Tras la postemporada 2015, las calles de Houston se llenaron de ilusión. Los Rockets finalizaron la temporada en segunda posición de la Conferencia Oeste con un balance de 56 victorias y 26 derrotas; además, consiguieron ganar la división por primera vez desde 1994 y en los Playoffs llegaron hasta las finales de conferencia. A esta exitosa campaña se le sumó la llegada de Ty Lawson al equipo, con lo que los texanos se colocaban entre los favoritos para la temporada 2015/16.

Pero las cosas no fueron como se esperaba. Lawson no se adaptó y terminó en Indiana, Howard no conseguía ser Superman y Harden se encontraba demasiado solo. Los Rockets zarparon entre la irregularidad durante toda la campaña y, a pesar de conseguir el octavo puesto in extremis, fueron barridos por los Warriors en primera ronda (4-1).

Todo esto convertía la off-season de 2016 en clave para el futuro de la franquicia texana. Había muchas esperanzas de firmar a un buen agente libre; aunque, mientras los mejores nombres iban abandonando el mercado, los Rockets seguían sin firmar a nadie. Hasta que llegaron dos de golpe. En el mismo día, Houston anunció las incorporaciones de Ryan Anderson y Eric Gordon. En los días posteriores, la franquicia texana firmaría también a Nenê Hilario y Pablo Prigioni.

Anderson y Gordon han sido los fichajes estrella de los Rockets este verano. Pero también lo fue Lawson el pasado y la historia no acabó bien. La clave para la buena adaptación de los dos ex-Pelicans va a ser entenderse con el motor del equipo, James Harden.

Anderson, el '4' abierto llega a Houston

Ryan Anderson es un hombre grande con un muy buen tiro exterior, algo que faltaba en la plantilla de los Rockets. Los texanos suman otro tirador a su plantilla, una opción más donde Harden podrá abrir el balón cuando penetre y la defensa rival se cierre. Sus porcentajes desde triple en las dos últimas temporadas: 34 y 36'6.

Pero Anderson no solo es un tirador, también puede jugar en el poste bajo. Eso sí, su mayor problema es la defensa, algo en lo que Houston ha andado perdido en los últimos años.

Y por si tenían pocos, otro tirador

La temporada pasada, los Rockets fueron el equipo que más triples lanzó; en ésta, la cosa parece ir por el mismo camino, y es que con la incorporación de Eric Gordon los texanos añaden otro tirador puro a su plantilla. Al igual que Anderson, es otra opción para que Harden pueda abrir el balón cuando le salte la ayuda de la defensa rival. En las últimas tres temporadas, ha firmado unos porcentajes del 39'1, 44'8 y 38'4 desde la línea de tres puntos. Además, sabe jugar muy bien el pick and roll.

Su principal problema es también la defensa. Aunque hay otro que puede llegar a ser más preocupante: las lesiones. En sus ocho años en la NBA, tiene una media de unos 50 partidos por temporada.

Harden, un líder sólido

Es sin duda el jugador franquicia de los Rockets, el equipo se construye a su alrededor. James Harden va a ser el pilar fundamental del sistema de Mike D’Antoni, por lo que desde la ciudad espacial -además de renovarlo hasta 2020- se ha formado a un equipo de tiradores a su alrededor. La temporada del conjunto texano va a depender del rendimiento de ‘la barba’; con lo que, la buena adaptación entre él y las nuevas incorporaciones va a ser un gran paso adelante para Houston.