terminase el partido definitivo, con todo ya perdido y con paso firme hacia el vestuario. Era la imagen del rey desterrado, además se produjo en Cleveland, lugar en el que Stephen Curry le quitó su ansiada corona y se proclamó como nuevo rey de la NBA. 

LeBron James es experto en caerse y levantarse. Pues bien, la vida le ha dado una segunda oportunidad de recuperar su cetro y volver a reinar tal y como hizo antaño. Caprichoso siempre es el destino y lo ha vuelto a demostrar repitiendo la Finales de la NBA de la pasada campaña. Ante él tendrá a los que se revelaron, los que ignoraron sus órdenes y dieron un golpe a su autoridad. Esta vez llegan los Warriors con el poder en sus manos y con la responsabilidad de mantenerlo. El big three de los Cavaliers deberá demostrar que están listos para imponer su ley y colgar de una vez por todas en el Quicken Loans Arena el sello que les acredite como Campeones de la NBA 2015/16.

Una temporada a medio gas

LeBron tiene en su palmarés cuatro MVP's de la regular season y estos han sido fruto del trabajo noche tras noche y de la gran cantidad de minutos que acumuló a sus espaldas. Son muchas las ocasiones en las que se ha visto a LeBron James llegando justo físicamente al tramo final de la temporada, pero en esta ocasión las cosas han cambiado. El '23' de los Cavs ha pasado de jugar en su primer año en la NBA 42 minutos por partido, a disputar en esta 36 y es que se puede ver como progresivamente sus minutos en pista han ido disminuyendo. Esta ha sido la regular season que menos minutos ha jugado en toda su carrera, las lesiones le han respetado e incluso se ha quedado varios partidos en el banquillo por descanso. 

LeBron James Heat I Foto: nba.com
LeBron James Heat I Foto: nba.com

En cuanto a los Playoffs también ha visto como sus minutos en el parqué disminuían. En el año 2015 jugó 42 minutos por partido y todo el esquema de sus Cavaliers cargaba sobre sus hombros, en cambio en este año sólo ha jugado 36 y Lue no carga sobre él todas las decisiones y acciones. Estos son los Playoffs en los que menos está jugando de toda su carrera deportiva. Todo esto ha llevado a que LeBron James se encuentre en un momento de forma pletórico e imparable para todos y cada uno de sus rivales. Además, ya no está sólo y es que cuenta con un big-three entonado y libre de lesiones, y con un J.R. Smith en estado de gracia desde la línea de tres y mentalmente. 

LeBron James ya no está sólo

En las pasadas finales no jugó Love e Irving tan sólo el primer encuentro

Las pasadas Finales eran una monarquía absolutista, el estilo de juego de los Cavaliers se basaba en dar balones a LeBron James y que él hiciese la guerra por su cuenta. Los aclarados eran una constante, él llevaba a su jugador al poste y anotaba la canasta. Durante estos Playoffs, Ty Lue ha demostrado que su equipo ya no juega así y es que ahora todo el mundo aporta. Kevin Love ha demostrado destellos de ese jugador de los Wolves e Irving cada vez se encuentra más cómodo en este estilo de juego.

LeBron James ante los Hawks I Foto: USA Today
LeBron James ante los Hawks I Foto: USA Today

Los de Cleveland llevan insistiendo todo el año con el small ball. Este estilo de juego es para jugar cara a cara a lo que hacen los Warriors. Se podrá ver a LeBron James tanto de alero como ocupando la posición de ala-pívot. Otra cosa en la que tendrá que tener en cuenta es el "Factor Iguodala". El alero de los Warriors el pasado año frenó en seco a LeBron James y seguro que Kerr vuelve a emparejarlo con él con el objetivo de que moleste a la estrella de los Cavs

Los ingredientes de una gran final de la NBA ya están encima de la mesa. LeBron James tiene ante él la oportunidad de volver a ser campeón. El rey quiere su corona. Que comience el espectáculo.