Tras la sorprendente victoria de la selección brasileña frente a Suecia en la primera jornada del Memorial Domingo Bárcenas, por 31-29, España tenía una buena “piedra de choque” para empezar a observar sensaciones de cara al Campeonato de Europa de Dinamarca que comienza el próximo domingo día 12.

El combinado español comenzaba flojo, sin ganas. Muy fallón en sus acciones en ataque y perdiendo un par de bolas que permitieron a los brasileños ponerse en apenas 3 minutos con una renta de 0-3, merced a los contraataques que anotaba el extremo Felipe Borges. La rápida salida de balón del equipo brasileño era devastador en los primeros instantes del encuentro.

Pronto, los rechaces y la suerte empezarían a aliarse con los hispanos y Gedeón Guardiola y Albert Rocas acercaban a los suyos en el electrónico, pero sin demasiada confianza hasta igualar la contienda. No estaban siendo los mejores minutos de la selección española de balonmano.

Pero los relevos en el sistema del equipo español, con la entrada de Álex Dujshebaev y el cambio en la defensa, que pasó del 6-0 al 5-1, mejoró la cara de los hispanos que se pondrían por primera vez por delante en el marcador en el minuto 15 (7-6), gracias, en parte, a la superioridad numérica que vivieron tras la exclusión de Pozzer en Brasil.

Además comenzó a aparecer la portería. La actuación del jovencísimo Gonzalo Pérez de Vargas fue para enmarcar durante los primeros 30 minutos y el jugador del Toulouse terminaría con más de un 50% de acierto bajo los palos.

Hasta ahí llegó la selección canarinha. Ahora, los fallos estaban en el combinado dirigido por Jordi Ribera, sobre todo en ataque; los nervios aturullaban a los que hoy jugaban de azul y la renta aumentaba a favor de los que hoy estrenaban la camiseta color amarillo oro.

Y así continuaron las cosas durante todo el primer periodo. Los de Manolo Cadenas volvieron a demostrar por qué son campeones del mundo: regresaron a la zaga 6-0, ya más asentados en el 40x20, y en ataque demostraron que tienen muchos más recursos que el pivote, recurso del que abusaron en momentos menos buenos los hispanos.

En los últimos minutos del primer tiempo empezaron a desquitarse jugadores como Valero Rivera Folch, pero, sobre todo, el lateral del PSG, Antonio García que anotaba hasta cuatro goles para dejar a la selección española con un +7 al descanso (19-12).

Visos de mejora en Brasil

Tras el paso por vestuarios, los de Jordi Ribera pusieron una marcha más en su juego en ataque y apretaron mucho más en la zaga y pudieron colocarse a cuatro tantos de los hispanos, con Valadao y Toledo descosiendo la portería española desde los laterales.

Pese a todo, el siete liderado por Manolo Cadenas dio la sensación de tener el encuentro controlado en todo momento y no vio peligrar el electrónico. Los lanzamientos desde más allá de los 9 metros de Maqueda o los contraataques que acababan con la resolución de Ugalde o Víctor Tomás iban a dar la victoria a los hispanos, que terminarían con un contundente 39-28.

Mañana, a las 13:00, los hispanos finiquitan su actuación en el torneo con el partido frente a Suecia, mientras que Brasil disputará su último encuentro frente al combinado egipcio.